
El balance oficial de fallecidos ha ascendido a al menos 135 personas en todo el estado, la mayoría en las inmediaciones del río Guadalupe.
Dentro de las victimas mortales se encuentran al menos 27 campistas y monitoras fallecidas en el histórico Camp Mystic de Kerr ha marcado un punto de inflexión en la percepción pública sobre la magnitud de las inundaciones que han devastado el Texas Hill Country.
La tragedia en el campamento ha impulsado a los legisladores estatales a priorizar la revisión de los sistemas de alerta y la gestión de emergencias, en un contexto donde la búsqueda de víctimas entra en su tercera semana y la incertidumbre sobre el número de desaparecidos persiste.

Inicialmente, las autoridades estatales informaron de alrededor de 160 desaparecidos solo en el condado de Kerr.
Sin embargo, la cifra se ha reducido a aproximadamente 100 en Kerr y otros condados, a medida que se han recuperado cuerpos, se ha contactado a personas ilesas y se han descartado reportes infundados. La lista de desaparecidos sigue siendo dinámica, ya que los informes llegan de manera constante a la línea directa habilitada para emergencias.
La Legislatura de Texas se prepara para abordar la respuesta institucional a las inundaciones, tras la convocatoria a una sesión extraordinaria por parte del gobernador Greg Abbott.
Aunque la agenda original de la sesión incluía temas ajenos a la catástrofe, como la regulación de productos con THC, la emergencia ha obligado a incorporar la discusión sobre la gestión de las inundaciones y la mejora de los sistemas de alerta para los habitantes de la región montañosa.
Según The Associated Presss (AP), Abbott ha señalado que la falta de un sistema de alerta en el condado de Kerr responde a la ausencia de inversiones estatales y locales durante la última década, una omisión que ahora se percibe como determinante en el saldo de víctimas.
Las características geográficas del Texas Hill Country, con su suelo seco y compacto, han agravado el impacto de las lluvias torrenciales, ya que la tierra no logra absorber el agua con rapidez, lo que favorece inundaciones repentinas.
Las áreas más afectadas, como el condado de Kerr, concentran numerosas cabañas vacacionales, campamentos juveniles y zonas de acampada, lo que ha incrementado la exposición de la población a los riesgos.
En el plano legislativo, Abbott ha designado como prioritarios los proyectos de ley relacionados con sistemas de alerta temprana y comunicaciones de emergencia.
La sesión especial, que se extenderá durante 30 días, contempla la formación de comités especiales en la Cámara de Representantes y el Senado para abordar la preparación ante inundaciones y desastres. Estos comités tienen previsto realizar una visita a Kerrville, la cabecera del condado más afectado, el 31 de julio, con el objetivo de recoger testimonios de los residentes y evaluar las necesidades locales.
El miércoles se celebrará una audiencia conjunta para analizar la respuesta estatal a las inundaciones, la planificación para futuros eventos, la infraestructura disponible y la coordinación entre los equipos de rescate.
Entre las propuestas legislativas destaca la presentada por el representante republicano Don McLaughlin, que obligaría al principal funcionario de salud pública del estado a establecer estándares de construcción para campamentos juveniles ubicados en llanuras aluviales de 100 años, definidas por FEMA como áreas con un 1% de probabilidad de inundación anual.
Durante una reciente comparecencia, el representante estatal republicano Drew Darby reconoció los límites de la acción legislativa ante la magnitud del desastre, al afirmar que los legisladores “no pueden rescatar a las víctimas de las inundaciones ni deshacer las inundaciones”, pero sí pueden extraer lecciones para el futuro.