La clasificación PEGI y ESRB ayuda a padres a identificar el nivel de violencia en videojuegos para niños y adolescentes. (Imagen Ilustrativa Infobae)Aunque muchos de los que crecimos en los 90 y principios de los 2000 disfrutamos de videojuegos violentos a temprana edad, no significa que nuestros hijos deban seguir el mismo camino y exponerse a contenido que no es apto para ellos, no solo por tratar temas agresivos, sino también por personas que buscan acosarlos o abusar de ellos.
Sin embargo, no siempre resulta evidente saber si un videojuego es realmente apto para menores o si incluye niveles de violencia que puedan resultar perjudiciales según la edad y madurez. Por esta razón, conocer las herramientas y estrategias adecuadas es fundamental para tomar decisiones responsables y fundamentadas.
La carátula de un videojuego muchas veces no proporciona suficiente información sobre su nivel real de violencia. Para identificar si un título resulta inapropiado o violento para niños, existen una serie de indicadores que pueden guiar a padres y responsables:
Observar la jugabilidad y la temática permite detectar si un videojuego premia la violencia o incluye contenido inapropiado. (Imagen Ilustrativa Infobae)- Comprobar la clasificación oficial: sistemas reconocidos como PEGI (Pan European Game Information) en Europa y ESRB (Entertainment Software Rating Board) en América del Norte asignan etiquetas por edad y advierten sobre contenidos sensibles. Estos sistemas aparecen tanto en la portada física de los juegos como en tiendas digitales, acompañados de descripciones del contenido explícito: violencia, lenguaje, sexo, apuestas y otros.
- Analizar la jugabilidad y la temática: un videojuego se considera violento cuando su jugabilidad premia la agresión, el “eliminar por eliminar” o el uso de la violencia física como recurso central. Elementos como sangre abundante, combates explícitos, representaciones realistas del sufrimiento o la muerte, y la estetización de la violencia son señales claras de contenido potencialmente perjudicial.
- Observar la interacción online: es usual que los videojuegos actuales incluyan funciones de conexión a Internet, permitiendo el chat y la competencia directa con miles de personas. En estos espacios pueden circular expresiones agresivas y no siempre existe un filtro efectivo de lenguaje o actitud, lo que puede exponer a los menores a riesgos adicionales.
- Presenciar directamente la experiencia del juego: los padres deben dedicar tiempo a observar partidas, ya sea jugando en familia o al menos mirando gameplays en plataformas como YouTube o Twitch.
Más allá de la tecnología, la implicación parental en la selección y supervisión del tiempo de juego es indispensable. Conversar sobre las experiencias de juego, sus motivaciones y valores, y explicar las razones de cualquier restricción construye una relación de confianza y protección.
El uso de sistemas de clasificación resulta fundamental para identificar la idoneidad de un videojuego para determinadas edades. El sistema europeo PEGI clasifica los títulos en diferentes tramos: PEGI 3, PEGI 7, PEGI 12, PEGI 16 y PEGI 18. Cada categoría cuenta con símbolos específicos y advertencias que apuntan a riesgos concretos presentes en el juego.
El sistema PEGI clasifica los videojuegos en categorías de edad, desde PEGI 3 hasta PEGI 18, según el contenido sensible. (Imagen Ilustrativa Infobae)- PEGI 3 solo incluye contenidos aptos para cualquier edad
- PEGI 7 puede mostrar imágenes o sonidos que asusten a los más pequeños o violencia extremadamente leve
- PEGI 12 introduce violencia no realista, lenguaje levemente inapropiado o alusiones a juegos de azar
- PEGI 16 incorpora violencia o actividad sexual realistas, lenguaje fuerte, y referencias a sustancias adictivas
- PEGI 18 implica violencia extrema, sexo explícito o idealización del consumo de drogas ilegales.
La clasificación por tipo de contenido incluye la detección de:
- Lenguaje soez
- Discriminación
- Drogas
- Miedo
- Apuestas
- Sexo
- Violencia
- Compras integradas
Por ejemplo, títulos como Among Us reciben clasificación PEGI 7 por su nivel de violencia leve (no apto para menores de 7), Fortnite obtiene PEGI 12 debido a violencia leve frecuente (no apto para menores de 12), y Call of Duty se cataloga como PEGI 18 por violencia gráfica y lenguaje fuerte (no apto para menores de 18).
Aunque esto no siempre es una única regla a seguir, porque, por ejemplo, Roblox cuenta con PEGI 7, pero al entrar es fácil encontrar experiencias con alto contenido sexual, violento y de abuso, además de mecánicas de juego que impulsan la inversión de dinero.
La implicación parental y la supervisión directa son claves para garantizar la seguridad digital de los menores en videojuegos. (Imagen Ilustrativa Infobae)Fuera de Europa, la ESRB utiliza etiquetas propias como Everyone (E), Teen (T) y Mature (M), entre otras, pero sigue criterios similares respecto a la presencia de violencia, lenguaje fuerte o contenido sexual.
Además de confiar en la clasificación por edades, el análisis exhaustivo del contenido del juego y la investigación previa son recomendables para garantizar la seguridad digital. Esto permitirá tomar decisiones informadas y entablar una comunicación con los menores para que entiendan a que se están exponiendo.
Limitar el acceso a juegos violentos no implica impedir disfrutar de otro tipo de videojuegos con contenido apto para ellos y, especialmente, que estén alejados del entorno online donde la exposición es más amplia al entablar relaciones con personas desconocidas y escenarios de consumo, para los que no están preparados.
Otros puntos concretos para cuidar la experiencia de juego son:
- Seleccionar videojuegos que correspondan al rango de edad y madurez del menor, combinando sus intereses con criterios de seguridad.
- Implementar reglas claras sobre horarios y tiempo de uso, evitando excesos y alternancia con otras actividades recreativas o familiares.
- Discutir abiertamente el contenido, promoviendo la reflexión conjunta sobre los mensajes, valores y límites.
- Monitorizar cualquier reacción emocional al jugar, ya sea ansiedad, miedo, frustración o conductas imitativas.
hace 7 horas
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