La reciente clasificación de Arabia Saudita al Mundial 2026 no solo significó un logro deportivo, sino que también desencadenó una de las recompensas económicas más destacadas en la historia del fútbol asiático: cada jugador y el cuerpo técnico recibirán un millón de dólares como reconocimiento a su desempeño, según informó el medio Asharq Business y fue confirmado por el ministro de Deportes, Abdulaziz bin Turki Al Faisal.
El empate sin goles frente a Irak fue suficiente para que el conjunto dirigido por Hervé Renard asegurara su presencia en la próxima Copa del Mundo, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá. Tras este resultado, el gobierno saudí, a través de su ministro de Deportes, anunció la entrega de 5 millones de riyales (poco más de un millón de dólares) a cada integrante del plantel y al entrenador. Esta decisión fue impulsada por Abdulaziz bin Turki Al Faisal, quien subrayó la relevancia del logro para el país.
La política de incentivos económicos no es nueva en el fútbol saudita. Durante el Mundial de Qatar 2022, tras la victoria 2-1 sobre Argentina, los jugadores también recibieron una suma considerable en reconocimiento al impacto de aquel resultado. Ahora, con la clasificación a su séptima Copa del Mundo —la tercera consecutiva desde 2018—, el Estado refuerza su compromiso con el fútbol como símbolo de orgullo nacional y herramienta de cohesión social.

El proceso clasificatorio no estuvo exento de dificultades. Arabia Saudita tuvo un inicio irregular en las eliminatorias asiáticas, pero logró encaminar su rumbo tras el regreso de Renard al banquillo. El empate ante Irak resultó decisivo, ya que ambos equipos finalizaron con cuatro puntos y la misma diferencia de gol (+1), pero los sauditas se impusieron por mayor cantidad de tantos convertidos (3 a 1). Este resultado permitió al equipo quedarse con el primer puesto del Grupo B de la cuarta ronda de las Eliminatorias de la AFC.
La magnitud del premio económico, que ha acaparado la atención internacional, refleja la ambición de un país que busca consolidarse como protagonista en el escenario futbolístico global. El ministro de Deportes, Abdulaziz bin Turki Al Faisal, estuvo presente en el campo tras el empate ante Irak, compartiendo la celebración con los jugadores y confirmando que la bonificación busca agradecer el esfuerzo del equipo durante las eliminatorias, además de reforzar la motivación de cara al torneo mundialista.
La historia de Arabia Saudita en los mundiales comenzó en Estados Unidos 1994, donde alcanzó los octavos de final, su mejor actuación hasta la fecha. Desde entonces, el seleccionado ha participado en Francia 1998, Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Rusia 2018 y Qatar 2022, aunque sin superar la fase de grupos en esas ediciones. La expectativa para 2026 es que, con una liga nacional en crecimiento y la llegada de figuras internacionales, el país logre dar un salto cualitativo en su desempeño.
La afición saudita ha recibido la noticia con entusiasmo, considerando a los jugadores verdaderos héroes nacionales. El Estado, por su parte, no ha dudado en reconocer el esfuerzo colectivo con una gratificación que refuerza el vínculo entre el deporte y el orgullo nacional.
Con el objetivo cumplido y el premio asegurado, Arabia Saudita celebra una nueva página en su historia futbolística, consolidando su presencia entre las potencias del continente asiático y reafirmando su apuesta por el desarrollo del fútbol a través de incentivos económicos de gran escala.