Blanca García-Orea, nutricionista: “Cuando vayas a comprar queso, tienes que ver que llevan estos tres ingredientes clave”

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Diferentes tipos de queso (AdobeDiferentes tipos de queso (Adobe Stock)

En 2024, los españoles comimos, de media, 7,78 kilos de queso por persona, lo que implica que cada hogar destinó, aproximadamente, un 4,10 % del presupuesto asignado a alimentación a la compra de este derivado lácteo. Son datos del Informe anual de consumo alimentario en España, unas cifras que nos muestran el éxito del que goza este ingrediente en nuestras cocinas. Lo disfrutamos a modo de tentempié, en tablas con embutido o acompañando a unos picos como aperitivo. También lo usamos en salsas, pizzas, pastas y otras cientos de recetas que utilizan alguna de las muchísimas variedades de queso que nos ofrecen nuestros supermercados.

Durante años denostado en el mundo de la nutrición, en realidad el queso puede ser un perfecto aliado para nuestra salud, siendo un complemento fundamental para una dieta completa y saludable. Especialmente si elegimos los quesos adecuados. Y es que, como ya sabemos, no todos los quesos son iguales; ni por su lista de ingredientes ni por sus valores nutricionales. Para encontrar aquellos que favorezcan a nuestra salud, nada como escuchar los consejos de un experto.

La nutricionista Blanca García-Orea, experta en alimentación saludable que comparte sus consejos a través de sus redes sociales bajo el nombre de @blancanutri, ha desvelado sus claves para elegir los mejores quesos del supermercado. Y lo esencial es tan sencillo como importante; la lista de ingredientes. “Cuando vayas a comprar queso, tienes que ver que llevan estos tres ingredientes clave: leche, sal y cuajo”, avisa la nutricionista.

Estos tres ingredientes son la base de la elaboración de cualquier queso y, cuanto menos se alargue esta lista, más beneficioso será el producto para nuestra dieta. No obstante, hay algunos elementos extra que muchos lácteos contienen y que no son en absoluto perjudiciales para nuestra salud. La experta los menciona mostrando algunos de sus quesos preferidos del surtido disponible en los supermercados de Mercadona.

La ricotta o el requesón son quesos que se elaboran a partir del suero de la leche y que, como explica Blanca, pueden llevar nata añadida, “que no es mala”, y algunos aditivos, como el ácido láctico (E270), un ingrediente que, según explica, “es un conservante y acidulante que no produce efectos secundarios”.

(Quesoteca)(Quesoteca)

En el caso de otros quesos frescos como el cottage, es bastante común que encontremos en su lista de ingredientes el E202, otro conservante que es, en esencia, la sal de potasio del ácido sórbico, que “tampoco produce ningún efecto secundario”, por lo que es completamente seguro.

Otro de los quesos recomendados por la experta es la burrata, especialmente cuando únicamente lleva leche pasteurizada, nata, sal y cuajo. El queso feta es otro de los favoritos de Blanca. “Me gustan bastante”, reconoce, en parte, por su contenido: solamente lleva leche, sal, fermentos lácticos, cuajo y salmuera, que es agua y sal.

La mozzarella es otro de los preferidos por la nutricionista, especialmente cuando solo lleva la leche, el ácido cítrico y el coagulante microbiano. En el caso de la mozzarella di búfala, un clásico producto italiano, solo debe llevar leche de búfala, sal y cuajo.

(Freepik)(Freepik)

Está claro que no todos los quesos son iguales; tampoco a nivel nutricional. Las diferencias entre unos y otros dependen de la materia prima con la que estén preparados, del proceso de elaboración (adición de aditivos o ingredientes) y de la maduración. El queso mozzarella, por ejemplo, se considera una importante fuente proteica, ya que contiene seis veces más proteínas que la leche de vaca entera. Además, su contenido graso es menor que otros quesos, 16 g por cada cien gramos, y no posee hidratos de carbono.

También son interesantes las propiedades del requesón. Según la Fundación Española de Nutrición, este producto lácteo se puede considerar una importante fuente proteica, puesto que contiene cuatro veces más proteínas que la leche. Además, sus proteínas son de mayor valor biológico que las de otros lácteos, pues el requesón se elabora a partir del suero lácteo; muy rico en seroproteínas (proteínas del suero) que contienen todos los aminoácidos esenciales. Su contenido graso es menor que el de la mayoría de los quesos porque solamente aporta 4 g por cada 100 de producto.

El método para guardar el queso que hace que dure más tiempo y tarde en aparecer el moho, según una experta.

En cuanto al queso feta, este producto tradicional de Grecia, elaborado principalmente con leche de oveja o con una mezcla de leche de oveja y cabra, se distingue por su textura firme y su sabor salado y ácido. Por cada 100 gramos, aporta entre 250 y 270 calorías, 14 a 17 gramos de proteínas y cerca de 20 gramos de grasa, además de tener un alto contenido de sodio. Aporta cantidades importantes de calcio, fósforo y vitaminas del grupo B, especialmente B2 y B12. El proceso de fermentación que sufre reduce la lactosa, lo que permite su consumo ocasional entre algunos intolerantes. Sin embargo, su alto contenido de sal y grasas saturadas exige precaución en personas con hipertensión o que deban limitar estos nutrientes en su dieta.

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