Los abogados de Sean “Diddy” Combs presentaron una moción para solicitar la absolución del rapero o, en su defecto, un nuevo juicio, luego de haber sido declarado, a principios de julio, culpable de dos cargos de prostitución.
De acuerdo con el portal TMZ, los abogados argumentan que Combs no violó la Ley Mann, una legislación federal que penaliza el transporte de personas entre estados de Estados Unidos para participar en actividades sexuales ilícitas.
“Hasta donde sabemos, el sr. Combs es la única persona condenada por violar el estatuto por una conducta similar a esta“, se lee en la moción.
El equipo legal del fundador de Bad Boy Records sostiene que las mujeres que participaron en orgías llamadas “freak-offs” no eran vulnerables ni fueron explotadas, y que Combs nunca tuvo relaciones sexuales con prostitutas, como se insinuó en el juicio.
Según los abogados, Diddy contrataba legalmente a “acompañantes masculinos o bailarines”, quienes eran pagados por su tiempo y, en muchos casos, eran amigos cercanos de su entonces novia, Cassie Ventura, y de otra mujer identificada como Jane Doe. Además de afirmar que todo eran actuaciones que graban en video para ser vistas después.
“Los freak-offs y las noches de hotel eran actuaciones que él o sus novias normalmente grababan en video para poder verlas más tarde“, señalan los documentos.
En caso de que no se le conceda la absolución directa, los abogados están pidiendo un nuevo juicio, argumentando que hubo un “grave perjuicio” durante el proceso original, especialmente por la admisión de pruebas que califican como “infamatorias”, incluyendo un video del 2016 donde se ve a Combs atacando violentamente a Cassie en un hotel, evidencia admitida únicamente debido a cargos relacionados con otra ley y tráfico sexual.
El pasado 2 de julio, Sean ‘Diddy’ Combs, de 55 años, fue absuelto de los cargos más graves por tráfico sexual, pero declarado culpable de dos cargos por prostitución, cada uno con una pena máxima de 10 años de prisión.
Actualmente permanece en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, Nueva York, a la espera de su sentencia, el 3 de octubre.
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