El cuerpo del papa Francisco ya descansa en la basílica de Santa María la Mayor. Millones de católicos en todo el mundo, desde Roma y desde cualquier rincón del planeta, le daban el último adiós ayer al tiempo que se oficiaba el funeral. Pero, la despedida de Barcelona, y más concretamente, la de la Abadía de Montserrat fue particular: durante unos segundos, la silueta de papa creada con drones permaneció en el cielo estrellado de la ciudad condal.
Con motivo de la celebración del milenario de la fundación del monasterio y del día de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña que es cada 26 de abril, los religiosos habían programado este espectáculo de luces con figuras simbólicas relacionadas con la espiritualidad, la historia y el paisaje de Montserrat. De modo, que tras la muerte de sumo pontífice, decidieron incluir su imagen como homenaje y como despedida.
“Sabemos que su alma y su espíritu están en el cielo y que también ha querido unirse a esta fiesta, como siempre ha estado unido a tantos colectivos, a todas las personas de la Iglesia”, ha comentado una de las monjas de la abadía. “La verdad es que eran increíbles y la verdad es que sobre todo ha sido muy sorpresivo. Creo que ha sido la penúltima imagen, que es cuando ha aparecido el Papa Francisco, que realmente, pues yo creo que todos los presentes lo hemos adivinado y ha sido muy emocionante, muy emotivo, la verdad”, añade otro de los asistentes al evento.
La última vez que la talla románica de la ‘Moreneta’ salió fue el 27 de abril de 1997, coincidiendo con los cincuenta años de la entronización de la Virgen de Montserrat. Este domingo, por tercera vez en la historia y por primera vez este siglo, la imagen sale de la basílica coincidiendo con la celebración hoy de su festividad para conmemorar el milenario de la fundación del monasterio benedictino.
La talla ha sido llevada en primera instancia a un bayarte de 1916 restaurado especialmente para la ocasión. Una vez en la plaza, la Virgen está protegida con el tálamo que ya se utilizó en 1947. Para llevarla hasta la plaza, la Virgen ha sido retirada de su trono por el párroco del santuario, el padre Joan M. Mayol, quien la ha entregado al abad de Montserrat, Manel Gasch Hurios, que ha sido el encargado de bajarla hasta la entrada del camarín, donde le esperaban el prior y el subprior de la abadía, Jordi Puigdevall y Bernat Juliol, respectivamente.
Se trata de otro de actos de celebración del milenario del monasterio, que comenzaron ayer con la iluminación del cielo nocturno en el que doscientos drones dibujaron las imágenes de la virgen y, al lado, la del papa Francisco.