Una espeluznante lesión en un partido de la National Football League (NFL) de los Estados Unidos abrió un intenso debate entre los aficionados del fútbol americano, luego del comportamiento de Tyreek Hill, jugador de los Miami Dolphins, luego de sufrir una grave torsión en su rodilla izquierda durante el partido ante los New York Jets.
El inesperado comportamiento de Hill tras sufrir una grave lesión en el partido del lunes por la noche no pasó inadvertido. Mientras era retirado en camilla del campo en Miami, el receptor de los Dolphins aplaudió, gritó, saludó y lanzó besos al público, un gesto que muchos interpretaron como una reacción inusual ante la gravedad de su situación física.
El incidente ocurrió en el tercer cuarto del enfrentamiento contra los Jets de Nueva York. Tyreek Hill atrapó un pase en una jugada de tercer down y, tras ser derribado fuera de los límites del campo, su rodilla quedó atrapada bajo su cuerpo y se torció. Como resultado, sufrió una dislocación de rodilla y múltiples desgarros de ligamentos, según informó Touchdown Wire. La escena posterior, con el jugador saludando y mostrando alegría mientras era trasladado fuera del terreno de juego en el carrito, desconcertó a los espectadores y desató controversia en redes sociales y foros de aficionados.
La reacción de los seguidores fue dividida. Algunos interpretaron la actitud de Hill como una señal de satisfacción por la lesión, lo que alimentó especulaciones sobre su futuro en el equipo. En palabras de Touchdown Wire, “los aficionados que veían el partido realmente creyeron que Hill estaba feliz por la lesión, y que eso justificaría que nunca volviera a jugar con el uniforme de los Dolphins”. Este episodio se produjo en un contexto de rumores sobre una posible transferencia del receptor antes del cierre del mercado en noviembre, así como por sus declaraciones públicas previas sobre la organización.

En tanto que el mariscal de campo de los Dolphins, Tua Tagovailoa, defendió a su compañero tras el partido, explicando al citado medio que “esa es simplemente su personalidad”. Por su parte, el entrenador Mike McDaniel reconoció que la energía de Hill tras la lesión le resultó algo inesperada. “Probablemente estaba de mejor ánimo que cualquier jugador que haya visto en una situación así. Es una experiencia terrible cuando ves a un jugador pasar por algo así, pero él inmediatamente tenía los ojos bien abiertos y decía: ‘Estoy bien. Solo asegúrense de que los muchachos consigan esta victoria’. Estaba concentrado en el equipo”, relató el coach. Los Delfines de Miami se quedaron finalmente con el partido con un marcador de 27-21.
Las dudas sobre el futuro de Tyreek Hill en Miami no son nuevas. En enero de este año, el propio jugador había manifestado la posibilidad de dejar el equipo: “Esta es la primera vez que no estoy en los playoffs. Así que tengo que hacer lo que sea mejor para mí y mi familia. Si eso es aquí o donde sea, voy a abrir esa puerta para mí. La estoy abriendo. Me voy, hermano. Fue genial jugar aquí, pero al final del día, tengo que hacer lo que sea mejor para mi carrera porque soy demasiado competitivo para estar simplemente ahí afuera”. Posteriormente, Hill se retractó y destacó el buen trato recibido por parte de la franquicia.
El episodio vivido en el partido contra los Jets ha sido calificado por los medios estadounidenses como “muy extraño”, ya que lo habitual en estos casos es ver a los jugadores animando a su equipo entre lágrimas, no con gestos de alegría. La posibilidad de que este haya sido el último partido de Tyreek Hill con el uniforme de los Dolphins permanece abierta tras lo sucedido.