Carles Espinosa, podólogo, sobre el éxito de las ‘barefoot’: “No diría que es una revolución, pero es un cambio de concepto”

hace 11 horas 3
El calzado 'barefoot', a examen.El calzado 'barefoot', a examen. (Imagen Composición Infobae)

El auge del calzado ‘barefoot’ ha transformado el mercado y la conversación sobre la salud de los pies. Su creciente popularidad (impulsada por miles de testimonios en redes sociales que aseguran una mejor postura y reducción de dolores) ha generado que cientos de personas ya calcen una de estas zapatillas.

Sin embargo, especialistas como el podólogo Carles Espinosa, profesor de la Universitat de Barcelona y exvicepresidente del Col-legi de Podòlegs de Catalunya, introducen matices y cuestionamientos que desafían el discurso dominante.

La industria también se beneficia del fenómeno. Se estima que el mercado del ‘barefoot’ podría alcanzar los 1.000 millones de dólares para 2031 si continúa con esta tendencia al alza.

El calzado ‘barefoot’ imita la sensación de caminar descalzo mediante una suela delgada, flexible y, en algunos casos, con separación entre dedos. Aunque muchos lo presentan como una auténtica revolución biomecánica, Espinosa llama a la calma: “No diría que es una revolución, pero es un cambio de concepto”, afirmó en el programa RAC1.

El especialista destacó que la principal aportación de estas zapatillas es que pretenden “acercarse lo máximo posible a ir descalzo”. Esta característica, explicó, “Es ideal para una superficie irregular, porque fortaleces la musculatura del pie”.

Sin embargo, también alertó de que no es un producto apto para todas las condiciones: “Es una suela tan delgada que no le recomendaría a un paciente diabético”.

Podólogo. (Freepik)Podólogo. (Freepik)

Muchos usuarios aseguran que el ‘barefoot’ ha eliminado dolores de rodilla, cadera o espalda. No obstante, Espinosa se muestra prudente ante estas expectativas. “Que elimine el dolor de espalda y caderas es cuestionable”, sostuvo.

Sí reconoce que “bajar la altura del talón conlleva ciertos beneficios, siempre que te hayas adaptado”, pero considera erróneo prometer soluciones universales para los dolores articulares.

El podólogo insistió en que la transición debe ser gradual y supervisada. “Un período de adaptación es imprescindible. No se puede hacer de un día para otro”, señaló, en referencia a que cambiar bruscamente de suela o pasar al ‘drop 0′ sin preparación puede provocar sobrecargas, molestias e incluso lesiones.

Donde sí existe un mayor consenso clínico en su uso infantil. Espinosa destacó que este calzado “favorece el crecimiento de los pies, porque es una forma que respeta mucho la morfología del pie”. Además, “los dedos tienen más capacidad para moverse”.

No obstante, volvió a recalcar que su eficacia depende del entorno. “Caminar por la calle tiene sus riesgos, porque es una superficie muy plana, la musculatura no se fortalece tanto como si fuera irregular”, puntualizó.

Detenido un hombre en El Ejido, Almería, por realizar grabaciones de índole sexual con una cámara oculta en su calzado mediante la técnica del “upskirting”

El ‘barefoot’ se caracteriza por:

  • Horma con forma de pie, ancha para permitir la expansión natural de los dedos.
  • Drop 0: sin diferencia de altura entre talón y punta.
  • Suela fina y flexible, que maximiza el contacto con la superficie.
  • Sin amortiguación ni control de pronación, para favorecer el movimiento natural.

Cuando algunos de estos elementos se suavizan —añadiendo amortiguación, control de movimiento o elevando ligeramente el talón— se habla de calzado de transición.

La popularidad del ‘barefoot’ continúa creciendo, impulsada por las estrategias de los comerciantes en redes sociales. Pese a este auge, Espinosa insistió en que debe usarse con criterio profesional y sin promesas exageradas. “No diría que es un calzado bueno para todos”, subrayó.

Leer artículo completo