Crece la alarma por una “enfermedad asesina silenciosa” que ya se detecta en varios estados de EEUU

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La propagación de casos autóctonosLa propagación de casos autóctonos de enfermedad de Chagas en Estados Unidos genera preocupación entre expertos en salud pública. (CDC)

La propagación de casos autóctonos de enfermedad de Chagas en Estados Unidos ha generado preocupación entre expertos en salud pública, especialmente por la aparición de infecciones confirmadas en al menos ocho estados del país, según agencias sanitarias. El fenómeno afecta principalmente a personas en contacto con ambientes rurales y se ha reportado con mayor frecuencia durante el último año, lo que llevó a algunos investigadores a sugerir una revisión de su estatus epidemiológico.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi, tradicionalmente se considera endémica en América Latina, pero la identificación de vectores infectados y pacientes en estados del sur de Estados Unidos ha reavivado el debate sobre su potencial expansión local. Reuters informó que la mayoría de los casos registrados en territorio estadounidense corresponden a personas que contrajeron la infección fuera del país, aunque también se han detectado casos adquiridos localmente.

El mal se transmite por la picadura de los insectos triatominos, conocidos como kissing bugs, los cuales han sido hallados en zonas cercanas a viviendas humanas de Texas, Arizona, California, Luisiana y Florida. Según el CDC, las autoridades han intensificado la vigilancia y recomiendan medidas de prevención, pues el subregistro y el bajo nivel de conocimiento entre médicos locales pueden dificultar el diagnóstico temprano.

La enfermedad de Chagas es una infección parasitaria que puede adquirir el ser humano por contacto con las heces de triatominos infectados. Según el CDC, el contagio sobreviene cuando estos insectos, al picar para alimentarse de sangre, defecan cerca del lugar de la mordedura. Si las heces entran en contacto con una herida, mucosas o los ojos, el parásito penetra el organismo.

Los expertos del CDC añaden que el parásito Trypanosoma cruzi también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, por transfusiones de sangre, trasplantes de órganos e ingesta de alimentos contaminados. “En Estados Unidos, la transmisión local a través de insectos aún se considera poco frecuente, aunque se ha documentado”, explicaron en un informe técnico actualizado en 2024.

La presencia de los triatominos infectados ha sido confirmada en un rango creciente de estados del sur, lo que eleva el riesgo potencial para quienes residen en áreas vulnerables. Fox News citó investigaciones de la Universidad de Florida que señalan la importancia de evaluar de forma integral la endemicidad de la enfermedad, ante la dispersión comprobada del vector.

El parásito Trypanosoma cruzi, transmitidoEl parásito Trypanosoma cruzi, transmitido por triatominos, ha sido detectado en al menos ocho estados del sur del país. (CDC)

La infección por Chagas presenta dos fases clínicas. La fase aguda puede pasar inadvertida o acompañarse de fiebre, malestar general, inflamación en el lugar de la picadura y, ocasionalmente, de hinchazón en un ojo, conocido como signo de Romaña. “Es durante esta primera etapa cuando el diagnóstico y tratamiento tienen mayor eficacia”, indicó el doctor Norman Beatty, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Florida, en declaraciones recogidas.

El CDC estima que cerca del 30% de los infectados que no reciben tratamiento desarrollarán complicaciones crónicas, principalmente problemas cardíacos y digestivos severos. Solo dos medicamentos, benznidazol y nifurtimox, cuentan con aprobación oficial de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para tratar la enfermedad.

La realización de pruebas de laboratorio permite confirmar la infección, sin embargo, la capacitación limitada de profesionales de la salud sobre la enfermedad contribuye a un subdiagnóstico. “Muchos de los pacientes que llegan a consulta lo hacen después de años con síntomas, y en la mayoría de los centros médicos no existe experiencia suficiente en su manejo”, advirtió Beatty a través de un comunicado institucional.

Las estimaciones oficiales indican que aproximadamente 300.000 personas viven con Chagas en Estados Unidos, en su mayoría inmigrantes provenientes de zonas endémicas de América del Sur y Central, según datos del CDC. La proporción de casos autóctonos sigue siendo baja, y hasta ahora se han reportado decenas de infecciones transmitidas localmente en las últimas dos décadas.

En California, Arizona, Texas, Luisiana, Georgia, Alabama, Tennessee y Nuevo México, las autoridades han documentado la presencia del vector infectado en zonas próximas a viviendas humanas. “El hallazgo de triatominos portadores del parásito cerca de comunidades rurales refuerza la necesidad de monitoreo y educación en salud pública”, señaló el informe anual del CDC.

Pese al descenso histórico de la enfermedad en América Latina tras campañas masivas de control vectorial, las condiciones ecológicas y la movilidad humana han motivado la revisión de la política sanitaria sobre Chagas en la región, de acuerdo con organizaciones internacionales de salud entrevistadas.

El subregistro y el bajoEl subregistro y el bajo conocimiento médico dificultan el diagnóstico temprano de la enfermedad de Chagas en EE.UU. (Imagen ilustrativa Infobae)

Las autoridades sanitarias recalcan que la enfermedad de Chagas no constituye un brote generalizado en Estados Unidos, y que la prevención depende principalmente del fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y la información a la población en riesgo. El CDC recomienda sellar puertas y ventanas, instalar mosquiteros y eliminar refugios de animales cerca de viviendas para reducir el contacto con los triatominos.

No existe una vacuna disponible, por lo que la protección se apoya en medidas ambientales y el diagnóstico precoz en personas expuestas. “La omisión del diagnóstico en etapas tempranas dificulta el tratamiento y favorece la aparición de complicaciones”, precisó el CDC en su guía para profesionales de la salud publicada en febrero de 2025.

La expansión geográfica del vector obliga a las autoridades a mantener la investigación en zonas vulnerables y mejorar la formación de médicos, en particular en estados sureños. “El desafío es contar con más recursos para observar el patrón local de transmisión y garantizar atención especializada a quienes presenten síntomas o riesgo de Chagas”, afirmó el doctor Beatty en diálogo con Fox News.

Diversos expertos consideran necesario un estudio nacional de prevalencia para dimensionar el verdadero alcance del fenómeno, dada la escasez de datos oficiales sobre casos autóctonos.

El aumento de la vigilancia sobre la enfermedad de Chagas implica un cambio en la atención a poblaciones inmigrantes y residentes de áreas rurales en el sur de Estados Unidos. A medida que las entidades públicas recopilen nuevos datos sobre presencia del parásito y casos diagnosticados, se espera una actualización de las estrategias de prevención, diagnóstico y manejo desde una perspectiva interinstitucional.

Entre las próximas acciones, los centros especializados prevén campañas de información y la capacitación de profesionales en estados con mayor presencia del vector, a la vez que permanece el monitoreo activo en regiones donde los triatominos son comunes.

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