
“Por primera vez, realmente tengo el control de mi destino, y eso se siente muy bien”, aseguró Christina Haack, resumiendo el significado que adquirió su tercer divorcio y la profunda transformación personal que atraviesa actualmente.
La reconocida inversora y presentadora estadounidense de HGTV compartió su experiencia más reciente y la nueva etapa de su vida en una entrevista exclusiva con People, donde manifestó su convicción de enfocarse en el presente y valorar la tranquilidad.

El verano de 2024 significó el cierre definitivo del matrimonio entre Haack y Josh Hall. Lejos de considerarlo un mero punto de partida, la conductora interpreta este proceso como una oportunidad única para reinventarse. “No lo veo como empezar de nuevo, y mucho menos por cuarta vez. Eso me hace estremecer”, admitió la celebridad de 42 años.
Asimismo, reveló que los problemas con Hall comenzaron varios años antes de hacerse públicos. Ni siquiera deseaba grabar la primera temporada de The Flip Off junto a él, ya que la relación ya se encontraba debilitada.
El entorno profesional y personal de Haack era consciente del malestar. Incluso Tarek El Moussa, su exesposo y compañero de pantalla, llegó a bromear: “Ustedes se van a separar en el segundo episodio y luego el programa seguirá y todo estará bien”.
Finalmente, la ruptura se materializó frente a las cámaras durante el episodio de estreno de la segunda temporada, sorprendiendo a la audiencia con un momento honesto de vulnerabilidad y perdón compartido entre Haack y El Moussa.

Uno de los cambios más notorios en la vida de la presentadora es la relación saludable y cooperativa con su familia extendida. La evolución junto a Tarek El Moussa, con quien comparte dos hijos —Taylor, de 15 años, y Brayden, de 10—, ha pasado de tensas situaciones del pasado a un sistema de apoyo mutuo y cordialidad.
La relación con Heather Rae, actual esposa de Tarek, también experimentó un cambio significativo. Tras el episodio de tensión durante un partido infantil, ambas iniciaron una etapa de cercanía. “Ahora nos enviamos mensajes, salimos a cenar solas o con los niños. Somos prácticamente amigas”, relató la entrevistada.
En esta sintonía, la familia mantiene celebraciones conjuntas y recientemente disfrutaron de un viaje solo para adultos a Las Vegas por el cumpleaños de Haack, lo que refleja el nuevo espíritu de integración y respeto entre todos los integrantes.

Otra pieza clave en la vida de esta personalidad es la cordialidad alcanzada con su segundo esposo, Ant Anstead, de quien se separó en 2020 tras una disputa pública por la custodia de su hijo Hudson, de 6 años. La noticia del reciente divorcio de Haack propició un acercamiento genuino y comentó: “Cuando Josh y yo nos separamos, Ant y yo tuvimos una conversación sincera y él me dijo: ‘Quiero criar a Hudson como tú y Tarek lo hacen’”.
En la actualidad, Haack y Anstead asisten juntos a eventos escolares y partidos de fútbol, coordinando la crianza junto a la actriz Renée Zellweger, pareja de Anstead. “Mis relaciones con todos mejoraron después de la separación de Hall, y ahora nos valoramos mucho más”, afirmó la conductora, quien enfatizó que los niños disfrutan de la buena convivencia y pueden compartir su tiempo con todos.
Haack experimentó estos cambios en paralelo a la filmación de la segunda temporada de The Flip Off. Esta edición del programa no solo expuso la ruptura con Hall, sino que ofreció el escenario para una emotiva reconciliación con El Moussa, gesto que implicó perdón mutuo y emociones compartidas con todo el equipo de producción.
La presentadora valora la importancia del momento y confesó: “Soy muy buena para soltar el pasado, y Tarek también. A lo largo de los años hemos hablado y nos hemos disculpado, pero nunca en cámara ni de esa manera”.

Desde hace un año, Christina Haack mantiene una relación con Chris Larocca, empresario de 52 años. Ambos han optado por una dinámica marcada por la tranquilidad, la ausencia de presiones y la decisión de no planificar compromisos formales ni hijos en común.
“No estamos hablando de casarnos. No estamos hablando de comprometernos. Nos lo estamos tomando con calma. Lo prometo. No vamos a tener hijos juntos. No tenemos prisa. No tenemos un calendario”, subrayó con contundencia durante la charla.
Este enfoque permite que cada uno conserve su independencia y rutina, lo que, según ella, facilita un clima familiar sereno y la posibilidad de disfrutar plenamente el presente, sin radares, ni comunicación por radio respecto al futuro.

El cierre de ciclos y la aceptación de nuevas circunstancias fueron parte fundamental en su transformación. “No voy a decir que lo tengo todo resuelto. Sigo aprendiendo. Sigo siendo un trabajo en progreso. Y agradezco mis errores”, reconoció la conductora.
Frente a este contexto, afirmó, su mayor satisfacción proviene de la armonía alcanzada y de valorar lo que sucede hoy. A propósito de ello, admitió: “Aprendí a priorizar el presente y a dejar de lado expectativas rígidas”.
Con la mirada puesta en el futuro, pero sin ansiedad ni apuro, Christina Haack abraza una etapa de estabilidad y plenitud, convencida de que la auténtica libertad reside en apreciar cada instante y encontrar los motivos para sentirse plena.