Científicos plantean que un misterioso cráter en el Mar del Norte se originó por el impacto de un asteroide

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Un equipo dirigido por elUn equipo dirigido por el Dr. Uisdean Nicholson empleó imágenes sísmicas, análisis de detritos y modelos numéricos para demostrar que el Silverpit se formó tras el choque de un objeto de aproximadamente 160 metros de ancho, con pruebas decisivas halladas en muestras de cuarzo y feldespato impactados (Imagen ilustrativa Infobae)

La resolución de un antiguo debate científico ha situado al cráter Silverpit del sur del Mar del Norte entre los ejemplos de impactos de asteroides en la Tierra.

Un equipo liderado por el Dr. Uisdean Nicholson de la Universidad Heriot-Watt ha presentado pruebas de que esta estructura, ubicada a 700 metros bajo el lecho marino y a unos 130 kilómetros de la costa de Yorkshire, se formó tras el choque de un asteroide o cometa hace entre 43 y 46 millones de años. Los resultados, publicados en Nature Communications, zanjan una controversia que se mantenía desde el descubrimiento del cráter en 2002.

El cráter Silverpit, de 3 kilómetros de diámetro y rodeado por una zona de fallas circulares de 20 kilómetros de ancho, había sido objeto de intensos debates entre geólogos. Los primeros análisis destacaron la presencia de un pico central, la forma circular y las fallas concéntricas, rasgos típicos de impactos de alta velocidad. No obstante, surgieron hipótesis alternativas que atribuían la formación a procesos internos, como el ascenso de sal a gran profundidad o el colapso del lecho marino por actividad volcánica.

El proceso de investigación incorporóEl proceso de investigación incorporó muestras extraídas de un pozo petrolero cerca del cráter, donde se encontraron cristales raros de cuarzo y feldespato impactados a la misma profundidad que el fondo de la estructura, hallazgo considerado una verdadera “aguja en un pajar” por la dificultad de encontrar rastros tan claros (Imagen Ilustrativa Infobae)

En 2009, la comunidad geológica sometió a votación el origen del cráter, según recogió la revista Geoscientist en su edición de diciembre de ese año. La mayoría de los expertos se inclinó entonces por descartar la hipótesis del impacto. Sin embargo, las nuevas evidencias obtenidas por el equipo de la Universidad Heriot-Watt han revertido ese consenso.

El grupo dirigido por el Dr. Nicholson empleó imágenes sísmicas de última generación, análisis microscópicos de detritos de roca y modelos numéricos para examinar la estructura. Según explicó el propio Dr. Nicholson, sedimentólogo de la Escuela de Energía, Geociencia, Infraestructura y Sociedad de la Universidad Heriot-Watt, “las nuevas imágenes sísmicas nos han proporcionado una visión sin precedentes del cráter”.

Añadió que “las muestras de un pozo petrolero en el área también revelaron raros cristales de cuarzo y feldespato ‘impactados’ a la misma profundidad que el fondo del cráter”. El investigador subrayó la excepcionalidad del hallazgo: “Tuvimos una suerte excepcional al encontrarlos: un verdadero hallazgo de ‘una aguja en un pajar’. Estos hallazgos demuestran la hipótesis del cráter de impacto sin lugar a dudas, ya que su estructura solo se crea mediante presiones de choque extremas”.

El análisis detallado permitió reconstruirEl análisis detallado permitió reconstruir que el impacto del asteroide generó una cortina de roca y agua de más de 1,5 kilómetros de altura, seguida por un colapso que provocó un tsunami de más de 100 metros, evidenciando la magnitud del evento en el sur del Mar del Norte (Imagen ilustrativa Infobae)

El análisis permitió reconstruir el evento: “Nuestra evidencia muestra que un asteroide de 160 metros de ancho impactó el lecho marino en un ángulo bajo desde el oeste”, detalló el Dr. Nicholson. El impacto generó en minutos “una cortina de roca y agua de 1,5 kilómetros de altura que luego se derrumbó en el mar, creando un tsunami de más de 100 metros de altura”.

El profesor Gareth Collins del Imperial College de Londres, quien participó en el debate de 2009 y aportó los modelos numéricos para el nuevo estudio, manifestó su satisfacción por el desenlace: “Siempre pensé que la hipótesis del impacto era la explicación más sencilla y la más coherente con las observaciones”, afirmó el profesor Collins. Añadió: “Es muy gratificante haber encontrado finalmente la solución milagrosa. Ahora podemos continuar con la emocionante tarea de utilizar los nuevos y asombrosos datos para aprender más sobre cómo los impactos moldean los planetas bajo la superficie, algo realmente difícil de hacer en otros planetas”.

El Dr. Nicholson destacó la rareza y el estado de conservación de Silverpit: “Silverpit es un cráter de impacto de hipervelocidad raro y excepcionalmente conservado”. Explicó que “estos son raros porque la Tierra es un planeta muy dinámico: la tectónica de placas y la erosión destruyen casi todos los rastros de la mayoría de estos eventos”. Actualmente, se han confirmado alrededor de 200 cráteres de impacto en la Tierra, de los cuales solo 33 se encuentran bajo el océano.

El sedimentólogo Uisdean Nicholson enfatizóEl sedimentólogo Uisdean Nicholson enfatizó la calidad de las nuevas imágenes sísmicas, explicando que proporcionaron una visión inédita y clara de la estructura, lo que resultó decisivo para resolver una controversia científica que se mantenía desde hace dos décadas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El investigador subrayó la relevancia de estos hallazgos para comprender la historia planetaria y anticipar riesgos futuros: “Podemos utilizar estos hallazgos para comprender cómo los impactos de asteroides moldearon nuestro planeta a lo largo de la historia, así como predecir qué podría suceder si se produjera una colisión de asteroides en el futuro”.

La confirmación de Silverpit como cráter de impacto lo sitúa junto a otras estructuras emblemáticas como el cráter Chicxulub en México, relacionado con la extinción de los dinosaurios, y el cráter Nadir frente a la costa de África occidental, recientemente reconocido también como resultado de un impacto.

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