
En los meses fríos, pocas cosas resultan tan reconfortantes como una crema caliente y llena de sabor. La crema de castañas y setas es precisamente eso: un plato que combina el dulzor y la untuosidad de la castaña con el toque terroso y profundo de las mejores setas. Esta receta resulta ideal como primer plato otoñal, pero también funciona a la perfección en cenas ligeras o en comidas festivas donde la estacionalidad es importante.
Originaria de regiones de España y Francia donde las castañas y los hongos conviven en los bosques, esta crema de castañas y setas ha ido ganando adeptos por su sencillez y versatilidad. Entre las setas recomendadas para su elaboración destacan los boletus y champiñones, aunque variedades locales—como el robellón o níscalo—aportan matices únicos. El plato admite como maridaje un vino blanco seco o un tinto joven, que acompañe la cremosidad sin apabullar el delicado sabor de los ingredientes principales.
La crema de castañas y setas ofrece una textura suave y un sabor equilibrado entre dulzor y umami, gracias a la perfecta integración del fruto seco y los hongos. La técnica principal consiste en sofreír, cocer y triturar hasta alcanzar una consistencia uniforme, pudiendo ajustarse con nata o leche para mayor cremosidad. Sirviéndola caliente y decorada con hierbas frescas, resulta tan vistosa como apetitosa.
- Preparación de ingredientes: 10 minutos
- Cocción de las castañas (si son frescas): 10 minutos
- Sofrito y cocción principal: 30 minutos
- Triturado y acabado: 5 minutos
- Tiempo total aproximado: 45-55 minutos
- 300 g de castañas peladas (cocidas o asadas)
- 250 g de setas variadas (champiñones, boletus, portobello, etc.)
- 1 puerro (solo la parte blanca)
- 1 diente de ajo
- 1 litro de caldo de verduras
- 200 ml de nata líquida para cocinar (opcional)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- Tomillo o perejil fresco para decorar

- Si usas castañas frescas, haz un corte en cada una, hiérvelas durante 10 minutos y pélalas completamente.
- Calienta el aceite de oliva en una cazuela grande y añade el puerro picado y el ajo. Sofríe a fuego medio hasta que estén blandos, evitando que se doren en exceso.
- Añade las setas limpias y troceadas. Cocina unos cinco minutos removiendo para que suelten el agua y se mezclen bien los sabores.
- Incorpora las castañas peladas y mezcla durante un par de minutos.
- Vierte el caldo de verduras y lleva a ebullición. Baja el fuego y deja cocer unos 20 minutos, comprobando que las castañas queden muy tiernas.
- Retira del fuego y tritura con batidora hasta conseguir una crema fina. Para una textura extra suave, puedes pasar la mezcla por un colador chino.
- Añade la nata líquida (si la usas), mezcla y calienta suavemente sin que llegue a hervir, ajustando de sal y pimienta al final.
- Sirve bien caliente, decorando con tomillo o perejil fresco y, si deseas, con láminas de setas salteadas.
Esta receta rinde para cuatro porciones como primer plato o entrada.
- Calorías aproximadas: 250 kcal
- Proteínas: 4-5 g
- Grasas: 10-13 g
- Hidratos de carbono: 35-38 g
- Fibra: 6-7 g
- Azúcares naturales: 4-5 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
La crema puede conservarse refrigerada, en recipiente hermético, durante dos o tres días. Para periodos más largos, se puede congelar hasta tres meses. Se recomienda recalentar a fuego suave y añadir un poco de leche o agua si espesa demasiado.