
Un clima cálido de verano ofrece condiciones favorables para quienes esperan contemplar el espectáculo nocturno que ofrecen las lluvias de meteoros. A diferencia de otros fenómenos similares que ocurren en épocas invernales, estos eventos permiten a los aficionados de la astronomía disfrutar del cielo sin la incomodidad de las bajas temperaturas.
Este mes de julio marca el regreso de varios eventos astronómicos tras una pausa de casi dos meses en la actividad de lluvias de meteoros visibles.
En las próximas semanas, tres lluvias de meteoros coincidirán en sus periodos de actividad: las delta Acuáridas del Sur, las alfa Capricórnidas y, como protagonista, la Perseidas. Todas ellas podrán observarse en el hemisferio norte, siendo la última la más esperada por su reputación internacional y el elevado número de meteoros visibles por hora durante su punto máximo, que, según la American Meteor Society citada por USA Today, puede llegar a 100.

La lluvia de meteoros Perseidas se mantiene activa entre el 17 de julio y el 23 de agosto de 2025. El pico de este fenómeno está previsto para las noches del 12 al 13 de agosto. Los expertos señalan que, bajo condiciones óptimas —alejados de la contaminación lumínica y con cielos despejados—, los observadores pueden ver entre 50 y 100 meteoros por hora. Este evento destaca además por la intensidad y el brillo de los llamados “bólidos”, explosiones luminosas que dejan estelas duraderas en el firmamento, según ha reportado la NASA.
No obstante, USA Today advierte que en 2025 el pico de las Perseidas ocurre apenas tres días después de la luna llena, lo que provocará que la luz de una luna gibosa menguante dificulte la observación de los meteoros menos brillantes.
Pese a estas condiciones, la NASA recomienda estrategias para optimizar la experiencia: alejarse de fuentes urbanas de luz, utilizar una manta o una silla para descansar mirando hacia arriba y mantener la vista dirigida al cielo durante al menos 30 minutos, tiempo necesario para que la vista humana se adapte a la oscuridad y aumente la percepción de los meteoros.

Además de la Perseidas, el cielo nocturno presentará entre finales de julio y mediados de agosto la superposición de las delta Acuáridas del Sur y las alfa Capricórnidas. Ambas comenzaron su actividad a mediados de julio (el 12 y el 18 de julio, respectivamente) y continuarán activas hasta el 12 de agosto. Según informó USA Today, estas lluvias presentan una menor tasa de meteoros y menor brillo, por lo cual la presencia de la luna puede dificultar aún más su observación.
Aunque la lluvia de meteoros Gemínidas en diciembre es reconocida por su fuerza y regularidad, el fenómeno de las Perseidas continúa siendo uno de los favoritos entre los aficionados y observatorios internacionales debido a su espectacularidad y condiciones estacionales favorables.
Quienes deseen presenciar cualquiera de estas lluvias de meteoros procuren observar entre la medianoche y el amanecer, periodo en que la visibilidad de los meteoros alcanza su máximo. En ciertas ocasiones, las Perseidas permiten observaciones desde las 22:00 (hora del este de EEUU), siempre y cuando la luna no interfiera significativamente.
Para asistir al fenómeno, especialistas sugieren consultar recursos en línea como TimeandDate, donde se pueden encontrar mapas y cronogramas específicos de visibilidad ajustados a diferentes ubicaciones.
La alineación de estas lluvias de meteoros, encabezadas por la Perseidas, convierte al verano de 2025 en una oportunidad destacada para la comunidad astronómica y el público general en todo el hemisferio norte.