Corte Suprema suspende deportación de supuestos pandilleros venezolanos desde Texas

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El presidente Donald Trump invocó el mes pasado la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para arrestar a miembros del Tren de Aragua y deportarlos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.

"Se ordena al gobierno no expulsar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos de Estados Unidos hasta nueva orden de esta corte", decretó el tribunal.

La decisión responde a la apelación de emergencia presentada por abogados con tal de frenar la deportación de migrantes actualmente retenidos en un centro del estado de Texas, en el sur.

En su recurso presentado el viernes por la noche, la Unión de Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés) argumentó que se había comunicado al grupo de venezolanos retenidos en Texas que "iban a ser expulsados inminentemente" en virtud de esa ley.

Los abogados de varios venezolanos deportados previamente insisten en que sus clientes no eran miembros del Tren de Aragua y aseguran que no habían cometido delitos y que, en gran medida, fueron blanco de esta "campaña" por los tatuajes de su cuerpo.

Trump, que en campaña prometió expulsar a millones de migrantes indocumentados, acusó al régimen de Venezuela de "perpetrar una invasión" de Estados Unidos a través de la entrada al territorio norteamericano de presuntos miembros del Tren de Aragua.

La organización criminal ha cometido asesinatos en Estados Unidos, y en Colorado circulaban pandilleros armados con fusiles de alto calibre en áreas residenciales.

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Según se informa, uno de los cabecillas del Tren de Aragua, que operaba en los complejos de apartamentos de Aurora, Colorado, ha sido arrestado hoy en Nueva York. pic.twitter.com/33fJNNMyOm

— UHN Plus (@UHN_Plus) January 28, 2025

Una amenaza

Un análisis realizado por William Acosta y Jesùs Romero, publicado por Diario Las Amèricas, concluye que el Tren de Aragua ha experimentado una transformación notable desde sus inicios como una pandilla carcelaria en Venezuela, convirtiéndose hoy en una de las organizaciones criminales más poderosas y temidas de América Latina.

Su influencia se extiende más allá de las fronteras venezolanas, alcanzando países como Colombia, Perú, Chile, Estados Unidos y España. Este fenómeno ha captado la atención de las autoridades internacionales, que consideran al Tren de Aragua como un actor clave en el crimen organizado transnacional (Interpol, 2024).

El Tren de Aragua no se limita al narcotráfico y la extorsión. Su portafolio criminal es extenso e incluye actividades como la minería ilegal de oro y coltán.

Oportunidad de defenderse

La Corte Suprema ya había indicado este mes que cualquier migrante en un proceso de deportación en el marco de esta ley del siglo XVIII debía tener la oportunidad de impugnar judicialmente su expulsión.

Según la ACLU, en su recurso del viernes, asegura que los migrantes retenidos en Texas corrían el riesgo de "ser expulsados de Estados Unidos sin previo aviso ni la oportunidad de ser escuchados".

"Muchos individuos han sido ya puestos en autobuses, presuntamente dirigidos hacia el aeropuerto", de acuerdo con la organización.

La semana pasada, la Corte Suprema ya ordenó al gobierno de Trump a "facilitar" el regreso de un migrante salvadoreño expulsado por error en marzo y encarcelado en una prisión de su país precisamente en virtud de la misma ley.

Kilmar Ábrego García, un presunto pandillero de la Mara Salvatrucha y acusado de violencia doméstica en contra de su esposa, había logrado que una corte no lo deportara en 2019, alegando que su vida corría peligro en El Salvador en ese entonces.

El hombre fue deportado a su país de origen el 15 de marzo. Aunque reconoció un "error administrativo", la administración federal argumenta que no puede enmendarlo porque Ábrego García ya está detenido en El Salvador.

Los migrantes deportados a El Salvador se encuentran encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), al sureste de la capital, San Salvador. Esta prisión es considerada el penal más grande de Latinoamérica, con una capacidad para 40.000 presos. Fue construida para combatir el crimen en El Salvador, uno de los países más violentos antes de la llegada al poder del actual mandatario Nayib Bukele, que ha convertido a esa nación en uno de los países más seguros.

Los reclusos se encuentran hacinados en celdas sin ventanas, duermen en camas de metal sin colchón y no pueden recibir visitas.

FUENTE: Con informaciòn de AFP y Diario Las Amèricas

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