
Una intensa ola de calor afecta a millones de estadounidense con valores de índice de temperatura que podrían superar los 40,5°C, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), ha generado preocupación por la salud y seguridad de las mascotas en la región.
El fenómeno climático, que se extiende desde el domingo 22 hasta el martes 24 de junio, ha provocado que los termómetros marquen máximas superiores a los 32°C, siendo el lunes el día más caluroso. Para el miércoles, se espera un descenso de las temperaturas, que rondarán los 27°C .
Sin embargo, durante los días más críticos, el calor y la humedad elevan el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, tanto en humanos como en animales domésticos. Las autoridades y expertos han emitido recomendaciones específicas para proteger a los habitantes y, especialmente, a sus mascotas.
Los riesgos asociados a la exposición prolongada a altas temperaturas afectan de manera particular a niños, adultos mayores y personas con condiciones preexistentes.
Una advertencia crucial es nunca dejar a niños o mascotas dentro de vehículos estacionados, ya que la temperatura interna puede aumentar rápidamente y resultar letal.

La seguridad de los animales domésticos se ha convertido en una prioridad ante la ola de calor. Los veterinarios y organizaciones de protección animal han subrayado la importancia de reconocer los signos de golpe de calor en perros y gatos.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran respiración rápida o ruidosa, sed extrema, babeo excesivo, vómitos, desorientación, encías o lengua de color rojo brillante, letargo, debilidad, saliva espesa y pulso acelerado.
Ante la presencia de cualquiera de estos signos, los especialistas recomiendan trasladar al animal a un lugar fresco de inmediato y buscar atención veterinaria urgente.
El enfriamiento del animal debe realizarse con precaución. Se aconseja utilizar agua fresca, ventiladores o sumergir al animal en agua tibia (nunca helada), ya que los cambios bruscos de temperatura pueden ser perjudiciales.

Expertos señalan que la deshidratación en mascotas puede manifestarse a través de encías secas, ojos hundidos, letargo y disminución de la elasticidad de la piel. Para comprobar la hidratación, se puede pellizcar suavemente la piel del animal: si tarda en volver a su posición original, podría estar deshidratado.
Entre los elementos recomendados para mantener frescos a los animales durante la ola de calor se encuentran ventiladores portátiles a batería, chalecos y colchonetas refrigerantes, y botellas de spray con agua fresca, aplicando especial atención al abdomen y las almohadillas de las patas.
El uso de alcohol isopropílico en las patas y orejas puede ayudar a disipar el calor, ya que se evapora más rápido que el agua. Además, se sugiere ofrecer soluciones electrolíticas sin sabor para favorecer la hidratación, así como cubos de hielo o caldo de huesos para estimular el consumo de líquidos.
Un aspecto fundamental en la prevención de complicaciones es la monitorización de la temperatura corporal de las mascotas. Veterinarios enfatizan la importancia de utilizar un termómetro rectal para detectar fiebre: una temperatura superior a 39,2°C se considera peligrosa y requiere atención veterinaria inmediata.

El cuidado durante los paseos es otro punto clave. Se recomienda evitar caminar con los perros sobre asfalto caliente, ya que este puede alcanzar temperaturas que queman las almohadillas de las patas. Lo ideal es optar por superficies de césped y programar los paseos en las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando el calor disminuye.
Además, nunca se debe afeitar completamente el pelaje de los animales, ya que el pelo actúa como aislante térmico. Un recorte ligero puede ser aceptable, pero eliminar la protección natural puede exponer al animal a quemaduras solares y deshidratación.
Para aquellos animales con piel clara, hocico rosado o pelaje blanco, se recomienda el uso de protector solar específico para mascotas, ya que son más susceptibles a los daños causados por la radiación ultravioleta. La exposición directa al sol puede provocar quemaduras y aumentar el riesgo de cáncer de piel en estos animales.
La prevención también incluye la visita al veterinario antes de la temporada de calor intenso. Los expertos aconsejan realizar un chequeo general, actualizar las vacunas y realizar pruebas de detección de parásitos como el gusano del corazón, que puede proliferar en climas cálidos y húmedos.
Mantener agua fresca disponible en todo momento, proporcionar sombra adecuada y limitar la actividad física durante las horas más calurosas son prácticas que pueden marcar la diferencia en la salud y el bienestar de los animales domésticos.