La alfombra roja del Festival de Venecia 2025 se consolida año a año. El prestigioso evento, que presenta una selección de películas de talla mundial, es también un reflejo de la moda internacional y reúne celebridades que apuestan a la sofisticación y la experimentación en cada elección de vestuario.
Los estilos de la cuarta jornada, giraron en torno a las transparencias, detalles brillantes, tonos clásicos y la sastrería renovada, con protagonistas que encarnaron cada categoría. La red carpet fue una protagonista una vez más.

Las transparencias destacaron como preferidas del evento. Bárbara Palvin deslumbró con un vestido negro largo de silueta entallada, falda translúcida con abertura en la pierna y corset decorado con encaje semitransparente y copas estructuradas. La tela fluida de la falda aportó contraste de texturas.
Molly Sims optó por un diseño negro de encaje translúcido en el cuerpo y mangas largas, acompañado de falda con transparencias y secciones sólidas que dieron volumen y movimiento. Cabello recogido y un collar de perlas blancas acentuaron la elegancia del conjunto.
Chloë Sevigny eligió un vestido corto negro con zona superior y mangas largas de encaje y transparencias, en contraste con la falda satinada y abombada. Todas las propuestas insinuaron la silueta sin perder sofisticación, al fusionar gasa, encajes y efectos translúcidos.

Los vestidos y conjuntos con aplicaciones brillantes fueron centrales en la edición de este año. Molly Sims apareció con un vestido largo beige cubierto de detalles brillantes que reflejaron las luces y añadió una capa satinada del mismo tono.
Emanuela Fanelli apostó por un diseño en beige claro repleto de brillos, al lograr una imagen de fluidez al caminar y realzar la luz natural y artificial del espacio. Suki Waterhouse se inclinó por un conjunto de crop top y falda corta elaborados con grandes lentejuelas doradas y plateadas, combinados con medias negras semitransparentes y zapatos de plataforma, y lograr una visión moderna y atrevida de la tendencia.
Los brillos y metales tomaron todas las gamas, desde naturales y cremas hasta dorados, plateados y beige, al multiplicar los reflejos tanto en looks largos como en minifaldas y conjuntos bicolor.

Tonos icónicos como negro y rojo mantuvieron su protagonismo a través de figuras reconocidas. Paris Jackson lució un vestido largo de cuero negro, escote profundo y cuello con plumas, acompañado de guantes largos de cuero y accesorios al tono, al lograr un resultado poderoso y distinguido.
Mia Goth prefirió un vestido marrón oscuro de tejido liso, estructura minimalista y tirantes finos, que complementó con sandalias negras y un collar plateado voluminoso, y reforzar la sobriedad.
Dentro de las apuestas rojas, Ayo Edebiri eligió un vestido envolvente rojo intenso, con drapeado voluminoso y amplia abertura en la parte trasera; la actriz incorporó pendientes plata y cabello suelto. Esto generó impacto visual.
Karla Sofía Gascón también se sumó con un vestido largo fluido rojo vibrante, escote en V y brazos descubiertos, terminado en conjunto con collar y pulsera plateados. Estos colores retomaron su estatus de sinónimo de elegancia e identidad.

La moda masculina y la relectura de la sastrería clásica ofrecieron alternativas al vestido habitual. Callum Turner optó por un esmoquin con campera blanca de solapas anchas, flor negra en el ojal y pantalón negro clásico, con un efecto visual distinto y sobrio.
Christoph Waltz vistió un esmoquin negro de chaqueta cruzada, camisa y corbata a tono, manteniendo elegancia. Oscar Isaac combinó campera blanca de solapa negra, camisa blanca con pequeños lunares y pantalón negro, al aportar frescura y estilo al omitir la corbata.
Jacob Elordi se vio con esmoquin negro de doble botonadura, pajarita y gafas de sol oscuras. Las diversas combinaciones reflejaron la vigencia del esmoquin clásico junto a nuevas lecturas más relajadas o experimentales, y demostró la flexibilidad de la sastrería en este escenario.
El Festival de Venecia 2025 fue un escenario donde la moda intensificó el diálogo entre códigos tradicionales y tendencias emergentes. Entre transparencias, brillos, clásicos renovados y reinvención de la sastrería, el vestuario reafirmó su relevancia y su capacidad de transformación en cada temporada.