Carlos Alcaraz cae en París y compromete su número uno

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Alcaraz saliendo de la pistaAlcaraz saliendo de la pista tras la derrota en París (Europa Press)

Carlos Alcaraz quedó eliminado en su primera aparición decisiva en París tras caer ante Cameron Norrie. La derrota abre un escenario de incertidumbre para el número 1 del mundo. Este tropiezo, muy por debajo de las expectativas que había generado el español tras su épica temporada, no solo supone una bofetada deportiva, sino que reabre la puerta matemática a Jannik Sinner, aunque con condiciones muy concretas para que el italiano pueda arrebatarle la cima del ranking.

La derrota de Alcaraz en su primer partido serio del torneo sorprendió por la falta de sensación en su juego y por una notable irregularidad en el fondo de la pista. El español, que llegaba al torneo tras una temporada exigente y con la presión añadida de defender puntos importantes de cara al final de año, no logró el nivel que suele garantizarle victorias incluso en los días difíciles. En el encuentro se vieron demasiados errores no forzados en los momentos críticos y una incapacidad para mantener la continuidad en los juegos largos. Algunos de estos factores, junto al gran nivel de Norrie explican mejor su victoria.

Desde el punto de vista físico, Alcaraz mostró señales de fatiga y de falta de ritmo preciso al inicio del partido, algo que él mismo reconoció con comentarios sobre la sensación en la mano y el poco “feeling” con la pelota. Desde el punto de vista táctico, el rival aprovechó la oportunidad para variar ritmos, apuntalar su servicio y forzar al español a jugar por debajo de su umbral óptimo. En conjunto, surge una lectura clara, un día en el que las piezas no encajaron y en el que se materializó la eliminación antes de lo previsto.

La derrota de Alcaraz en París altera las cuentas para la pugna por el número 1. Con la eliminación temprana, el margen de colchón que el español acumulaba se reduce de forma apreciable y da a Jannik Sinner una oportunidad matemática, siempre muy condicionada. Para que Sinner pueda arrebatarle la posición esta semana, necesita el título de París, solo un triunfo total le daría los puntos suficientes para superar a Alcaraz en la clasificación inmediata. Si Sinner levanta la copa, el cambio sería posible pero no necesariamente definitivo. El calendario posterior, con las Nitto ATP Finals en el horizonte, mantiene opciones de vuelta al trono por parte de Alcaraz si consigue rendimientos sólidos en Turín.

Sinner tras vencer en VienaSinner tras vencer en Viena (REUTERS/Lisa Leutner)

Con la eliminación temprana en París, el murciano dependerá más de un gran rendimiento en las Finales de la ATP. Llegar con suficientes victorias de grupo o incluso ser campeón invicto en Turín aumentaría las ocpiones de Sinner de lograr el primer puesto. Se abre de esta forma la puerta en esta semana para que pueda seguir en la pelea, aunque deberá tener un rendimiento casi perfecto en su país, donde los puntos disponibles y los que ambos deben defender hacen la ecuación compleja. Sin embargo, Alcaraz necesita únicamente ganar 3 partidos en las ATP Finals para acabar como número uno, independientemente de lo que haga su rival, ya que el italiano venció en la última edición y no puede sumar más puntos.

El lunes una vez se actualice el ranking, Alcaraz tendrá 11.250 puntos y si Jannik Sinner gana el torneo en la capital francesa se colocará con 11.500 puntos. Es por ello que la actuación del español en Italia debe estar a la altura y conseguir esas tres victorias que le volverían a proclamar como el primero del ranking ATP, contando con que su actual perseguidor triunfe en París.

El impactante punto que consiguió Carlos Alcaraz en el ATP 500 de Tokio

El propio Jannik veía como imposible la opción de conseguir el número uno, tal y como comentaba recientemente, pero aún tiene opciones si rinde a un nivel excepcional en los partidos restantes. Por su parte, Alcaraz tendrá que recuperar sensaciones tras el tropiezo ante Norrie y la lesión de tobillo, para poder llegar con opciones de certificar el número uno del mundo en las ATP Finals de Turín y posteriormente competir con España en las finales de la Copa Davis.

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