
Aunque los capibaras son conocidos por su carácter apacible y su facilidad para convivir con otras especies, en el Zoológico de Denver una amistad en particular conquistó el corazón de visitantes y usuarios en redes sociales. Se trata del entrañable vínculo entre Baya, una mona aulladora, y Rebecca, una de estas grandes y simpáticas roedoras con las que comparte hábitat.
“Nuestra mamá mono aullador, Baya, y su capibara, Rebecca, han sido vistas compartiendo abrazos adorables. De nada por la sobredosis de ternura”, publicó la Alianza para la Conservación del Zoológico de Denver en su cuenta oficial de Facebook, acompañado de fotografías que muestran los afectuosos momentos que las hembras comparten.
En una de las imágenes, capturadas por el especialista en cuidado animal Erik Bowker, se observa a la más pequeña abrazada cómodamente a Rebecca, seguida por otra escena en que la primate recarga el rostro contra el cuerpo de su amiga roedora. Finalmente, una tercera fotografía muestra a la Hydrochoerus hydrochaeris con la Alouatta acurrucada sobre su lomo, ambas refugiadas bajo una formación rocosa.
Jessica Newell, curadora asistente del Zoológico de Denver, explicó al noticiero local Axios, citado por la revista PEOPLE, que esta conexión es muy especial: “Creo que Baya simplemente encuentra en Rebecca una amiga reconfortante. La roedora es bastante tranquila, y la primate puede acudir a ella en busca de consuelo y apoyo... Están muy contentas la una con la otra”, declaró la especialista.

Baya llegó recientemente al zoológico como parte de una familia de cuatro monos aulladores provenientes del Zoológico de Brevard, en Florida. Esta reubicación se llevó a cabo como parte de una iniciativa del Plan de Supervivencia de Especies, un programa destinado a proteger animales en peligro mediante el manejo responsable en instituciones acreditadas.
Según la publicación en Instagram del recinto, desde 2022 no se contaba con monos aulladores en el zoológico, por lo que su retorno fue motivo de celebración.
La familia está compuesta por cuatro individuos: Baya, la matriarca de 17 años y de piel más clara; Bruno, su hijo de tres años, el más grande y oscuro, conocido por su rol pacificador; Banjo, de dos años, de tamaño medio y pelaje marrón; y Buster, el más joven. “¡Y es sin duda el más revoltoso!”, comentó el zoológico en la red social.
Por su parte, Rebecca llegó al Zoológico de Denver junto a Roy, un capibara macho, en el año 2021. Los capibaras, nativos de Sudamérica, son conocidos por su carácter social y su capacidad para convivir con otros animales, incluso con potenciales depredadores.
En la naturaleza, los capibaras suelen vivir en grupos que pueden ir de seis a veinte individuos, liderados por un macho alfa que obtiene su posición a través de peleas que, en ocasiones, resultan en lesiones graves o la muerte. También pueden encontrarse ejemplares solitarios, principalmente machos adultos.
El maestro Itzcóatl Maldonado Reséndiz, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó a UNAM Global que los capibaras, debido a su hábitat, han sido vistos compartiendo espacio con tortugas, monos e incluso cocodrilos. “Esto ha contribuido a su fama de ser ‘el amigo de todos los animales’. Si bien es una especie social, es importante precisar que, cuando es necesario, puede volverse agresivo”, aclaró el académico.

La amistad entre Baya y Rebecca ha generado miles de reacciones en redes sociales. “Es su capibara de apoyo emocional”, comentó un usuario en Instagram. Otro añadió: “Los capibaras son las madres universales de la naturaleza. Todos los animales desean recibir ese cariño y cariño”.
“Estamos obsesionados con nuestros capibaras”, escribió el Zoológico de Denver en una publicación anterior celebrando el sexto cumpleaños de Rebecca. De igual manera, rescatan el papel de los primates en el entorno natural, “su presencia es un gran recordatorio de la importancia de la biodiversidad y los beneficios de los ecosistemas sanos y equilibrados”.
Pero además de la ternura que despiertan estas escenas en redes sociales, el recinto ubicado en la ciudad de Colorado invita a sus visitantes a presenciar la convivencia de estos animales en persona. “¡Ven a saludar a nuestros nuevos aulladores y a sus compañeros capibaras en tu próxima visita!”, concluye la publicación que, en su momento, dio la bienvenida a Baya.