Así se rodó “Escape a la victoria”, la película que unió a Pelé, Sylvester Stallone y Michael Caine

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Tráiler de "Escape a la victoria" (1981)

La alianza improbable entre Sylvester Stallone, Pelé y Michael Caine, guiados por John Huston, dio origen a uno de los rodajes más caóticos del cine de los años 80: Escape a la victoria. Estrenada en 1981, reunió figuras del séptimo arte y del fútbol internacional, inspirada en un episodio real de la Segunda Guerra Mundial. Como describe Fotogramas, la película se convirtió en un inusual cruce entre historia, deporte y cine, con un trasfondo tan dramático como el argumento que llevó a pantalla.

La trama se sitúa en un campo de prisioneros bajo ocupación nazi, donde un grupo de aliados acepta disputar un partido de fútbol contra militares alemanes. Esta premisa se basa en el llamado “partido de la muerte” de agosto de 1942, cuando exjugadores del Dinamo de Kiev, prisioneros del Tercer Reich, vencieron a un combinado alemán y sufrieron luego represalias fatales: varios fueron torturados y ejecutados en campos de exterminio.

Huston también se inspiró en el filme húngaro Match en el infierno (1961) y en La gran evasión (1963), referentes clave para recrear la atmósfera y los escenarios de la prisión.

La elección del reparto estuvo marcada por constantes cambios. Inicialmente, los productores consideraron a Lloyd Bridges y Clint Eastwood, mientras que Alain Delon figuró como posible secundario. Diversos problemas apartaron a estos actores.

Más tarde, Roger Moore se barajó para el papel del Capitán John Colby, un exjugador del West Ham, pero finalmente el personaje recayó en Michael Caine, de 47 años, cuya forma física distaba de la de un deportista profesional. Asimismo, reconoció años después que aceptó por el deseo de compartir escenas con Pelé, según Fotogramas.

La incorporación de Sylvester Stallone resultó peculiar. Tras el éxito de las primeras entregas de Rocky, se sumó al proyecto por sugerencia del productor Freddie Fields, quien consideró que encajaría como el capitán canadiense Robert Hatch.

Aunque Stallone no tenía experiencia futbolística y consideraba absurda la premisa de la película, aceptó movido por la oportunidad de trabajar con Huston. El elenco se completó con figuras como Pelé (cabo Luis Fernández), Osvaldo Ardiles, Bobby Moore, John Wark, Kazimierz Deyna, Paul van Himst, Hallvar Thoresen y varios jugadores del Ipswich Town, subcampeón de la liga inglesa ese año.

El elenco incluyó a PeléEl elenco incluyó a Pelé y Sylvester Stallone

La producción en Hungría estuvo marcada por el desorden y la improvisación. El equipo levantó un escenario de más de una hectárea a las afueras de Budapest, con un calendario de cinco semanas. Pronto aparecieron complicaciones: los futbolistas carecían de experiencia actoral y los actores apenas sabían jugar al fútbol.

Se forzó a los deportistas a interpretar papeles y a los actores a moverse en el campo, buscando simular realismo. El legendario portero inglés Gordon Banks se encargó de entrenar a Stallone. Ignorando los consejos del arquero, el actor sufrió una dislocación de hombro y una costilla rota, lo que provocó retrasos en la filmación.

Las limitaciones técnicas también salieron a la luz. Ardiles, centrocampista argentino, calificó de “horribles” las habilidades futbolísticas de Caine y aseguró que “ni siquiera podía correr 20 yardas”.

Ante estas carencias, Huston recurrió a futbolistas profesionales del Ipswich Town, como Kevin Beattie y Paul Cooper, para doblar a Caine y Stallone en las secuencias deportivas más exigentes.

Las dificultades técnicas dieron paso a tensiones personales. Stallone, concentrado en la escritura del guion de Rocky III, mantenía distancia con el equipo y solía llegar tarde, lo que motivó un fuerte reproche de Caine. Pelé obtuvo libertad absoluta para crear todas las jugadas ofensivas que aparecen en el metraje, aportando un sello auténtico que, según Fotogramas, se aprecia en la dirección de fotografía de Gerry Fisher.

Stallone se distanció del equipoStallone se distanció del equipo durante la escritura del guion de Rocky III, generando tensiones en el rodaje

El equipo tuvo que modificar los planes para el partido final. El guion situaba el encuentro en el estadio Olímpico Yves-du-Manoir, en Francia, pero la presencia de edificios modernos complicaba la ambientación histórica.

Finalmente, se utilizó el antiguo estadio Nándor Hidegkuti de Hungría, que ofrecía la capacidad, el estilo arquitectónico y la ausencia de focos de luz artificial necesarios para reproducir la atmósfera de los años 40.

El estreno de la película encontró obstáculos. La escasa popularidad del fútbol en Estados Unidos afectó la venta de entradas, mientras que en Sudamérica y Europa el recibimiento fue mayor. Huston, según Fotogramas, nunca ocultó que aceptó dirigir la película por dinero y más tarde se distanció del resultado final.

La vivencia de Stallone fue amarga: protagonizó varios conflictos durante el rodaje y, tras el estreno, expresó que no disfrutó trabajando con Huston, a quien consideró un director agotado.

Stallone además manifestó que él imaginaba el proyecto como un drama carcelario clásico, pero el resultado le pareció una simple aventura estival, lejana a sus expectativas originales.

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