Consentimiento, miedo y ruptura: la radical apuesta de “Querer” y el retrato de una familia al borde del abismo

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Tras 32 años de matrimonio, Miren abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. (Flow)

La llegada de Querer a Flow marca un hito en la oferta de series españolas en Latinoamérica, al abordar de manera inédita el consentimiento dentro del matrimonio y la violencia sexual en el ámbito familiar. La miniserie, creada por Alauda Ruiz de Azúa y disponible desde el 11 de septiembre en la plataforma de Telecom Argentina, se sumerge en un territorio pocas veces explorado por la ficción televisiva: la denuncia de violación continuada tras décadas de convivencia conyugal.

Con una estructura de cuatro episodios de 50 minutos, Querer se apoya en dos líneas narrativas principales: la desintegración de una familia y el desarrollo de un proceso judicial. La historia se centra en Miren (interpretada por Nagore Aranburu), quien, después de 32 años de matrimonio, decide abandonar su hogar y denunciar a su esposo (Pedro Casablanc) por violación continuada. Esta acusación sacude los cimientos familiares y obliga a los hijos, encarnados por Miguel Bernardeau e Iván Pellicer, a tomar partido entre su madre y un padre que sostiene su inocencia. El relato avanza en paralelo entre el drama íntimo y el proceso judicial, con el objetivo de desentrañar la verdad.

La miniserie “Querer” llega aLa miniserie “Querer” llega a Flow y aborda el consentimiento y la violencia sexual en el matrimonio. (Flow)

La serie, dirigida por Alauda Ruiz de Azúa junto a Eduard Sola y Júlia de Paz, se distingue por su aproximación sobria y realista. La directora, reconocida por su ópera prima “Cinco lobitos” —ganadora del Goya a la mejor dirección novel—, debuta en la ficción televisiva con una propuesta que evita el sensacionalismo y se adentra en la complejidad de los vínculos familiares y la violencia machista estructural. Según explicó Ruiz de Azúa en diálogo con Infobae España, la premisa surgió de los productores, quienes buscaban explorar el consentimiento en el matrimonio: “La idea principal era: una mujer denuncia a su marido por violación después de 30 años juntos. Y la verdad, me despertó muchas preguntas y fui consciente de lo poco que se había hablado de esta cuestión, como si no hubiera visto realmente ninguna ficción sobre esto. Así que me acerqué al tema con la vocación de entender cómo se producen este tipo de historias”, afirmó la directora al medio.

El proceso de documentación fue clave en la construcción del guion, escrito junto a Eduard Sola y Júlia de Paz. El equipo optó por no basarse en un caso real específico, sino en patrones observados en múltiples historias: “Empezamos a ver patrones que se repetían, así que nos pareció mejor no fijarnos en una historia particular y crear un relato sobre cómo ese tipo de violencias afectan a las mujeres, cómo se producían las rupturas familiares, la duración de los procesos judiciales, las estrategias de defensa y acusación más habituales. Era básico poner de manifiesto que la violencia machista sigue siendo un problema estructural, que no va de una mujer específica, no cuenta la historia de nadie, pero sí la de muchas mujeres”, detalló Ruiz de Azúa a Infobae España.

La serie, creada por AlaudaLa serie, creada por Alauda Ruiz de Azúa, explora la denuncia de violación conyugal tras décadas de convivencia. (Flow)

La puesta en escena de Querer se caracteriza por su radicalidad y minimalismo. La directora decidió no mostrar las agresiones sexuales de forma explícita, priorizando la representación de la cotidianidad y la atmósfera de miedo que impregna la vida de la protagonista. “Siempre tuve claro que no quería mostrar las agresiones sexuales de forma explícita, porque ya las hemos visto muchas veces en la ficción, así que no quería ir por ese sitio, porque creo que te puede llevar por el elemento morboso. Para mí lo interesante era introducirme en el espacio cotidiano y de cómo se puede expresar (sin mostrar) lo que ocurre en esa intimidad”, explicó Ruiz de Azúa en la entrevista.

El miedo emerge como el motor estructural de la serie, tanto en la construcción de los personajes como en la dinámica familiar. La directora subrayó: “Nos dimos cuenta, al construir los personajes, que todos se relacionaban con el miedo, así que el miedo se convirtió en el motor estructural. Cómo se genera ese clima de miedo, cómo el miedo puede condicionar a la hora de enfrentarnos a según que cosas”, según sus declaraciones a Infobae España.

El drama familiar y elEl drama familiar y el proceso judicial se entrelazan en cuatro episodios de 50 minutos. (Flow)

La diferencia generacional entre los hijos de la pareja se explora a través de sus reacciones opuestas ante la denuncia. La serie indaga en cómo la mentalidad, la educación y la percepción de la familia han cambiado con el tiempo, y en la dificultad de distinguir entre “ceder” y “consentir”. Ruiz de Azúa señaló: “Queríamos explorar, en efecto, que se trataba de generaciones distintas en cuanto a mentalidad, educación, cultura, de cómo se entendía antes la institución de la familia y cómo se percibe ahora. También todo lo relacionado con el concepto de ‘ceder’, que es muy interesante frente al de ‘consentir’”, según recogió Infobae España.

La serie también pone en evidencia la dificultad que enfrentan las mujeres para denunciar violaciones dentro del matrimonio. El proceso penal se presenta como un calvario, marcado por el cuestionamiento constante y la sospecha social. “Siempre hay una lupa de sospecha sobre las mujeres. Nos parecía que era un calvario que tuvieran que pasar por todo eso después de haber sufrido tanto. Muchas víctimas nos contaron que si llegan a saber lo duro que era, no habrían denunciado para ahorrarse más dolor”, relató la directora a Infobae España.

Nagore Aranburu interpreta a Miren,Nagore Aranburu interpreta a Miren, quien denuncia a su esposo por violación continuada después de 32 años de matrimonio. (Flow)

El guion fragmenta la historia en cuatro capítulos titulados “Querer”, “Mentir”, “Juzgar” y “Perder”, siguiendo la estructura de un proceso judicial. La serie evita el formato de drama judicial estadounidense y retrata la lentitud y el desgaste emocional de los procedimientos en el sistema español, donde entre el segundo y el tercer episodio transcurren tres años. La ausencia de banda sonora refuerza la tensión y el ritmo de thriller, especialmente en el episodio dedicado al juicio, donde los testimonios y los careos entre personajes adquieren un peso central.

Uno de los momentos más reveladores ocurre cuando el marido, interpretado por Pedro Casablanc, declara: “Jamás le he puesto la mano encima”. Esta afirmación, recogida en la serie, ilustra la complejidad de las violencias ejercidas en el ámbito doméstico, muchas veces invisibles y difíciles de identificar.

“Querer” refuerza la oferta de“Querer” refuerza la oferta de series españolas en Flow y promueve la reflexión sobre el consentimiento y la violencia de género. (Flow)

El elenco se completa con Loreto Mauleón en el papel de la abogada de la protagonista, y secundarios como Natalia Huarte y Miguel Garcés. La elección de dos hijos varones adultos como eje del conflicto familiar permite explorar dinámicas distintas a las habituales en este tipo de relatos.

Querer se suma al catálogo de Flow como parte de una estrategia de diversificación que busca ofrecer títulos de calidad en distintos géneros, desde series y películas hasta documentales, deportes y música, junto con las plataformas OTT más demandadas. La miniserie, estrenada originalmente en Movistar Plus+ el 17 de octubre de 2024, representa un paso adelante en la representación de temas tabúes y en la reflexión sobre el consentimiento y la violencia de género en la sociedad contemporánea.

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