
Meryl Streep, figura destacada del cine internacional, volvió a captar la atención pública en 2025 durante la filmación de “El diablo viste a la moda 2″. Con 76 años, la actriz estadounidense reapareció en el set caracterizada como Miranda Priestly, ícono de la moda y el cine contemporáneo.
Durante más de cuarenta años, la actriz adaptó su estilo a los cambios de la industria, los personajes y la dinámica global de la moda. Cada etapa de su carrera evidenció un enfoque diferente: desde la sobriedad y sutileza de sus inicios, hasta elecciones audaces y sofisticadas en la actualidad.

En los años 80, la actriz consolidó su presencia en la industria cinematográfica con títulos como “Kramer vs. Kramer” y “La decisión de Sophie”.
Durante esa década, su estilo se caracterizó por el uso de prendas discretas, tonos neutros y cortes clásicos que contrastaban con los excesos de la moda de la época.
La actriz apostó por vestidos de seda, trajes con hombreras suaves y blazers de líneas rectas. Este enfoque minimalista transmitía profesionalismo y una elegancia atemporal.
Durante la década siguiente, Streep inclinó su estilo hacia el minimalismo, al optar por prendas relajadas, tejidos livianos y paletas de colores suaves.
Las alfombras rojas de los festivales internacionales mostraron a la actriz con polleras largas, remeras fluidas y capas superpuestas, frecuentemente adornadas con detalles artesanales y accesorios discretos.
Los tonos pasteles y los diseños simples reflejaron un sentido artístico, alineado con su participación en papeles profundos y complejos.

El cambio de siglo trajo consigo una nueva etapa en el guardarropa de Meryl Streep, quien comenzó a colaborar con diseñadores reconocidos y a lucir prendas a medida en eventos oficiales.
Se pudo ver una presencia cada vez más habitual de colores vivos y siluetas.
Vogue subrayó cómo la actriz destacó en los premios Oscar de 2012 con un vestido verde oliva, cuando recibió el galardón por “La dama de hierro”.

Durante la segunda década del siglo XXI, Meryl Streep enfocó su imagen en la elegancia madura, con énfasis en la sostenibilidad ambiental y la comodidad.
Escogió tejidos ecológicos, cortes holgados y prendas atemporales, al colaborar con marcas comprometidas con el respeto al medio ambiente. Harper’s Bazaar señaló que Streep fue una de las primeras grandes estrellas en alinear sus elecciones de vestuario con sus valores personales.

En 2019, la actriz explicó a Harper’s Bazaar: “La ropa es una extensión de mi compromiso con el planeta”.
Esas declaraciones se reflejaron en su decisión de usar vestidos hechos con materiales reciclados y su promoción de la moda ética en galas y premiaciones.

En la actualidad, la actriz mostró una faceta aún más audaz y vanguardista en el circuito de festivales y eventos públicos. Streep incorporó estampados abstractos, combinaciones inesperadas de texturas y accesorios llamativos.
Los diseños con cortes asimétricos y colores vibrantes predominan en sus últimas apariciones, donde colabora con creadores de la nueva generación de la moda mundial.

En una rueda de prensa cubierta por Variety, la actriz expresó: “Siempre quise expresar mi libertad también a través de la moda”.
Los analistas de estilo destacan que, a pesar de la renovación continua, Streep mantiene la sobriedad y el profesionalismo que caracterizan su carrera.

El regreso de Meryl Streep como Miranda Priestly reaviva el interés por la moda y la identidad que transmite cada una de sus elecciones, a la vez que testimonia cómo una figura puede atravesar las tendencias y seguir siendo influyente.