
El director interino de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), David Richardson, causó conmoción el lunes tras comentar en una reunión que desconocía que Estados Unidos tiene una temporada de huracanes. Dos personas que estuvieron presentes en el encuentro manifestaron que no quedó claro si Richardson hablaba en serio. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional, responsables de FEMA, aclaró que la expresión había sido una “broma”, según las mismas fuentes.
Richardson asumió el liderazgo de la agencia en mayo, previa experiencia en el Departamento de Seguridad Nacional, específicamente en la Oficina de Lucha contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva. Este antecedente generó preocupación entre algunos empleados de FEMA debido a su falta de experiencia directa en la gestión de emergencias.
De acuerdo con The New York Times, las preocupaciones se agudizaron tras su declaración, la cual se produjo apenas un día después del inicio de la temporada del Atlántico, un periodo crucial y desafiante para la agencia. El medio también indicó que bajo la actual administración, FEMA ha experimentado un proceso de reducción de personal, afectando significativamente su capacidad de respuesta. Desde el inicio de esta gestión, aproximadamente un tercio del personal ha sido despedido o ha optado por dejar la agencia.

Tras conocerse la controversia generada por el comentario de Richardson, miembros destacados del Partido Demócrata alzaron su voz. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, manifestó en redes sociales su asombro ante la continuidad de Richardson al frente de FEMA. Al mismo tiempo, Bennie Thompson, miembro demócrata en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara, destacó la importancia de contar con un liderazgo informado sobre emergencias, citando que “la respuesta a desastres no es una broma”.
Desde la Casa Blanca, el martes, la portavoz Karoline Leavitt enfatizó que FEMA está tomando en serio la temporada de huracanes, aclarando que la declaración de Richardson fue una broma. Leavitt subrayó que a pesar de las críticas, el presidente está comprometido con asegurar que los recursos federales estén disponibles para aquellos que los necesiten durante la temporada.

En contraste a declaraciones previas donde había mencionado la implementación de un nuevo plan de desastre, Richardson comunicó al personal durante la reunión que no introduciría cambios a los planes de respuesta de FEMA para este año, según la información de Reuters. De acuerdo con las instituciones meteorológicas, la temporada de huracanes se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, y representa uno de los periodos más críticos para la agencia.
El Servicio Meteorológico Nacional de la NOAA ha previsto para este año entre 13 y 19 grandes tormentas, de las cuales hasta 10 podrían convertirse en huracanes, una cantidad superior al promedio. De acuerdo con la agencia, de esos posibles huracanes, entre tres y cinco podrían superar la categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson. Para el año 2025, los nombres asignados para las tormentas mayores son los siguientes:
- Andrea
- Barry
- Chantal
- Dexter
- Erin
- Fernand
- Gabrielle
- Humberto
- Imelda
- Jerry
- Karen
- Lorenzo
- Melissa
- Nestor
- Olga
- Pablo
- Rebekah
- Sebastien
- Tanya
- Van
- Wendy
El uso de nombres permite que meteorólogos y medios de comunicación comuniquen de manera efectiva advertencias y pronósticos. La Organización Meteorológica Mundial establece la lista que es rotada cada seis años, removiendo aquellos nombres asociados con tormentas particularmente devastadoras. La preparación para la temporada de huracanes incluye la evaluación de seguros, la creación de un plan de emergencia para la familia y la preparación de un kit de emergencia. Las autoridades sugieren mantener un suministro de agua, alimentos no perecederos y artículos básicos de supervivencia. Es vital estar al tanto de las advertencias meteorológicas y conocer las rutas de evacuación locales para reducir el impacto de posibles huracanes.