
El uso de la inteligencia artificial generativa evolucionó significativamente durante los últimos años, alcanzando un impacto profundo tanto en las áreas técnicas como en los aspectos emocionales y personales. Según un informe publicado por Marc Zao-Sanders en la revista Harvard Business Review, los nuevos casos de uso en 2025 reflejan un cambio en cómo las personas aplican esta tecnología, ahora más enfocada en el crecimiento personal y la autorrealización.
El autor indicó que los tres principales usos identificados en el informe “2025 Top-100 Generative AI Use Case Report” son: terapia y compañerismo, organización de la vida personal y búsqueda de propósito. Estas categorías reflejan un giro hacia el autodescubrimiento y el bienestar emocional, con usuarios que recurren a los modelos lingüísticos para afrontar traumas, gestionar sus rutinas diarias y tomar decisiones significativas sobre sus vidas.
El informe revela, además, que han surgido 38 nuevas entradas en el listado de los 100 principales usos de la IA respecto al año anterior, lo que indica un ecosistema aún en rápida transformación. Entre las nuevas aplicaciones destacan también la mejora del aprendizaje autodidacta, la planificación de viajes detallados, el apoyo en la apelación de multas y la gestión nutricional personalizada.
El interés por estos modelos ha crecido exponencialmente gracias a su capacidad para adaptarse a necesidades personalizadas y complejas. OpenAI, por ejemplo, lanzó varios modelos unificados, mientras que empresas como DeepSeek y Grok han ampliado las opciones en un mercado competitivo. Asimismo, Google introdujo su generador de podcasts, NotebookLM, como parte de una tendencia que apunta a diversificar las herramientas que ofrecen los modelos de lenguaje. Tal como explica el artículo, la IA cada vez “permite nuevas formas de interacción, incluida la integración con comandos de voz, que hacen posible usarla incluso mientras conducimos”.

Además de las aplicaciones tradicionales ligadas a lo técnico, los modelos de IA generativa están siendo cada vez más utilizados para tareas profundamente humanas, desde procesar emociones hasta mejorar la organización personal. Según Zao-Sanders, una tendencia destacada radica en que los usuarios están explotando la IA para “organizar mi vida”, el segundo caso de uso más popular en el ranking de 2025. Un usuario comentó: “Acabo de pedirle [a un modelo de IA] que me cree un calendario para limpiar y organizar mi casa antes de que tengamos invitados”.
Por otro lado, el reporte subraya que “el aprendizaje también sigue siendo una categoría clave”, situándose en el cuarto lugar. Un ejemplo de ello es el testimonio de un usuario que utiliza Chat GPT como guía de estudio para temas educativos que no son completamente cubiertos por los cursos virtuales: “Esto me ayuda a reforzar lo que estoy aprendiendo, y hasta ahora ha sido tremendamente útil”.
Estos cambios también reflejan una apertura hacia el acompañamiento psicológico. En regiones con un acceso limitado a servicios de salud mental, como Sudáfrica, los grandes modelos lingüísticos se han convertido en alternativas accesibles para procesar emociones complejas. Un usuario explicó que estas tecnologías “están al alcance de todos y pueden ayudar, aunque la seguridad de los datos no sea una prioridad cuando tu salud se deteriora”.

La búsqueda de propósito y el mejoramiento de las capacidades intelectuales y emocionales representan otra faceta crucial del uso de estas herramientas, según indicó Zao-Sanders para Harvard Business Review.
El tercer caso en el ranking es “encontrar un propósito”, una categoría en la que los usuarios describen cómo utilizan IA para identificar valores personales, superar obstáculos y fomentar el autodesarrollo. Esto incluye consejos sobre cómo estructurar objetivos y replantear desafíos.
Además, el informe muestra cómo la tecnología puede fomentar la creatividad y la exploración psicológica sin temor al juicio humano. Según Allie Miller, asesora de IA de Fortune 500, “la falta de juicio y la exploración sin restricciones la convierten en un terreno ideal para los grandes sueños y objetivos a medio formar”.

Sin embargo, no todo es positivo en la relación entre los usuarios y la IA. Según la investigación, existe una creciente preocupación sobre la dependencia excesiva de estas tecnologías.
Algunos usuarios han admitido sentirse menos dispuestos a resolver problemas por su cuenta: “Definitivamente me estoy volviendo más dependiente de ella. Solo recurro a la GPT en lugar de usar mi cerebro para una tarea compleja”. Pero el estudio también registra opiniones contrarias que celebran cómo la IA fomenta un aprendizaje más profundo y accesible.
Por su parte, en sectores educativos y profesionales, la IA generativa despierta inquietudes sobre sus implicaciones en la formación académica y el pensamiento crítico de los más jóvenes. Padres y educadores temen que, al utilizar los modelos para resolver tareas escolares en segundos, se limite el desarrollo de sus habilidades cognitivas.
Un aspecto recurrente giró en torno al impacto de esta tecnología en proyectos educativos a nivel universitario. Según Harvard Business Review, muchos estudiantes recurren a la IA para “producción inmediata y de alta calidad de ensayos académicos”, redefiniendo las normas de los sistemas educativos tradicionales.
En 2025, los usuarios parecen demostrar una comprensión más precisa de los límites de la IA generativa y su capacidad para adaptarse a diferentes requisitos. Sin embargo, este enfoque también se combina con críticas sobre temas como la privacidad de datos. Un usuario, citado por el artículo, expresó su desencanto ante el uso de información personal por parte de grandes compañías tecnológicas: “Mi banco, mis tarjetas de crédito, mis aplicaciones y hasta mis pedidos de comida tienen mis datos personales”.
Por otro lado, se destacó una ironía presente entre las críticas de los usuarios. Algunos consideraron que las restricciones de memoria de los modelos, debido a las nuevas políticas, limitan su efectividad: “Me parece una locura imponer unas restricciones de almacenamiento de memoria tan estrictas”, explicó Zao-Sanders en el informe.

Según el análisis presentado por HBR, el horizonte de esta tecnología continuará ampliándose, tanto con aplicaciones nuevas como con ajustes para enfrentar preocupaciones éticas y de seguridad.
Los usuarios ahora demandan que los modelos de IA salgan del ámbito de la asesoría básica para asumir roles más autónomos y con capacidad “agentiva”. Un ejemplo de esta ambición es el deseo de algunos usuarios de que la IA sea capaz de realizar tareas concretas como cancelar suscripciones de manera automática, detalla el informe.
A medida que los modelos de inteligencia artificial generativa evolucionan, parece innegable que están revolucionando una amplia gama de sectores, desde la educación hasta la salud mental. Sin embargo, las preocupaciones sobre privacidad y dependencia resaltan la importancia de un enfoque equilibrado en su desarrollo. Con el tiempo, el debate continuará sobre si estos avances realmente contribuyen a mejorar nuestras capacidades o si, por el contrario, generan una brecha en nuestra independencia intelectual.
Marc Zao-Sanders concluye que, aunque el desarrollo de la IA continúa, su integración en la vida cotidiana sigue estando marcada por las necesidades humanas básicas de comprensión, conexión y mejora personal. El estudio sugiere que la evolución más significativa no proviene de avances técnicos, sino de cómo las personas adaptan la tecnología a sus vidas.