
En la tarde del pasado viernes, un hombre de 60 años fue detenido por los agentes de la Ertzaintza tras mantener presuntamente a su madre de 84 años, enferma, encerrada en una vivienda en Bilbao en condiciones de insalubridad. Los hechos han ocurrido en un caserío de la campa de San Justo, en la subida al monte Pagasarri, según adelantó el medio El Correo.
Fue el pasado martes cuando los agentes de seguridad recibieron el aviso: un vecino cercano a la localidad llamó para alertar de que llevaba bastante tiempo sin ver a la mujer y de que la persiana de la habitación hacía días que no se movía, por lo que temía que pudiese haberle ocurrido algo.
Por ello, los agentes de la Ertzaintza se personaron en el lugar y, tras entrar en la vivienda, comenzaron a escuchar gritos de auxilio procedentes del interior. Cuando llegaron al dormitorio, observaron que la mujer de 84 años se encontraba encerrada en una habitación con evidentes signos de abandono, como demostraba el fuerte hedor y la suciedad acumulada.
La manilla de la puerta del cuarto en el que se encontraba la anciana estaba atada a otra puerta para evitar que esta saliese. Tras cortarla y acceder al interior, los agentes descubrieron el deplorable estado en el que se encontraba el lugar, ya que las condiciones higiénicas eran completamente insalubres.

Según adelantó El Correo, la habitación estaba repleta de excrementos y basura, además de varios cadáveres de gatos y pájaros que se estaban pudriendo en el interior. En la vivienda también residían media docena de perros desnutridos y en pésimas condiciones, por lo que tuvieron que ser auxiliados.
A consecuencia de la falta de movimiento, puesto que se encontraba tumbada en un colchón sucio, la mujer de 84 años presentaba úlceras por todo el cuerpo y su salud psíquica estaba deteriorada. Además, el citado medio menciona que estaba enferma de COVID. Ante esta situación, la anciana fue trasladada de urgencia al Hospital de Basurto, donde quedó ingresada para ser tratada correctamente y proceder con su recuperación.
Tras el rescate de la mujer, que se produjo el martes de esta semana, los agentes de la Ertzaintza buscaron al hijo, que permaneció en paradero desconocido durante tres días. El hombre, de 60 años, fue finalmente arrestado en la tarde del viernes.
Debido a la situación en la que se encontraba la víctima, el detenido ha sido acusado de un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar, así como otros por detención ilegal, abandono de familia y maltrato animal. Una vez finalizadas las diligencias policiales, será presentado ante la Autoridad Judicial.
El hijo de la víctima, además, contaría con numerosos antecedentes penales: fue juzgado por un crimen en 1996, imputado por intento de homicidio y, según destaca El Correo en base a fuentes cercanas al caso, mantenía atemorizados a los vecinos.
*Con información de EFE