
La NASA informó que cuatro asteroides de tamaños comparables a autobuses y casas pasaron cerca de la Tierra este 4 de mayo de 2025, sin representar riesgos de colisión. Los datos provienen del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y del Center for Near-Earth Object Studies (CNEOS), ambas divisiones clave en el monitoreo de objetos espaciales.
Según Newsweek, el asteroide 2025 HP22, de aproximadamente 6.7 metros de diámetro, alcanzó una velocidad superior a 38.600 kilómetros por hora y pasó a solo 492.000 kilómetros de nuestro planeta durante la mañana.
Otro objeto, identificado como 2025 JA, con un tamaño de 7.9 metros y una velocidad de más de 17.700 kilómetros por hora, se acercó hasta 510.000 kilómetros.

El seguimiento incluyó también al asteroide 2025 HR1, que mide alrededor de 12.8 metros y viaja a 22.500 kilómetros por hora. Aunque este cuerpo rocoso pasó a una distancia mucho mayor —4.7 millones de kilómetros—, su tamaño y velocidad lo convirtieron en un punto de interés para los astrónomos. Finalmente, el objeto 2025 HJ5, de 14.6 metros de diámetro y desplazándose a 27.400 kilómetros por hora, hizo su acercamiento más próximo a 4 millones de kilómetros.
“La mayoría de los objetos cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) no se aproximan lo suficiente como para representar un riesgo de impacto”, señaló la NASA en su último informe.
Mientras estos cuerpos celestes realizaban sus trayectorias, la atención también se centró en el asteroide 2024 YR4, observado previamente por el Telescopio Espacial James Webb y estimado en 61 metros de diámetro, equivalente a un edificio de 15 pisos. Según Andy Rivkin, astrónomo del Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory, este asteroide suscitó preocupaciones iniciales cuando, en febrero, los cálculos del CNEOS estimaron una probabilidad de impacto del 3.1 % para el año 2032, la cifra más alta registrada por la NASA para un objeto de ese tamaño o mayor.
No obstante, estudios posteriores publicados el mismo mes redujeron drásticamente esa probabilidad a solo 0.004 %, eliminando preocupaciones significativas sobre un posible impacto con la Tierra durante el próximo siglo.
Según la NASA, “el rango de posibles ubicaciones del asteroide en esa fecha se ha alejado aún más de la Tierra”. Aun así, existe una posibilidad mínima del 1.7 % de que 2024 YR4 impacte la Luna el 22 de diciembre de 2032.
El asteroide fue reportado por primera vez al Minor Planet Center por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) el 27 de diciembre de 2024.

Una explosión en el aire era uno de los escenarios probables debido al gran tamaño del asteroide. En caso de que entrara a la atmósfera sobre el océano, algunos modelos de la NASA indicaron que no sería probable que la detonación un objeto de ese tamaño cause un tsunami significativo.
Sin embargo, si entraba en una región poblada, la explosión de un objeto de entre 40 y 60 metros, podría provocar daños como derrumbar estructuras residenciales en una ciudad y romper ventanas en regiones más extensas, según la NASA.
Los asteroides, vestigios rocosos de la formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de años, siguen trayectorias que los llevan ocasionalmente a cruzarse con el entorno cercano a la Tierra. Aunque la mayoría se mantiene a distancias seguras, el seguimiento continuo permite a los científicos anticipar cualquier amenaza potencial con tiempo suficiente para desarrollar respuestas tecnológicas si fuera necesario.
El Jet Propulsion Laboratory y el CNEOS mantienen una vigilancia constante sobre estos objetos y actualizan sus análisis conforme obtienen nuevos datos, lo que reafirma el compromiso de la comunidad científica con la seguridad planetaria.