
Casi la tercera parte de los presos de Uruguay está alojada en la cárcel de Santiago Vázquez, el centro penitenciario conocido popularmente como Comcar. El sistema carcelario uruguayo hace tiempo que afronta una crisis por el poco espacio que tiene y el hacinamiento que existe. A esto se le suma la mala alimentación de los reclusos y el acceso a la salud limitado, según han reflejado algunos informes.
El Comcar aloja actualmente a 5.100 presos, casi la tercera parte de todo el sistema y el doble de su capacidad, informó el diario El País. Junto a algunos sectores de la cárcel de Canelones, ubicado a 50 kilómetros de Montevideo, está reconocida como la peor del sistema carcelario uruguayo. En este ranking negativo también aparece el Penal de Libertad, donde hay alojados 1.300 presos y en cuyo predio se construyen tres nuevas cárceles, para 500 reclusos cada una.
“El área metropolitana se está convirtiendo en una bomba de tiempo”, lo definió la senadora del Frente Amplio Bettiana Díaz, quien preside la Comisión Especial del Seguimiento de la Situación Carcelaria de la Asamblea General. “El Comcar es lo peor que tenemos”, sostuvo la legisladora oficialista.

Díaz dijo estar preocupada por la “rueda interminable” que existe por el aumento de la población y el incremento del número de plazas en los centros penitenciarios. Para ella, esto está relacionado con una postura ideológica y política y alertó por posibles “nuevos Comcar”.
Hace dos décadas que la población carcelaria no para de crecer y es una tendencia que se mantiene desde hace unos años. Hay más de 16.000 presos, de los cuales el 40% tienen penas menores a dos años. Estas cifras hacen que Uruguay esté ubicado en el primer lugar de América del Sur en presos por habitante y entre los primeros 10 del mundo.
“Las muy malas condiciones carcelarias de hoy son la fuente de muchos de los delitos del mañana. No habrá seguridad pública sólida sin un sistema penitenciario técnico, rehabilitador y con recursos”, dice un informe elaborado por el titular de la Oficina del Comisionado Parlamentario para el sistema penitenciario uruguayo, Juan Miguel Petit.

También se está construyendo una nueva cárcel para mujeres al lado de la cárcel Punta de Rieles. Para la senadora Díaz, esto generaría una “nueva ciudad carcelaria” que albergará a 3.000 personas.
Petit plantea que Uruguay necesita hacer un “pacto de Estado” respecto a la situación de las cárceles y una reforma integral de la política criminal. Entre las cifras que menciona, señaló que en lo que va del siglo, la cantidad de presos aumenta anualmente un 6%. En el caso de las mujeres, el incremento es del 18%.
“Uno puede decir: ‘Bueno, pero si cometieron un delito, tienen que ir presos’. Hoy en día, todos los académicos estudiosos y la bibliografía internacional dicen que, dentro del Derecho Penal, la cárcel es el último recurso”, señaló el experto.
Según el comisionado para las cárceles, al menos el 10% de las personas que hoy están penadas de libertad podrían estar en un sistema de medidas alternativas. “Y creo que me quedo corto”, aseguró.
Meses atrás, al presentar un nuevo informe, Petit propuso una política “fuertemente diferenciada” para las mujeres, un programa nacional de Educación en Cárceles y un módulo de salud mental y carné de salud penitenciario.
El diagnóstico de las cárceles uruguayas se reitera desde hace años. De hecho, fue mencionado en el informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos. Las condiciones de prisión y centros de reclusión en 2023 eran “malas e inhumanas” en varias de las instalaciones carcelarias por el “hacinamiento, las malas condiciones sanitarias, la atención médica inadecuada y los altos niveles de violencia entre los reclusos”, advierte el texto.