Cómo la educación personalizada con inteligencia artificial revoluciona la escuela tradicional

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MacKenzie Price impulsa una revoluciónMacKenzie Price impulsa una revolución educativa basada en inteligencia artificial y aprendizaje personalizado (Captura de video: Modern Wisdom)

“Los niños deberían amar la escuela”. Con esa convicción, MacKenzie Price, emprendedora y cofundadora de Alpha School, desafía el paradigma educativo tradicional y propone una revolución basada en inteligencia artificial, aprendizaje personalizado y el desarrollo de habilidades para la vida.

En una reciente entrevista con el podcast Modern Wisdom, Price expuso las profundas deficiencias del sistema escolar actual y detalló cómo su modelo alternativo busca transformar la experiencia educativa desde la raíz.

Price sostuvo que el modelo de “un profesor para muchos alumnos”, vigente desde la Revolución Industrial, dejó de responder a las necesidades de los estudiantes y de la sociedad.

El sistema tradicional simplemente no funciona. Un solo docente frente a una clase con niños en niveles de comprensión muy distintos no puede atender las necesidades individuales”, afirmó a Chris Williamson, conductor del podcast Modern Wisdom.

Según la cofundadora de Alpha School, este enfoque masivo e impersonal no solo limita el desarrollo académico, sino que también apaga la motivación y la curiosidad natural de los niños.

Alpha School propone un modeloAlpha School propone un modelo alternativo al sistema tradicional, centrado en la motivación y el desarrollo integral (Captura de video: Modern Wisdom)

Price recordó que, aunque fue una estudiante destacada, nunca disfrutó la escuela: “Me preguntaba por qué tenía que aprender ciertas cosas y sentía que solo debía soportarlo para llegar a la universidad”.

La motivación, según la invitada del podcast, es el factor más determinante en el aprendizaje, mucho más que el nivel o el ritmo de instrucción. “El 90% de lo que hace a un gran estudiante es la motivación”, subrayó.

Sin embargo, el sistema actual, con jornadas largas y tareas repetitivas, erosiona el entusiasmo de los alumnos año tras año. Price citó investigaciones que muestran que el pico de entusiasmo escolar ocurre en el jardín de infancia y disminuye progresivamente hasta el final de la secundaria.

El sistema tradicional erosiona laEl sistema tradicional erosiona la motivación de los alumnos con jornadas largas y tareas repetitivas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, señaló que la estructura escolar apenas deja espacio para enseñar habilidades prácticas y relevantes para la vida, como la gestión financiera, la oratoria o la resolución de problemas cotidianos.

La pandemia de COVID-19, según Price, evidenció aún más las carencias del sistema educativo. “Quedó claro que el producto escolar no es bueno, pero cambiarlo parece una tarea titánica”, comentó en el Modern Wisdom Podcast.

A pesar de la insatisfacción de muchos padres y docentes, la inercia cultural y la falta de alternativas perpetuaron el modelo tradicional. Destacó que, aunque la educación masiva permitió alfabetizar a grandes poblaciones, hoy resulta ineficiente y poco adaptada a un mundo en constante cambio.

Pese a la alfabetización masivaPese a la alfabetización masiva lograda, el modelo escolar tradicional resulta ineficiente y poco adaptado a un mundo en transformación (Crédito: Freepik)

La experiencia personal de la entrevistada como madre fue el detonante para buscar una alternativa. Tras ver cómo su hija, inicialmente entusiasta, perdió el interés por la escuela pública en Austin, Texas, decidió que era momento de reinventar la educación.

Así nació Alpha School, un proyecto que combina tecnología de inteligencia artificial con un enfoque centrado en la motivación y el desarrollo integral del estudiante.

Alpha School opera como una red de escuelas presenciales de jornada completa, donde la jornada académica se concentra en solo dos horas diarias. Los estudiantes, agrupados por edades similares pero con trayectorias personalizadas, inician el día con actividades grupales diseñadas para fomentar el crecimiento personal y la mentalidad de superación.

Luego, cada alumno accede a una plataforma digital que, mediante modelos de lenguaje y visión artificial, adapta el contenido y el ritmo a sus necesidades y habilidades. “Puedes ver a dos niños de la misma edad, uno resolviendo álgebra y otro practicando multiplicaciones, cada uno avanzando a su propio ritmo”, explicó.

Cada alumno avanza a suCada alumno avanza a su propio ritmo gracias a una plataforma digital que adapta contenidos con inteligencia artificial (Imagen Ilustrativa Infobae)

A diferencia de otros enfoques tecnológicos, Alpha School evita el uso de chatbots para prevenir el plagio y la desmotivación. En su lugar, emplea aplicaciones adaptativas y recursos multimedia seleccionados por la inteligencia artificial, que también monitorea el progreso y detecta lagunas en el aprendizaje.

Los docentes, denominados “guías”, no imparten clases magistrales, sino que actúan como mentores y motivadores, ayudando a los estudiantes a identificar sus intereses, superar desafíos y desarrollar confianza. “El rol del maestro se transforma: ya no es quien transmite información, sino quien acompaña y apoya emocionalmente”, señaló Price en Modern Wisdom.

Tras la sesión académica, los alumnos disfrutan de 90 minutos de recreo y, por la tarde, participan en talleres prácticos orientados a habilidades para la vida. Estas actividades incluyen desde triatlones y emprendimiento hasta oratoria, deportes, arte y codificación.

Los alumnos de Alpha SchoolLos alumnos de Alpha School complementan las clases con talleres de arte, deportes, emprendimiento y codificación (Crédito: Freepik)

Un ejemplo destacado es el taller de oratoria, donde los estudiantes preparan discursos, reciben retroalimentación de herramientas de IA y practican ante públicos diversos, desde gatos en refugios hasta audiencias en Nueva York. “El objetivo es que los niños se conviertan en creadores y contribuyentes, no solo consumidores”, enfatizó.

Los resultados académicos de Alpha School, según datos compartidos en Modern Wisdom, sitúan a sus estudiantes en el percentil 99 a nivel nacional, con puntajes promedio en el SAT (prueba estandarizada utilizada en Estados Unidos para evaluar los conocimientos y habilidades académicas de los estudiantes que desean ingresar a la educación superior) de 1.530 sobre 1.600 para los graduados.

El 95% de los estudiantes disfruta la escuela y los egresados destacan por su autonomía. “Llegan a la universidad con la habilidad de aprender por sí mismos y de perseguir sus intereses más allá de los requisitos académicos”, relató Price.

El modelo, sin embargo, enfrenta críticas y limitaciones. Alpha School opera actualmente como una institución privada, con matrículas que oscilan entre USD 25.000 y USD 75.000 anuales, lo que restringe el acceso a familias de altos ingresos.

Price prevé que la inteligenciaPrice prevé que la inteligencia artificial facilitará la expansión de la educación personalizada en el futuro (Imagen Ilustrativa Infobae)

Price admitió que hay efectos de selección, y señaló que la personalización educativa podría ser viable en el sector público si se reasignan recursos y se redefine el rol docente.

También explicó que en Alpha School la tecnología se usa menos que en otras escuelas y se destina al aprendizaje activo, mientras se priorizan la interacción social y el juego al aire libre.

En el final del podcast, Price se mostró optimista sobre la expansión de la educación personalizada y anticipó que los avances en inteligencia artificial facilitarán su acceso a más estudiantes y acelerarán la transformación educativa.

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