El béisbol ha sido testigo de un movimiento contractual sin precedentes, uno que redefine la forma en que los equipos aseguran a sus jóvenes talentos.
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Los Baltimore Orioles han sellado un acuerdo con el novato Samuel Basallo por ocho años, un pacto que asciende a $67 millones de dólares.
Lo más asombroso de la noticia es que la firma se concretó a menos de una semana de su debut en las Grandes Ligas, una maniobra que evidencia la firme creencia de la organización en las habilidades del jugador.
Basallo, de apenas 21 años y proveniente de República Dominicana, ha pasado de ser un prospecto a un jugador con el futuro financiero asegurado, en un abrir y cerrar de ojos. El contrato, que podría ascender a $88.5 millones de dólares con incentivos, lo ata al equipo de Baltimore hasta el año 2034.
El riesgo y la recompensa de una apuesta millonaria
Este tipo de contrato, que compromete una suma considerable de dinero a un jugador con tan poca experiencia en el nivel más alto, es una tendencia emergente en la liga. Los Orioles, conocidos por firmar a su talentoso núcleo joven, han hecho una apuesta aún mayor con Basallo, quien hasta ahora solo ha tenido un puñado de turnos al bate en las mayores.
Los Orioles, que lo ven como una pieza clave de su futuro, no han dudado en invertir en su potencial. Basallo ha demostrado en las Ligas Menores que su bate es una de sus mejores armas, y en sus pocos juegos en la MLB ha respondido con creces, acumulando cinco carreras impulsadas y un promedio de bateo de .286.
El acuerdo le permite al jugador evitar el proceso de arbitraje salarial y le da la estabilidad que busca, mientras que el club se asegura el talento de un jugador que tiene el potencial de convertirse en una superestrella de la liga.
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