En una nueva edición de El Puente, el ciclo de entrevistas de Infobae conducido por Julieta Puente, el especialista en clínica médica y médico cardiólogo Daniel López Rosetti (MN: 62540) fue contundente sobre el rol del movimiento en la salud: “No podés ser feliz sin moverte”.
El experto abordó el vínculo entre actividad física, salud mental y bienestar, y fue categórico sobre la necesidad del movimiento como parte de la vida diaria.
A lo largo de la entrevista, Rosetti profundizó sobre la influencia de las emociones en la vida cotidiana y la percepción de la actividad física. “No somos seres racionales, somos seres emocionales que razonan. No es lo mismo”, expresó. Bajo esa mirada, resaltó que elegir moverse no es solamente una cuestión de lógica, sino de aprender a escuchar lo que el cuerpo y el ánimo requieren a diario.
Además, explicó que el solo hecho de proponerse salir a caminar implica un efecto positivo inmediato en la mente, incluso antes de la acción: “¿Cuándo va a empezar? Mañana. Bueno, los beneficios empiezan hoy”. Y sumó que este gesto es un ejemplo de autocuidado necesario: “Está teniendo un sano egoísmo. La palabra egoísmo es mala, pero se trata de un sano egoísmo que a lo mejor no tenía. Voy a salir a caminar. Lo voy a hacer por mí. Lo necesito, me hace bien. Busco estar bien”.

En su intervención, Rosetti dejó claro que la actividad física no se limita al deporte, sino que incluye todos los movimientos cotidianos: “Si una es la actividad física, que es simplemente lo que te movés, nada más. Mucho, poquito, pero hay actividad física durmiendo porque te movés en la cama, por ejemplo”. Ante la consulta de si cocinar puede contar como actividad física, fue terminante: “Eso es actividad”.
A lo largo de la charla, el médico enfatizó que hasta las acciones más simples tienen valor: “Subís y bajás las escaleras de tu casa, caminás hasta el subte, das vueltas alrededor de la mesa del living. Son snacks de actividad física que suman mucho”.
Al ahondar en los tipos de movimiento, Rosetti explicó: “Actividad física y ejercicio es lo mismo, pero programadamente. Me voy a poner a subir tantas escaleras, voy a hacer cinta deslizante, voy a hacer lo que fuera. Eso es actividad física. Después viene el deporte. El deporte ya tiene normativas, reglas, se compite. Eso ya es actividad deportiva”.

En cuanto a lo recomendado médicamente, puntualizó: “El ejercicio recomendado, básicamente, es el aeróbico, el caminar. Después si aumentás la intensidad vas a cardio, lo cual mejora, es una forma de perfeccionar lo que venías haciendo”.
Rosetti insistió en que moverse produce satisfacción anímica: “Yo te diría que no podés ser feliz sin moverte”.
Para quienes creen que su vida cotidiana es demasiado sedentaria, enfatizó la importancia de hacer algo, por mínimo que parezca: “‘Doctor, yo me muevo poco… ¿tengo que salir?’ ¿Pero tiene un living con una mesa? ‘Sí’. ¿Y puede dar diez vueltas a la mañana a la mesa? ‘Sí’. Y después puede dar diez vueltas al revés. ‘Sí’. Y a la tarde también. ‘Pero eso no es nada, doctor’. Mire, esas vueltas a la mañana y a la tarde son cuarenta vueltas… Y ¿sabe cuánto es cuarenta vueltas? Cuarenta vueltas son infinitamente más que cero vueltas”.
El médico propuso un método para medir el impacto anímico del movimiento: “Tome un papel y haga como si fuera un medidor de 1 a 10 de nivel anímico. El uno es el más bajo posible, diez es batería llena. Bueno, usted va a salir a hacer actividad física. Ponga de 1 a 10 cómo es su estado anímico. Salga a caminar a la velocidad de siempre y un poquito más rápido. Mire, alguien de su edad, en la misma calle, que vaya delante suyo y páselo. Esa velocidad alcanza. Termina de hacer la vuelta programada, vuelve, toma el papel y ve dónde está. Si estaba en tres, lo más probable es que esté en más. Con eso es suficiente”.

En referencia, también, a la utilización del movimiento en salud mental, reiteró la importancia de la actividad física: “Todos los tratamientos para la depresión comienzan e incluyen la actividad física. Camino, doy una vuelta y tengo más energía. Yo creí que iba a gastar energía”.
Sobre la tristeza sugirió una recomendación puntual: “La tristeza es una emoción básica que todos tenemos. Pero yo le diría que si alguien ahora, en este momento siente tristeza, que termine de vernos a nosotros y que salga a caminar cuatro cuadras. Una vuelta manzana. Es muy distinto”.
Para cerrar la charla, relacionó el vínculo mente-cuerpo: “Además, mente y cuerpo es una misma cosa. O sea, no hay diferencia. Lo que pasa en el cuerpo pasa en la cabeza. Y lo que pasa en la cabeza pasa en la microbiota intestinal. Mente cuerpo es una unidad”.
*Fotos: Gastón Taylor