Beau, el perro que fue salvado horas antes de ser sacrificado, ahora es el papá amoroso de unos patitos

hace 1 día 3
El mastín italiano pasó deEl mastín italiano pasó de ser erróneamente considerado un perro peligroso a convertirse en el protector ejemplar de un grupo de patitos. (IG: @thedodo)

Beau, un mastín italiano, también conocido como cane corso, fue encontrado en situación de calle y trasladado el 29 de junio a un refugio en Los Ángeles. Al llegar, el personal lo clasificó como un perro agresivo, lo que lo colocó de inmediato en la lista de animales programados para eutanasia.

La fecha decidida para el sacrificio fue el 11 de julio a las 14:00 horas. En los días previos, el miedo que Beau generaba entre los trabajadores fue tal que, durante once días consecutivos, nadie se atrevió a sacarlo de su habitación ni a limpiar su espacio. Como consecuencia, permaneció aislado, viviendo en condiciones insalubres entre su orina y excremento.

La situación salió a la luz gracias a Sarah, voluntaria de la Autoridad de Control de Animales del Área Sureste (SEAACA), a través de una publicación en Instagram. Su testimonio generó una rápida reacción entre usuarios de la plataforma, incluyendo a Antonio (@antonio8557), residente de San Diego, quien decidió intervenir al conocer la fecha límite establecida para la eutanasia.

Con apenas unas horas de margen, y gracias a la colaboración de la organización sin fines de lucro The Animal Pad (TAP), dedicada al rescate de perros en refugios de alta mortalidad en el sur de California y México, se concretó el retiro de Beau del centro de control animal.

De acuerdo con The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales, el perro fue trasladado de inmediato a San Diego, donde Antonio se ofreció a recibirlo en calidad de hogar temporal, con el objetivo inicial de brindarle refugio mientras se localizaba una familia adoptiva definitiva.

El entorno seguro y el apoyo de una familia aliviaron el temor de Beau tras su rescate. (IG: @antonio8557)

Pese a la clasificación de “agresivo” que recibió en el refugio, Beau mostró desde el inicio signos claros de miedo extremo, no de violencia. Al momento del rescate, el animal temblaba de manera incontrolable y fue incapaz de caminar él solo, razón por la que el equipo que lo retiró del refugio tuvo que trasladarlo hasta el vehículo en una jaula con ruedas, cubierta con una manta para evitarle mayor estrés.

Ya en San Diego, el comportamiento de Beau contrastó de inmediato con la etiqueta que lo había condenado. Al salir de la jaula por primera vez, movió la cola de forma sumisa y aceptó croquetas directamente de la mano de una de sus rescatistas, comiendo con gentileza y sin mostrar señales de agresividad.

Pese a su experiencia traumática, el entorno también jugó un papel fundamental en su transformación. La casa de Antonio, con un amplio patio trasero, ofreció al perro el espacio necesario para comenzar a explorar, correr y recuperar confianza. En los primeros días, Beau mostró avances notables y comenzó a relacionarse con los otros animales que convivían en la propiedad.

Entre ellos estaba Pearl, una perra blanca que fue abandonada frente a la casa de Antonio la Nochebuena pasada. Cuando fue rescatada, presentaba claros signos de negligencia, visiblemente desnutrida y padecía una infección severa en la piel que afectaba gran parte de su área posterior. A pesar de sus historiales traumáticos, ambos cánidos generaron un vínculo inmediato.

“Solo es un bebé grande y no es para nada agresivo”, señaló Antonio al describir a Beau. Fue en ese momento cuando comprendió que no se trataba simplemente de un hogar de paso. “Desde el principio, fue amable. Le encantaba el patio trasero, el aire fresco, la simple alegría de correr libre. Traté de que se sintiera cómodo, y él hizo lo mismo conmigo. No tardé mucho en darme cuenta de la verdad: no era solo un perro de acogida. Estaba en casa”, relató.

El vínculo entre Beau yEl vínculo entre Beau y los patitos resalta la capacidad de los animales para superar traumas y construir lazos. (IG: @thedodo)

Superada su adaptación inicial, el siguiente desafío para Beau fue convivir con los animales de corral que ya habitaban en la propiedad, entre ellos gallinas y patos. Aunque Antonio y su familia confiaban plenamente en el temperamento del perro, decidieron supervisar cuidadosamente el primer encuentro.

Para sorpresa de todos, la reacción de Beau no solo fue pacífica, sino profundamente instintiva. Antonio decidió presentarle a cuatro crías de pato, dos de plumaje amarillo y dos de color negro; el mastín los observó en silencio, con las orejas erguidas y la cola inmóvil, en señal de atención.

“Cuando llegaron los patitos, algo hizo clic”, relató Antonio en declaraciones para la agencia especializada Animals Around The Globe. “Los vigilaba si lloraban, se interesó de inmediato en ellos. Era su protector. No un depredador. No era agresivo. Solo una figura paterna de 110 kilos”.

El vínculo entre Beau y los patitos se volvió evidente también en imágenes y videos compartidos en redes sociales, donde puede verse recostado junto a las crías, acompañándolas con calma y sin perder la vigilancia.

En uno de los clips, Antonio le pregunta en tono afectuoso: “¿Ellos son tus bebés, Beau?”, mientras el perro permanece atento a su lado, sin separarse de los pequeños animales.

Leer artículo completo