
Charlize Theron, reconocida actriz internacional, sorprende al revelar que disfruta de las tareas domésticas, describiéndolas como una forma de meditación que le permite desconectar y encontrar calma a través del orden, especialmente al organizar cajones y armarios.
Esta confesión, citada por la revista CuerpoMente, ilustra una tendencia creciente: la limpieza terapéutica como herramienta de bienestar mental. Para Theron, el placer no proviene únicamente de contemplar un hogar ordenado, sino del propio acto de limpiar, que le aporta equilibrio emocional.
Durante una conversación junto a Margot Robbie y Nicole Kidman, las actrices dieron su propia mirada sobre la limpieza como meditación; siendo que la primera, aunque no comparte esa vivencia con la misma intensidad, reconoce el poder tranquilizador del orden. Mientras que la segunda, destacó que la experiencia de limpiar y encontrar serenidad no depende de la edad ni del género, y puede convertirse en una actividad que apacigua el ánimo.

El nexo entre limpieza, orden y salud mental cuenta con el respaldo de especialistas. Teresa Fernández, experta en limpieza, explicó a CuerpoMente que el principal beneficio de un hogar organizado reside en “la paz mental que nos aporta tener una casa organizada”.
Fernández sostiene que esta sensación de tranquilidad no tiene un fundamento místico, sino que deriva de saber dónde está cada objeto, lo que reduce la incertidumbre y ofrece una sensación de control sobre el entorno.
En una realidad marcada por la imprevisibilidad, los espacios ordenados constituyen un recurso valioso tanto para el equilibrio emocional como para el ahorro de tiempo.
Theron coincide y, en la entrevista mencionada por CuerpoMente, enfatizó que para ella “limpiar es como meditar”. La actriz explicó que le resulta particularmente reconfortante organizar espacios cerrados; aunque admite cierto desorden, experimenta alivio al saber que cada cosa tiene su lugar, lo que le ayuda a construir una imagen mental de orden y, con ella, a desconectar.
Un estudio publicado en la revista Mindfulness mostró que tareas cotidianas como lavar los platos de manera consciente pueden convertirse en una práctica de atención plena con beneficios inmediatos. Los investigadores comprobaron que quienes recibieron una breve instrucción para realizar esta actividad con mindfulness reportaron mayor afectividad positiva y niveles más bajos de ansiedad, en comparación con el grupo control que solo recibió instrucciones básicas.
La posibilidad de transformar la limpieza en una práctica de meditación consciente no es exclusiva de Charlize Theron. Mayo Clinic también respalda este enfoque. En sus guías sobre mindfulness explica que es posible practicar la atención plena en actividades diarias como ducharse o lavar los platos, al enfocarse en los sentidos y en la respiración.
Según la institución, estos ejercicios ayudan a reducir el estrés, mejorar la concentración y promover un mayor equilibrio emocional. En ese tono, Vilma Montoliu, experta en meditación y colaboradora de CuerpoMente, sostiene que cualquier actividad puede adquirir un enfoque meditativo.

Al tiempo que aseguró que transformar la experiencia requiere involucrar los cinco sentidos, adoptar una postura adecuada, respirar de forma consciente y desarrollar una actitud de gratitud hacia la tarea. Así, la limpieza deja de ser una simple obligación y se convierte en una oportunidad para conectar con el presente.
Montoliu destaca que las tareas domésticas, por ser automáticas y sencillas, facilitan centrar la atención en cada movimiento y detalle. Recomienda mantener una disposición positiva y observar de manera consciente cada paso para lograr que la limpieza sea un verdadero ejercicio de mindfulness.
También resalta que el enfoque atencional durante estas actividades contribuye a transformar la rutina en un momento de plenitud. Al detenerse en los gestos y sentir cada acción, la persona experimenta una relación diferente con su entorno y con sus propios pensamientos, logrando una mayor serenidad y presencia.

Este modo de proceder coincide con la actitud de Theron, quien prefiere no delegar las tareas domésticas y encuentra en ellas una fuente personal de satisfacción y calma.
Adoptar una actitud consciente y agradecida frente a la limpieza no solo contribuye al orden exterior, sino que también favorece el equilibrio interior.
Así, cada momento dedicado a estas tareas puede convertirse en una oportunidad para experimentar la presencia y la tranquilidad, más allá de la mera búsqueda de un entorno impecable. De este modo, lo cotidiano se transforma en una poderosa herramienta para el bienestar y la armonía diaria