La ciberseguridad ya no solo es tarea de un área, sino de todas las áreas de una empresa. (Imagen Ilustrativa Infobae)En un entorno corporativo que avanza a la velocidad de la tecnología, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta transformadora que está modificando la forma en que las empresas operan, se comunican y se protegen. Sin embargo, este cambio también trae consigo nuevos riesgos que exigen estrategias de seguridad más amplias y una comprensión más profunda del entorno digital.
Durante el CyberForum 2025, realizado en Bogotá, expertos de distintos sectores coincidieron en que la ciberseguridad ha dejado de ser un asunto técnico para convertirse en un eje estratégico de la gestión empresarial. La llegada de la IA amplifica tanto las oportunidades como las vulnerabilidades, y las organizaciones que no adopten una cultura digital sólida podrían quedar expuestas a amenazas cada vez más sofisticadas.
Luis Fernando Londoño, líder de Transformación para Mercer Colombia, Centroamérica y el Caribe, destaca que la irrupción tecnológica está reconfigurando la naturaleza misma del trabajo: “Cuando uno habla de inteligencia artificial, está hablando de una herramienta que complementa el mundo del trabajo hoy en día”, señaló a Infobae Tecno. Para él, el reto ya no consiste solo en usar la tecnología, sino en entenderla, integrarla y protegerla dentro de las estructuras organizacionales.
Luis Fernando Londoño habló sobre los retos de la ciberseguridad en las empresas.La digitalización masiva de los procesos empresariales ha ampliado la superficie de ataque de las compañías. Cada interacción en línea, cada base de datos conectada y cada aplicación integrada supone un posible punto de entrada para los ciberataques. En este contexto, la IA ha transformado tanto las defensas como las ofensivas: mientras permite automatizar la detección de amenazas y mejorar la respuesta, también potencia las capacidades de los atacantes.
Los especialistas coinciden en que esta dualidad tecnológica plantea un dilema sin precedentes. Por un lado, las organizaciones dependen cada vez más de algoritmos para proteger sus activos digitales; por otro, esas mismas tecnologías pueden ser utilizadas para crear ataques más precisos, como los deepfakes o las campañas automatizadas de phishing. Esta situación exige una preparación constante y un liderazgo empresarial capaz de anticipar los riesgos antes de que se materialicen.
Además, los ciberataques ya no solo se dirigen a infraestructuras críticas o sistemas financieros. Hoy, cualquier empleado conectado a una red corporativa puede convertirse en el blanco de una estafa o en el punto débil de una cadena de seguridad. La educación digital y la concientización interna son ahora tan importantes como los sistemas de defensa técnica.
Las deepfakes se han convertido en una método de estafa común. (Unsplash)El nuevo panorama obliga a los líderes empresariales a asumir un papel más activo en la protección de sus organizaciones. Ya no basta con delegar la seguridad a los departamentos de tecnología. El liderazgo debe involucrarse directamente en la formación de equipos, en la definición de protocolos y en la creación de una cultura digital que promueva la responsabilidad compartida.
“Hay que comprometer a toda la organización. La ciberseguridad no es solo problemas de los señores de ciber, es un reto de toda la organización y es algo que debe trabajarse desde el punto de vista de la cultura”, precisó para Infobae Tecno, Luis Londoño.
Esta transformación requiere un enfoque integral donde la prevención sea tan relevante como la reacción. Se trata de anticiparse a las amenazas mediante políticas de seguridad, evaluaciones continuas de riesgo y capacitación permanente de los empleados. Las organizaciones que logran integrar estas prácticas en su estructura cotidiana son las que mejor resisten las crisis digitales.
Las empresas deben de empezar a capacitar a sus empleados en temas de ciberseguridad. - (Imagen Ilustrativa Infobae)El experto señala que este proceso debe partir del conocimiento: comprender qué herramientas se utilizan, cómo se aplican y hasta dónde pueden llegar. La clave está en que los líderes no solo adopten la tecnología, sino que la cuestionen y acompañen su implementación. “Desde el liderazgo debe haber un compromiso muy grande de entender estas herramientas, qué hacen, hasta dónde llegan, cómo impactan y cómo empiezan a ser utilizadas por los colaboradores”, enfatiza.
La evolución de las amenazas digitales ha demostrado que ninguna organización puede enfrentarlas sola. El intercambio de información, la cooperación entre sectores y la colaboración con entidades especializadas son componentes esenciales de una estrategia moderna de ciberseguridad.
Este modelo colaborativo parte de una realidad contundente, mientras los atacantes necesitan acertar solo una vez para causar daño, las empresas deben acertar siempre en su defensa. Por eso, las alianzas, los marcos de acción conjunta y la comunicación interna son hoy pilares fundamentales para mantener la resiliencia.
Aprender sobre ciberseguridad evitará que caigas en estafas de internet. (Imagen Ilustrativa Infobae)En ese sentido, el liderazgo empresarial tiene la responsabilidad de impulsar una cultura basada en la vigilancia continua, la transparencia y la confianza. La seguridad digital deja de ser una barrera técnica para convertirse en una actitud colectiva, en una forma de trabajo que atraviesa todos los niveles de la organización.
De acuerdo a Lodoño, la ciberseguridad ya no puede verse como un área aislada: es un reto transversal que requiere colaboración, conciencia y visión de futuro. Solo así las empresas podrán convertir la inteligencia artificial en una aliada del progreso, y no en una fuente de vulnerabilidad.
hace 20 horas
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