Cada vez más parecidos

Recuerdo hace unos 25 años atrás, cuando todavía era un niño, que la gente en Venezuela decía "no seremos como Cuba". Hoy, muchos de los que usaban esa frase están arrepentidos. Los hechos demuestran que cada vez el parecido es mayor, tanto que -salvando las distancias geográficas- ambos países son iguales y están manejados de la misma manera.

La política lo mueve todo y el deporte no es ajeno a ello. Durante años hemos visto a decenas de deportistas cubanos desertar. Ahora, por primera vez que se tenga registro, les tocó a los venezolanos.

Diecinueve beisbolistas pidieron asilo en España esta semana. El caso es confuso, pero el génesis es el mismo. Un país arruinado por una dictadura que frustra el sueño de millones de personas. La dictadura de Nicolás Maduro, como era de esperarse, se descargó de culpas y acusó de usar el acto para desacreditar la nefasta gestión.

La noticia resuena como un eco de la historia que por décadas han protagonizado los jugadores cubanos. Durante años, peloteros de la isla han desertado en eventos internacionales, desafiando un régimen que los asfixiaba tanto en lo deportivo como en lo personal. Hoy, el éxodo de los venezolanos sigue esa misma estela, aunque con matices propios de la crisis que atraviesa el país sudamericano.

La disertación, crean o no, empezará a hacerse más popular entre deportistas del país sudamericano. Es verdad que Venezuela y Cuba no son iguales, pero sí lo es el hambre y la miseria con la que se vive, mientras los mismos se aferran al poder.

Una "estrategia" conocida

Atletas, que pudiesen tener mucho futuro, aprovecharán viajes internacionales para poder salir del país, pues muchos no lo hacen por no tener los recursos económicos.

El paralelismo con Cuba es inevitable, pero hay diferencias cruciales. Mientras que los cubanos huían de una dictadura que controlaba hasta sus contratos en las Grandes Ligas, los venezolanos enfrentan un colapso institucional que ha permeado todas las esferas de la sociedad, incluido el deporte. La crisis venezolana no discrimina, y los peloteros que hoy buscan refugio en España son una muestra de cómo incluso una carrera prometedora puede verse truncada por el entorno político.