Barras de Nacional fueron condenados por pirotecnia: cómo escondieron la bengala que arrojaron en el clásico

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Incidentes el clásico uruguayo entre Peñarol y Nacional

La pirotecnia, un elemento muy utilizado por las hinchadas de fútbol para recibir a sus equipos, está prohibida en el fútbol uruguayo. Por eso, muchas veces los parciales apelan a tirar fuegos artificiales desde el exterior de los estadios cuando los once jugadores entran a la cancha. En julio, los aficionados de Nacional buscaron otros mecanismos: desarrollaron una maniobra para entrar los elementos antes del partido y buscaron cómplices para esconderlos de los controles policiales.

Esta maniobra quedó en evidencia este martes, cuando la Justicia condenó a tres personas –uno de ellos un funcionario del Estadio Centenario– e imputó a otra por el atentado que ocurrió en el partido del 6 de julio entre los grandes del fútbol uruguayo.

En ese partido clásico se definía el Torneo Intermedio. Iban apenas unos minutos cuando desde la tribuna Colombes, adonde va la hinchada del Bolso, lanzaron una bengala náutica hacia la zona de prensa. El proyectil impactó en la ingle de un policía, que debió ser operado de urgencia y sufrió la extirpación de un testículo. El agente terminó internado en cuidados intensivos.

Otras imágenes de la bengala que dejó a una persona herida en el clásico uruguayo

Las bengalas náuticas tienen un alcance de 300 metros, pero entran en el bolsillo de una campera. De hecho, los policías saben que se las puede ingresar a los escenarios deportivos escondiéndolas sobre los bordes interiores de cualquiera de los bombos.

La investigación judicial que se inició buscó también determinar cómo este tipo de proyectiles pudo haber ingresado al estadio ya que se realizan controles previos a la hinchada. De hecho, esos operativos se realizan con la presencia de la División K9, que incluye perros detectores de este tipo de elementos.

Los primeros resultados de la investigación de Fiscalía arrojan luz sobre la maniobra, aunque el caso todavía no está cerrado. Tres hinchas de Nacional fueron condenados tras un proceso abreviado, lo que implica el reconocimiento del delito a cambio de una pena menor. Otra fue imputada. A todos se les adjudicó el delito de asociación para delinquir y estrago, consignó el diario local El País.

Una bengala náutica sale desde la tribuna Colombes, donde estaba la hinchada de Nacional, y agredió a un policía que estaba en la zona de prensa (La Abdón)

Las condenas fueron a 13 meses de prisión que se sustituye con el régimen de libertad a prueba, con medidas de trabajo comunitario durante ocho meses. Además, deben presentarse una vez por semana a la seccional policial y fueron ingresadas a la lista de personas que tienen prohibido ingresar a espectáculos deportivos.

La persona imputada, en tanto, fue enviada a arresto domiciliario con tobillera durante 180 días, mientras avanza la investigación.

El trabajo de la Fiscalía permitió saber que la pirotecnia ingresó a través de los proveedores de comida y bebidas, a quienes se les pagaba, y de un funcionario de la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO), como se le denomina a los administradores del Estadio Centenario. Este trabajador se encargaba de la limpieza y del mantenimiento del principal escenario deportivo uruguayo.

Entre las cuatro personas que fueron judicializadas por este caso, tres son integrantes de la barra de Nacional, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. Los parciales del tricolor reunieron dinero para comprar pirotecnia, entre la que estaba la bengala náutica. La adquisición se hizo a una empresa que pertenecía a uno de los condenados.

Hinchas de Nacional condenados trasHinchas de Nacional condenados tras incidentes en un clásico (REUTERS/Mariana Greif)

El proveedor de alimentos y bebidas del Estadio Centenario se encargaba de ingresar la pirotecnia al Estadio Centenario, pero esta persona todavía no ha logrado ser identificada.

El funcionario de CAFO que fue condenado, en tanto, trabaja hace siete años en el área de mantenimiento y limpieza, y conocía cada rincón del Estadio Centenario. Su rol era esconder la pirotecnia cuando el Ministerio del Interior hacía la revisión del escenario en la previa del partido. Este trabajador era el que acompañaba a los policías a hacer las pesquisas que buscaban evitar que se escondieran cosas.

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