
Elegir el destino perfecto para viajar no siempre es fácil. Con tantas opciones disponibles, a veces lo que más se busca es sentirse bienvenido, encontrar una ciudad donde te reciban con una sonrisa y donde, más allá de los monumentos y paisajes, lo que destaque sea la calidez humana.
Según los Readers’ Choice Awards de Condé Nast Traveler, estas son las 10 ciudades más amigables del mundo, aquellas que, sin importar cuán grandes o cosmopolitas sean, nunca dejan de demostrar una hospitalidad única.

En lo más alto de la lista se encuentra Singapur, una ciudad que lo tiene todo: limpieza impecable, ofrece seguridad a los turistas y una población cosmopolita. No es de extrañar que sea llamada la “ciudad jardín”, ya que sus frondosos parques y calles llenas de árboles son solo un reflejo de la calidez de sus habitantes.
Cada rincón de la ciudad invita a disfrutar de su armonía, desde los altos rascacielos hasta sus espacios naturales llenos de vida.
En el segundo puesto está Sídney, un lugar donde la amabilidad se mezcla con el aire fresco del mar y el sol. Sus habitantes extrovertidos, el estilo relajado de vida y más de 100 tramos de costa hacen que esta ciudad sea un destino acogedor por excelencia.
No es solo la playa lo que enamora de Sídney; su gastronomía, con mariscos frescos y barbacoas en la playa, refleja la calidez de la ciudad.

Aunque Las Vegas es conocida por su vida nocturna y los brillantes casinos, la hospitalidad de sus habitantes es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad.
A pesar de ser el lugar ideal para los que buscan diversión sin límites, Condé Nast Traveler señala que “si sales del Strip, verás que también hay parajes naturales increíbles y gastronomía sin igual”. Y es que, más allá de su fama por los excesos, Las Vegas ofrece mucho más: paisajes desérticos, senderismo en Red Rock Canyon y menús deliciosos preparados por chefs reconocidos.

Bangkok ocupa el cuarto lugar en la lista, destacándose por su vibrante mezcla de tradición y modernidad. En sus calles, bulliciosas y llenas de vida, la hospitalidad tailandesa se hace sentir en cada rincón.
Todo allí es un reflejo de la calidez con la que los locales reciben a los turistas, ya sea en sus coloridos mercados o en los tranquilos templos budistas que invitan a la serenidad.

En el quinto puesto se encuentra Ciudad del Cabo, una ciudad que cautiva tanto por su impresionante belleza natural como por la amabilidad de su gente.
Desde el Table Mountain hasta el jardín botánico de Kirstenbosch, los viajeros se sienten rodeados de naturaleza y hospitalidad. Además, los recuerdos de la historia, como Robben Island, aportan un toque de profundidad cultural a la experiencia.

Marrakech es la sexta ciudad en esta lista, y no es difícil entender por qué. Con su cálido clima y su carácter acogedor, la ciudad es un refugio perfecto para quienes buscan una experiencia única.
Desde los lujosos riads hasta los animados zocos, la hospitalidad marroquí se siente en cada esquina, haciendo de Marrakech un lugar para perderse y sentirse como en casa.

Tokio ocupa el séptimo puesto, combinando lo mejor de dos mundos: tradición y vanguardia. La ciudad es un ejemplo de armonía y respeto, donde la educación y la cortesía son fundamentales.
Desde los templos antiguos hasta los rascacielos futuristas, la ciudad refleja una hospitalidad única, con más de 200 restaurantes con estrella Michelin que dan cuenta de la atención meticulosa con la que los japoneses reciben a sus visitantes.

En el octavo puesto está Hong Kong, una ciudad que fusiona la modernidad con la calidez de su gente. En el ajetreado Victoria Harbour, los viajeros pueden disfrutar de la hospitalidad hongkonesa mientras se sumergen en un ambiente cosmopolita.

Chicago ocupa el noveno puesto y es conocida por la amabilidad de sus residentes, además de su rica oferta cultural.
“Desde el aroma de las salchichas de Frankfurt hasta los conmovedores sonidos del jazz, Chicago es un deleite para los sentidos”, describe la revista de viajes.
La arquitectura moderna de la ciudad, junto a su vibrante vida cultural, la convierten en un destino acogedor.

Aunque Nueva York es conocida por su ritmo acelerado y sus enormes multitudes, también es famosa por la amabilidad de sus habitantes. A pesar del caos urbano, los habitantes de la vertiginosa ciudad siempre están dispuestos a echar una mano a quien lo necesite.
La diversidad cultural de la ciudad, junto con su oferta interminable de actividades y lugares para explorar, hacen de la Gran Manzana un destino donde, a pesar de la velocidad, siempre te sentirás bienvenido.