Comisionado de Miami busca limitar mandatos para cambiar paisaje político local

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La iniciativa impediría a cualquier persona elegida dos veces como alcalde o comisionado que pueda postularse nuevamente para ese cargo en el futuro. Además, se aplicaría de manera retroactiva, afectando a quienes ya han ocupado esos puestos en dos ocasiones, sin importar si sus términos fueron consecutivos o alternos.

“El objetivo de la resolución es crear un gobierno más abierto, más diverso, con mayor variedad de ideas, parecido a las comunidades que representa”, explicó Pardo a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Cambio necesario para la política de Miami

Sobre la ciudad de Miami hay una sombra de escándalos y casos de conflictos de intereses que han derivado en investigaciones, demandas judiciales y destituciones de comisionados. La propuesta nace en un contexto en el que muchos residentes manifiestan su descontento con la permanencia prolongada y el reciclaje de ciertos políticos en el poder.

“En campaña, lo primero que me decían todos los residentes era: queremos cambio, esto tiene que parar. Estamos cansados de las mismas personas con los mismos problemas. Miami no merece esto”, enfatizó el comisionado.

Uno de los puntos centrales del argumento del comisionado Pardo es la necesidad de que la Ciudad refleje su diversidad y el frescor de la juventud en el liderazgo político. “En la Comisión de Miami no existe nadie elegido con menos de 60 años. Las nuevas generaciones no están representadas. Hoy día, existe otra forma de pensar, con tecnología, con innovación, y nuevas ideas, que no están presentes en el órgano legislativo de la ciudad”, explicó.

Impacto inmediato en la política local

Si la medida es aprobada por los votantes en 2025, su aplicación sería inmediata y afectaría la configuración política de la ciudad. Entre los funcionarios que se verían impactados están el comisionado de Miami-Dade Keon Hardemon, los excomisionados de Miami Ken Russell y Joe Carollo, que solo podrían aspirar a la alcaldía.

Por su parte, el comisionado Carollo y el alcalde Francis Suárez, quienes han servido al menos 16 años en el gobierno municipal, tampoco podrían aspirar más a ocupar un puesto en la ciudad.

“Lo más importante de esta resolución es que cambia el futuro de la ciudad. Vendrán otras personas, nuevas voces, con formas de pensar distinta, y eso es lo que necesitamos”, afirmó Pardo.

La propuesta también responde a suspicacia de los residentes sobre el uso del poder político por algunos servidores públicos a lo largo de los años, sin límite temporal. Aunque Pardo no acusó directamente a ningún funcionario de corrupción, sí manifestó que existe una fuerte influencia de intereses financieros en las decisiones de la Ciudad.

“Para mí, la corrupción es cuando los intereses con dinero influyen y tienen cierto impacto en las políticas y prácticas de la Ciudad. Para otros, quizás no lo sea, pero yo lo veo así”, señaló.

Peor para cabilderos y lobistas

Uno de los argumentos de Pardo en favor de la reforma es la necesidad de reducir la influencia de los cabilderos en la política de Miami. Los cabilderos, también conocidos como lobistas, son personas o grupos que intentan influir en las decisiones de los funcionarios públicos en favor de intereses privados, corporativos o de ciertos sectores económicos. En muchos casos, los lobistas tienen relaciones cercanas con políticos de larga trayectoria, lo que les permite ejercer un control significativo sobre la formulación de sus políticas.

Según Pardo, la permanencia prolongada de ciertos funcionarios en el gobierno permite que los cabilderos se afiancen en el poder.

“Los cabilderos tienen relaciones con las personas que permanecen en el poder a través de los años. Los conocen, saben cuáles son sus preferencias, y cómo manejarlos. Están empoderados”, explicó.

La limitación de mandatos, argumentó Pardo, obligaría a los cabilderos a empezar de nuevo cada vez que haya un cambio de liderazgo, reduciendo su capacidad de influencia.

“Al cambiar a los funcionarios electos, los cabilderos tienen que adaptarse a nuevas dinámicas y negociar con nuevos líderes, lo que genera incertidumbre y disminuye su poder sobre las decisiones de la Ciudad”, afirmó.

Para el comisionado, esta medida ayudaría a frenar la consolidación de intereses privados en la política municipal y daría mayor peso a las necesidades de los ciudadanos en la toma de decisiones.

“Es lo contrario de lo que algunos dicen. Este cambio no fortalece a los cabilderos, sino que los debilita al interrumpir las relaciones de influencia que han construido a lo largo del tiempo”, insistió.

Otras iniciativas

La propuesta de límites de mandato no es el único cambio estructural los nuevos oficiales electos han impulsado desde que llegaron a la Comisión hace un año. Entre otras iniciativas, destaca la creación del auditor independiente, cuya función es combatir la corrupción y la modificación de los distritos de la ciudad. También están impulsando una propuesta para mejorar la transparencia en los gastos legales del gobierno.

Uno de los cambios más debatidos en la Comisión en la última reunión fue precisamente la rendición de cuentas sobre los honorarios de abogados externos contratados para representar a funcionarios electos en casos de conflicto de intereses. Esta medida, impulsada por el comisionado Miguel Ángel Gabela, establece que el abogado de la ciudad debe informar cuando los honorarios superen los 500.000 dólares en cualquier “caso nuevo”. Fue precisamente la expresión “caso nuevo” utilizada en la redacción de la iniciativa la que hizo a Gabela posponer la discusión para otra reunión ya que su idea es que todos los casos legales abiertos, “nuevos o viejos”, tengan que rendir cuentas.

“El comisionado Gabela y yo estamos tratando de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas”, subrayó Pardo quien también manifestó su interés en hacer coincidir las elecciones municipales con las generales, con el objetivo de aumentar la participación ciudadana. “Una plaga de la ciudad es la baja participación de los votantes en las elecciones municipales, tanto como un 12%, mientras que en los comicios generales se observa una participación mucho mayor”, explicó.

Otro aspecto en el que el comisionado Pardo está trabajando es la implementación de un código de comportamiento para los funcionarios electos.

“Actualmente, no existe ninguna regulación que establezca cómo deben comportarse los funcionarios. Si un oficial electo está dando información falsa o creando ataques falsos, eso debería estar regulado”, enfatizó.

Nuevo panorama político para la ciudad

La propuesta de Pardo representa una de las reformas más significativas para la política de Miami en los últimos años. Si recibe luz verde en la Comisión y los votantes la aprueban en noviembre, la Ciudad podría experimentar un cambio radical en el panorama político, promoviendo la renovación y limitando la permanencia de los funcionarios en el poder.

“Esta medida cambia la ciudad en términos de futuro. Porque trae diversidad, variedad y nuevas ideas a la mesa. Y eso es lo que realmente necesitamos”, concluyó Pardo.

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