¿Cómo eliminar los ácaros de casa fácilmente? Lo que hay que saber

hace 6 horas 1
Los ácaros domésticos encuentran suLos ácaros domésticos encuentran su principal refugio en colchones, almohadones y textiles poco ventilados (foto: WikiCommons/Amonipat)

La lucha contra los ácaros domésticos suele concentrarse en el dormitorio, un espacio donde colchones y almohadones ofrecen el ambiente ideal para su proliferación. Estos microorganismos, invisibles a simple vista, encuentran en tejidos, humedad y calor las condiciones idóneas para establecerse y multiplicarse.

Ante su presencia y los riesgos que representan para personas alérgicas, especialistas citados por Mayo Clinic recomiendan una combinación de métodos sencillos y productos específicos para erradicarlos.

La aparición y multiplicación de ácaros en las casas es una consecuencia directa de diferentes condiciones ambientales y hábitos comunes en la vida cotidiana. Estos diminutos artrópodos son prácticamente imperceptibles por su pequeño tamaño, que oscila entre 0,2 y 0,3 milímetros. Su desarrollo y permanencia en los hogares responde a una serie de factores que propician su supervivencia y expansión en colchones, almohadones, alfombras, cortinas y otros tejidos.

Uno de los elementos que más contribuye a la presencia de ácaros es la combinación de temperatura y humedad adecuadas. Los ácaros prosperan en ambientes cálidos, alrededor de los 25 grados Celsius, y en condiciones de humedad relativa superiores al 60%. En estos escenarios, los tejidos naturales como el algodón y la lana, presentes en la ropa de cama, colchones, tapizados y alfombras, permiten que los ácaros encuentren refugio y se multipliquen con facilidad.

Estas superficies ofrecen tanto el microclima necesario como alimento en abundancia, compuesto por las escamas cutáneas que desprenden tanto humanos como mascotas.

Existen indicios y métodos para identificar si una casa tiene la presencia de estos “bichitos”. Uno de los signos más notorios es la salud de quienes viven allí. Las personas alérgicas suelen experimentar síntomas intensos, principalmente durante la noche o al despertar. Entre los síntomas más frecuentes destacan la congestión nasal persistente, estornudos frecuentes, irritación ocular, picores, tos continua y dificultades respiratorias.

Mayo Clinic advierte que estos síntomas pueden agravarse al acostarse, al limpiar o cuando se remueve el polvo, ya que los alérgenos de los ácaros se dispersan temporalmente en el aire. Si hay mascotas que duermen en la habitación, la identificación de la causa puede ser más difícil, puesto que sus residuos también favorecen la presencia de ácaros.

Los ambientes cálidos y húmedosLos ambientes cálidos y húmedos favorecen la proliferación de ácaros en las casas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los ácaros suelen mostrar predilección por tipos de superficies y materiales en los que su presencia suele ser más abundante debido a la oferta constante de alimento, el ambiente protegido y la disponibilidad de humedad.

Los colchones y almohadones constituyen uno de los principales hábitats de los ácaros. Al estar en contacto directo con las personas durante varias horas al día, acumulan fácilmente pequeñas escamas de piel desprendidas, su fuente principal de alimento. Además, la transpiración nocturna y la falta de exposición al sol o ventilación crean un microclima cálido y húmedo, especialmente favorable para estos organismos.

Otros espacios y objetos textiles, como cortinas gruesas, almohadones, cortinas, peluches y tapizados, replican las condiciones adecuadas para el desarrollo de ácaros. La presencia de fibras y tejidos densos, combinada con la retención de humedad ambiental, favorece que estos microorganismos se instalen y multipliquen.

El bicarbonato de sodio se destaca como uno de los remedios más accesibles y avalados para la limpieza profunda de colchones y almohadones. Este ingrediente no solo posee características antibacterianas y desodorizantes, sino que además permite reducir la cantidad de microorganismos presentes en los tejidos. Para aplicar este método, se aconseja espolvorear bicarbonato sobre la superficie y dejarlo actuar antes de aspirar cuidadosamente todo el residuo.

Los aspiradores diseñados específicamente para colchones y tapicerías representan otra herramienta eficaz contra los ácaros. Algunos modelos incorporan lámparas de luz ultravioleta, vibración o sistemas de secado con aire caliente, lo que potencia la eliminación tanto de ácaros como de bacterias resistentes a la succión tradicional.

Además del bicarbonato y los aspiradores específicos, se suman los sprays antiácaros y productos desinfectantes como aliados para tratar distintos tipos de superficies: colchones, alfombras, cortinas, peluches y sillones, entre otros. Estos productos están formulados para combatir ácaros y otros alérgenos sin deteriorar los tejidos. Por su parte, las fundas de colchón y almohadas hipoalergénicas, fabricadas en materiales herméticos y transpirables, cumplen la función de crear una barrera física que limita la penetración y desarrollo de los ácaros dentro de la ropa de cama.

Para lograr un entorno doméstico más seguro frente a los ácaros, los especialistas de Mayo Clinic coinciden en la importancia de complementar estos métodos con hábitos regulares de higiene: cambiar las sábanas semanalmente, lavar la ropa de cama con agua a temperaturas elevadas (mínimo 54 °C), y mantener tanto colchones como almohadones aireados y libres de humedad.

Las fundas hipoalergénicas para colchonesLas fundas hipoalergénicas para colchones y almohadas ayudan a crear una barrera contra los ácaros (foto: Freepik)

Aunque en sí mismos son inofensivos, la reacción alérgica en humanos está asociada a las proteínas presentes en sus excrementos, en particular la denominada Der p1. Esta sustancia, al depositarse en las partículas finas de polvo que flotan en el aire o se acumulan en superficies textiles, es inhalada con facilidad y provoca síntomas en personas susceptibles.

La exposición constante a ellos y los residuos que generan puede tener un impacto significativo en la salud respiratoria, sobre todo en personas con predisposición alérgica. Los síntomas más comunes incluyen congestión nasal, estornudos recurrentes, irritación ocular, tos persistente y dificultad para respirar.

Estos síntomas suelen intensificarse durante la noche, al acostarse, o al realizar actividades que removilizan el polvo, como limpiar o sacudir muebles y textiles. El contacto prolongado y la concentración elevada de alérgenos pueden desencadenar crisis asmáticas y complicaciones más graves, sobre todo en niños, adultos mayores y personas con afecciones respiratorias previas.

Leer artículo completo