
En medio de los rumores y las versiones sobre la posibilidad de no presentarse a disputar la final de la Copa del Rey, el Real Madrid emitió un nuevo comunicado -el segundo de la jornada- en el que afirmó que nunca contempló la posibilidad de no jugar el derby frente al Barcelona.
“Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana”, señaló el Merengue en sus redes sociales.
La polémica se inició con las declaraciones de quien será el juez principal del partido, Ricardo De Burgos Bengoetxea, y el encargado del VAR, Pablo González Fuertes. Ambos hablaron de presiones y generaron un fuerte malestar en la Casa Blanca, que pidió apartar a ambos al considerar “inadmisibles sus manifestaciones públicas”. Las autoridades españolas respaldaron a los colegiados, por lo que el Madrid decidió no participar de la rueda de prensa previa a la final ni del entrenamiento pautado para las cámaras de televisión.
Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final de mañana.
Nuestro club entiende que las desafortunadas e inapropiadas declaraciones de los árbitros designados para este partido, efectuadas 24 horas antes de la final, no pueden manchar un acontecimiento deportivo de trascendencia mundial que verán cientos de millones de personas y por respeto también a todos los aficionados que tienen previsto su desplazamiento a Sevilla, y a todos aquellos que ya están en la capital andaluza.
El Real Madrid entiende que deben prevalecer los valores del fútbol, a pesar de la hostilidad y la animadversión que hoy han quedado de manifiesto, una vez más contra nuestro club, por parte de estos árbitros designados para la final.

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