
Un hombre de Nuevo México, Jamison Wagner, de 40 años, fue arrestado y acusado a nivel federal por su presunta participación en dos ataques incendiarios separados: uno dirigido a un concesionario de Tesla en Bernalillo y otro contra la sede del Partido Republicano de Nuevo México (RPNM) en Albuquerque. Según informó ABC News, ambos incidentes se vinculan mediante pruebas recolectadas en las escenas del crimen y durante un registro en la residencia del sospechoso.
En el ataque del 9 de febrero contra el concesionario de la empresa dirigida por Elon Musk, Wagner supuestamente incendió el establecimiento y vandalizó varios vehículos con grafitis que contenían frases con mensajes de odio. Además, las cámaras de seguridad captaron imágenes del sospechoso vestido con ropa negra, capucha y una máscara. ABC News señaló que la denuncia federal también incluye imágenes de las pintadas en las paredes del establecimiento.
El segundo ataque ocurrió la mañana del 30 de marzo, según el mismo medio. En esta ocasión, Wagner supuestamente incendió las instalaciones del RPNM, dejando daños en la puerta y el área de entrada. Los investigadores hallaron grafitis ofensivos, en un estilo similar al de las pintas en el concesionario Tesla.
Según Newsweek, durante un registro domiciliario, las autoridades encontraron una plantilla con esa frase, así como materiales para fabricar dispositivos incendiarios y ropa que coincidía con la utilizada por el sospechoso en las grabaciones de vigilancia.
El FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) desempeñaron un papel clave para identificar al sospechoso. De acuerdo con ABC News, los investigadores analizaron el material explosivo y se apoyaron en fotos de cámaras de tráfico, lo que les permitió rastrear el vehículo de Wagner, un Hyundai Accent blanco modelo 2015. Este automóvil fue registrado en las imágenes de vigilancia del ataque contra el RPNM.
“Estos actos de violencia políticamente motivados no tienen cabida en nuestra sociedad”, declaró a Newsweek la fiscal federal interina Holland S. Kastrin, subrayando que se procesará a Wagner con todo el peso de la ley. El sujeto fue acusado formalmente de dos cargos de daños maliciosos o destrucción de propiedad mediante fuego o explosivos. Cada cargo podría conllevar hasta una sentencia de 20 años de prisión.
Según lo informado por ambos medios, durante el allanamiento en la residencia de Wagner se confiscó una cantidad significativa de evidencia. Entre los hallazgos figuran tarros con líquidos inflamables etiquetados manualmente, cajas blancas similares a las vistas en las grabaciones de los ataques, y espuma de poliestireno que coincidía con el material usado en la fabricación de napalm improvisado empleado en el incendio de Tesla.
También se informó que ocho dispositivos incendiarios ya ensamblados fueron incautados, lo que apuntaría a posibles ataques planificados, tal como alertó el director del FBI, Kash Patel, en declaraciones para ABC News: “Nuestros valientes agentes evitaron más ataques planificados. Es un trabajo asombroso de nuestro equipo y las fuerzas del orden locales”.

Newsweek resaltó que este caso forma parte de una serie de ataques recientes contra instalaciones de Tesla en los Estados Unidos. Según el medio, desde que el CEO de la compañía asumió un cargo asesor en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de la administración Trump, se han registrado cerca de 80 incidentes de vandalismo o incendios en concesionarios, vehículos y estaciones de carga de Tesla. El FBI ha catalogado estas acciones como “terrorismo doméstico” y estableció un grupo de trabajo dedicado a combatir esta creciente amenaza.
En cuanto al impacto de estos ataques, el incendio en el concesionario Tesla resultó en daños significativos para dos vehículos, uno de ellos completamente quemado, según Newsweek. A pesar de la magnitud de los incidentes, Pam Bondi, fiscal general, sugirió que no habrá negociaciones legales en el caso de Wagner.
“Procuraremos el máximo castigo posible para cualquier persona que lleva a cabo ataques como estos”, señaló en X.
Esta cadena de actos vandálicos fue condenada por funcionarios y líderes políticos. Al respecto, el Partido Republicano de Nuevo México emitió un comunicado tras el ataque incendiario a su sede: “Este ataque deliberado, alimentado por el odio y la intolerancia, es un asalto directo a nuestros valores, libertades y nuestro derecho a la expresión política.”
Wagner se encuentra actualmente a la espera de una audiencia de detención programada para el miércoles y aún no ha emitido una declaración de culpabilidad ante las acusaciones. Con base en las múltiples pruebas recabadas, las autoridades evalúan la posibilidad de cargos adicionales, mientras el caso sigue en desarrollo.