
“Estas fortunas son casi ilegítimas, a menos que se devuelvan de una manera muy inteligente”. Con esta afirmación, Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los filántropos más influyentes del mundo, marcó el tono de una entrevista en profundidad con Jay Shetty, difundida a través del pódcast On Purpose.
Según el programa de Shetty, Gates abordó temas que abarcan desde su infancia hasta sus opiniones sobre inteligencia artificial, educación, salud mental y filantropía. La conversación incluyó anécdotas inéditas y reflexiones personales que ofrecen una visión singular sobre su trayectoria y sus valores.
Bill Gates relató que su compromiso con Microsoft fue total desde sus inicios. “Tuve un enfoque monomaníaco; renunciar a los fines de semana y las vacaciones no fue un gran sacrificio. Lo disfrutaba”, explicó en la entrevista recogida por el pódcast.
En los primeros años, la idea de que las computadoras serían de uso común generaba escepticismo, pero Gates consideraba ese reto como algo estimulante. “Decían que estábamos fuera de la realidad, pero sabíamos que la informática sería parte de la vida cotidiana”, recordó en Jay Shetty Podcast .

La relación con Steve Jobs, cofundador de Apple, también fue mencionada. Gates describió una dinámica de colaboración y competencia. “Trabajamos juntos en varios proyectos, y aunque éramos competitivos, también nos admirábamos mutuamente”, afirmó. Reconoció las habilidades complementarias entre ambos: “Lo que él hacía bien, yo no lo hacía, y viceversa”.
En cuanto al éxito, Gates subrayó la motivación y la pasión por el trabajo como factores centrales. “No se trataba de ganar más dinero, sino de ser parte de algo que empoderaría a las personas”. Además, compartió una de sus citas favoritas: “Sobreestimamos lo que podemos hacer en un año y subestimamos lo que podemos lograr en diez”, mencionó en el podcast.
La familia fue clave en la formación de Gates. Reconoció que, de niño, su curiosidad y energía lo hacían destacar, lo que generaba opiniones divididas entre sus docentes. “Mi capacidad de concentración me ayudó a leer libros extensos y a aplicar esa curiosidad primero a las cartas, luego a las matemáticas y finalmente al software”, relató.
Gates recordó cómo sus padres decidieron enviarlo a terapia, una decisión que con el tiempo consideró acertada. Atribuyó un rol importante al Doctor Cressey, quien le ayudó a canalizar sus emociones y comprender el apoyo de su familia: “Me hizo ver que pelear con mis padres no tenía sentido. Ellos realmente me querían y querían ayudarme”.
La figura de su madre fue especialmente exigente. “Ella siempre esperaba más de mí, y aunque a veces me sentía abrumado, su intensidad fue positiva”, afirmó. En tanto, su padre, William H. Gates Sr., fue un ejemplo de calma y principios sólidos. Gates confesó que siempre subestimó lo valioso que fue su padre y que aún intenta estar a la altura de ese legado.

El cofundador de Microsoft señaló que la motivación es el principal factor en el aprendizaje. “Si tienes un niño muy motivado, la tecnología puede ayudar mucho”, afirmó durante la charla. No obstante, reconoció que la incorporación de computadoras en las aulas no ha transformado la educación como se anticipaba. “La computadora no ha hecho que los niños aprendan mucho más que antes. Todavía creo que podemos cambiar eso, pero el reto es más motivacional que técnico”, mencionó en Jay Shetty Podcast.
En este sentido, Gates mencionó el potencial de la inteligencia artificial (IA) para personalizar la enseñanza. Citó como ejemplo la iniciativa Khan Amigo, apoyada por su fundación, y expresó su esperanza de que los tutores basados en IA puedan adaptarse al nivel de cada estudiante. Aun así, advirtió que todavía es pronto para medir su impacto real.

La salud mental ocupó un lugar destacado en la conversación. Gates relató cómo la terapia fue una herramienta útil en distintas etapas de su vida, especialmente ante situaciones difíciles. “He encontrado útil tener un terapeuta con quien hablar sobre lo que me preocupa”, comentó.
El fallecimiento de personas cercanas, como Paul Allen, cofundador de Microsoft, y su amigo Kent, lo afectó profundamente. “La muerte de Kent fue un shock. Pasé mucho tiempo con sus padres después, pero luego me sentí culpable por no seguir haciéndolo”, confesó. Escribir sobre estas experiencias en su libro le permitió rendir homenaje a quienes marcaron su vida y ofrecer aprendizajes a los demás.

Gates expresó su inquietud por los efectos de la tecnología en la sociedad, especialmente en lo referente a la IA y las redes sociales. “Los algoritmos premian cosas escandalosas, aunque no sean ciertas”, advirtió. A su juicio, la inteligencia artificial es el mayor desafío de la próxima década y requerirá una regulación gubernamental firme para que sus beneficios se distribuyan equitativamente y se minimicen los riesgos.
Sobre la desinformación, Gates lamentó que su generación no haya logrado equilibrar la libertad de expresión con la necesidad de frenar la difusión de falsedades. “Durante la pandemia, la negatividad sobre las vacunas costó muchas vidas. La próxima vez, el impacto de no difundir hechos podría ser mucho más dramático”, alertó en Jay Shetty Podcast.
La conversación concluyó con la visión de Gates sobre el futuro. Para el fundador de Microsoft, la filantropía y la tecnología deben actuar como motores de equidad y bienestar. “Si tienes incluso una fortuna modesta, deberías combinarla con tu talento para hacer del mundo un lugar más justo”, afirmó. Subrayó que la empatía y la solidaridad, encarnadas en la “regla de oro”, son pilares esenciales para afrontar los desafíos del siglo XXI.