Desechos atómicos aumentaron el riesgo de cáncer infantil en esta ciudad de Estados Unidos

hace 5 horas 1
Investigación académica reciente vincula laInvestigación académica reciente vincula la exposición temprana a materiales radiactivos con un aumento sostenido en ciertos tipos de cáncer. (imagen Ilustrativa Infobae)

Un nuevo estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard ha arrojado luz sobre un riesgo sanitario persistente en el norte de Misuri. Según la investigación, los niños que vivieron cerca de Coldwater Creek —un afluente del río Misuri que cruza la región norte de St. Louis— entre las décadas de 1940 y 1960 presentan una probabilidad significativamente mayor de haber desarrollado cáncer como resultado de la contaminación nuclear en la zona.

Los residuos radiactivos, vinculados al programa de desarrollo de la primera bomba atómica en Estados Unidos, contaminaron el arroyo durante décadas, generando preocupación entre los residentes locales. El nuevo estudio no solo respalda esas inquietudes históricas, sino que también documenta de forma concreta el impacto que la exposición a radiación de bajo nivel tuvo sobre la salud infantil.

La publicación del estudio coincide con la aprobación en el Congreso de una versión ampliada del Radiation Exposure Compensation Act (RECA), integrada dentro del paquete tributario de la administración del gobierno federal. Esta reforma permitirá a residentes de zonas afectadas, como Coldwater Creek, solicitar compensaciones por gastos médicos derivados de la exposición a radiación.

RECA ofrece compensación económica yRECA ofrece compensación económica y acceso a tratamientos médicos a personas diagnosticadas con enfermedades vinculadas a actividades nucleares del gobierno. (Crédito: Shutterstock)

Los investigadores utilizaron una muestra de 4.209 participantes del St. Louis Baby Tooth–Later Life Health Study (SLBT), un proyecto que desde 1958 recolectó dientes de leche para analizar la exposición infantil a la radiación proveniente de pruebas nucleares atmosféricas. Muchos de los individuos participantes residían en las cercanías de Coldwater Creek durante su infancia.

La investigación reveló un patrón claro de “efecto dosis-respuesta”: cuanto más cerca vivía una persona del arroyo durante la niñez, mayor era el riesgo de haber desarrollado cáncer en la adultez. En cifras, un 30% de las personas que vivieron a menos de 0.6 millas del arroyo reportaron haber padecido algún tipo de cáncer. Este porcentaje fue descendiendo conforme aumentaba la distancia: 28% en quienes vivieron entre 0.6 y 3.1 millas, 25% entre 3.1 y 12.4 millas, y 24% en quienes estaban más allá de 12.4 millas del curso de agua.

Según el estudio, los que vivieron más cerca del arroyo tuvieron un 52% más de riesgo de desarrollar cánceres sólidos. Para los cánceres radiosensibles —como tiroides, mama, leucemia y carcinoma basocelular— el riesgo fue todavía mayor: hasta 85% más en comparación con quienes vivieron a mayor distancia.

Nuevas evidencias refuerzan la relaciónNuevas evidencias refuerzan la relación entre contaminación radiactiva histórica y enfermedades oncológicas en adultos expuestos durante la infancia. (Imagen ilustrativa Infobae)

El estudio del SLBT comenzó con una estrategia poco común: la recolección masiva de dientes de leche para medir la absorción de estroncio-90, un isótopo radiactivo liberado por pruebas nucleares. Estos dientes, recolectados a partir de 1958, se convirtieron en una herramienta de análisis valiosa para estudiar la exposición infantil a radiación en Estados Unidos durante la Guerra Fría.

Con el paso del tiempo, muchos de los donantes originales fueron localizados y encuestados sobre su estado de salud, incluyendo diagnósticos de cáncer. A partir de estos reportes y de sus antiguas direcciones residenciales, los científicos de Harvard reconstruyeron la geografía del riesgo. Así establecieron una correlación entre la cercanía a Coldwater Creek y la incidencia de cánceres diagnosticados décadas después.

De acuerdo con los investigadores, la relación entre la exposición durante la infancia y el tipo de cáncer fue particularmente fuerte en el caso de aquellos considerados sensibles a la radiación. “Cuando se compara a quienes vivían en los alrededores del arroyo o su llanura de inundación con los que estaban más lejos de 20 kilómetros, la asociación con cánceres radiosensibles en la infancia es más intensa que con los no radiosensibles”, indica el informe científico.

Muestras de dientes infantiles recolectadasMuestras de dientes infantiles recolectadas desde 1958 permitieron rastrear la exposición a radiación en generaciones afectadas por pruebas nucleares. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las conclusiones del estudio se publican en un momento clave, coincidiendo con el reciente paso legislativo que amplía el alcance del Radiation Exposure Compensation Act. Esta reforma, incluida dentro del paquete de recortes fiscales impulsado por el gobierno federal, extiende los beneficios del RECA a comunidades expuestas a radiación no solo en el suroeste del país —como era originalmente— sino también a otros sitios con antecedentes comprobados de contaminación, como el área de Coldwater Creek.

Los beneficios del RECA incluyen pagos únicos y cobertura médica para personas afectadas por cánceres vinculados a la exposición a radiación relacionada con actividades nucleares del gobierno federal. En este contexto, la inclusión de Coldwater Creek representa un reconocimiento oficial del vínculo entre políticas nucleares pasadas y consecuencias sanitarias actuales.

Nuevas evidencias refuerzan la relaciónNuevas evidencias refuerzan la relación entre contaminación radiactiva histórica y enfermedades oncológicas en adultos expuestos durante la infancia. (imagen Ilustrativa Infobae)

En declaraciones públicas, el profesor Marc Weisskopf, epidemiólogo ambiental y coautor del estudio, advirtió sobre las implicaciones futuras del hallazgo. “A medida que los países consideran aumentar la producción de energía nuclear o desarrollar más armamento nuclear, los residuos generados podrían tener enormes consecuencias para la salud, incluso en estos niveles más bajos de exposición”, afirmó el investigador.

La afirmación resuena en un contexto internacional donde se reaviva el debate sobre el uso de energía atómica como alternativa energética frente al cambio climático, y al mismo tiempo, se intensifica la carrera armamentista nuclear entre potencias globales.

Weisskopf enfatizó que estudios como este son esenciales para comprender que los efectos de la radiación no se limitan a los sobrevivientes de bombas atómicas o accidentes como Chernóbil, sino que también alcanzan a comunidades enteras expuestas de forma prolongada y silenciosa a residuos nucleares.

Leer artículo completo