Por Miyeilis Flores
05 Nov 2025, 15:59 PM EST
Los amantes del queso consiguen en la mozzarella una textura suave, humedad y sabor. Este queso, que se puede usar desde la pizza hasta una ensalada, ha evolucionado con el tiempo hasta el punto de que existen varios tipos y formas de usarlo.
De acuerdo al propósito culinario, hay un tipo de mozzarella que puede realzar cada platillo. Lo que comenzó como un queso esférico blanco envuelto en plástico ha alcanzado una variedad de texturas y bondades para cada preparación.
Desde la tradicional mozzarella fresca, suave y cremosa, ideal para los sándwiches; como la mozzarella de baja humedad, que es un poco más seca e ideal para las pizzas y lasañas; la burrata, con una textura firme en la capa superior y cremosa en el centro, ideal para hornear; hasta la mozzarella de búfala, elaborada con leche de búfala, más cremosa; y la mozzarella ahumada, que le da un toque sutil a cada platillo. Este queso abre un mundo de sabores y posibilidades, como recoge AP.
La humedad es un factor que marca la utilidad del queso para cada platillo.
- De alta humedad
En este rango se encuentran las mozzarellas fresca, búfala y burrata, ideales para el consumo en crudo o frío, como en ensalada Caprese o con prosciutto. Su textura suave, lechosa y la cremosidad son claves para llevar al otro nivel los platillos. La recomendación es secarla antes de hornear, clave para evitar platos aguados.
- Baja humedad
La mozzarella de baja humedad es el ingrediente estrella de la pizza y la lasaña, ya que por su contenido de agua es perfecta para platos horneados, pues garantiza un derretido limpio, un dorado perfecto y una excelente capacidad de estiramiento (stringiness).
- Sabor único
La Burrata y la Mozzarella de Búfala tienen una textura que se inscribe dentro de lo premium. La burrata, descrita acertadamente como el “pastel de chocolate fundido” del queso, se posiciona como una experiencia sensorial de lujo accesible.
Guía rápida de los tipos de mozzarella
Una clave para elegir la mozzarella ideal para cada platillo se basa en dos principios: Si busca estiramiento y larga vida, elija baja humedad. Para frescura y elegancia, opte por Burrata o Búfala.
- Mozzarella fresca: Es un queso suave y lechoso. Se conserva en salmuera y es ideal para ensaladas (como la Caprese). Por su alto contenido de agua, requiere secarla antes de hornear. Este formato de queso fresco incluye bolas grandes, Bocconcini (ovaline, ciliegine, perline) para aperitivos, y la Treccia (trenzada) para tablas de quesos.
- Mozzarella baja en humedad: Es el tipo de mozzarella más resistente. Se vende en bloques o rallada, ideal para derretir, dorar en pizza y lasaña por su textura densa y sabor más concentrado.
- Burrata: Es una suerte de funda de mozzarella fresca rellena de stracciatella (cuajada y crema). Se caracteriza por su interior cremoso, que se derrama, ideal para platos terminados o con frutas a la parrilla. Debe consumirse rápido.
- Mozzarella de Búfala: Tiene como ingrediente estrella la leche de búfala, es más cremosa y ácida. Es importante verificar la etiqueta DOP para la auténtica italiana. Se disfruta mejor cruda y rápidamente.
- Mozzarella Ahumada (Scamorza): Tiene un toque amaderado y es excelente en sándwiches o ensaladas de cereales. Puede durar hasta dos semanas refrigerada.
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