
A 25 años de haber firmado su primer contrato discográfico, Avril Lavigne, la canadiense que se convirtió en ícono del pop punk a principios de los 2000, continúa vigente y en pleno proceso creativo. Su nombre sigue siendo sinónimo de rebeldía, autenticidad artística y resistencia personal, mientras su estética y música conquistan tanto a viejos fans como a nuevas generaciones a través de redes sociales y giras internacionales.

Nacida el 27 de septiembre de 1984 en Ontario, Canadá, Acreció en Napanee, un pequeño pueblo de apenas 5.000 habitantes. Desde temprana edad mostró aptitudes para la música, interpretando canciones en iglesias, ferias locales y escuelas. Su estilo vocal y presencia escénica captaron rápidamente la atención de representantes de la industria.
Con solo 15 años, firmó su primer contrato discográfico con Arista Records tras una audición improvisada en Nueva York. En 2002, a los 17 años, lanzó su primer álbum Let Go, que se convirtió en un fenómeno global. Con éxitos como Complicated, Sk8er Boi y I’m With You, Avril impuso una nueva estética: adolescente rebelde, con ropa de skater, muñequeras de tachas y una actitud despreocupada que contrastaba con las divas pop del momento como Britney Spears y Christina Aguilera.
En su primer año, Let Go vendió más de 14 millones de copias y convirtió a Avril en una superestrella. Desde entonces, su carrera incluyó álbumes como Under My Skin (2004), The Best Damn Thing (2007), Goodbye Lullaby (2011), Head Above Water (2019) y Love Sux (2022).

Hoy, a sus 40 años, Avril Lavigne continúa luciendo con un estilo que fusiona su esencia punk con toques de sofisticación. Aunque su imagen evolucionó, siguió fiel a ciertos elementos característicos: cabello largo, maquillaje oscuro, atuendos rockeros y una energía juvenil que la identifica.

En 2024, celebró sus cuatro décadas de vida con una gira mundial (Greatest Hits Tour), en la que repasó los éxitos que marcaron a toda una generación. Compartió escenario con bandas como Simple Plan y All Time Low, y fue ovacionada en festivales como Glastonbury y Pinkpop.

Las redes sociales también se convirtieron en una vitrina fundamental para su presente artístico: con más de 13 millones de seguidores en Instagram, Avril publicó con frecuencia momentos de backstage, sesiones de fotos y colaboraciones musicales, como la canción “77” junto a Billy Idol.

Además, demostró un interés renovado por la moda. En 2024, asistió a la Semana de la Alta Costura de París, donde se la vio con un look glam rock que reafirmó su vigencia estética y su conexión con las tendencias contemporáneas.

Uno de los momentos más duros de su vida fue el diagnóstico de la enfermedad de Lyme en 2014. Esta infección bacteriana, transmitida por la picadura de una garrapata, afectó su salud física y mental durante varios años. Lavigne estuvo alejada de los escenarios por largo tiempo, atravesando un cuadro crónico de fatiga, dolores musculares y fiebre, que incluso la llevó a temer por su vida.
En entrevistas, la artista reveló que llegó a “aceptar la muerte” durante los peores momentos. Su regreso se materializó en el disco Head Above Water, cuyas letras reflejaron con crudeza y emotividad el proceso de sanación. Desde entonces, Avril se convirtió en una voz activa en campañas de concientización sobre la enfermedad y creó una fundación para ayudar a personas afectadas por condiciones similares.

Avril Lavigne siempre mantuvo una relación ambivalente con la exposición mediática. A pesar de su fama, suele resguardar aspectos íntimos de su vida. Estuvo casada en dos ocasiones: primero con Deryck Whibley, líder de Sum 41, entre 2006 y 2010; y luego con Chad Kroeger, vocalista de Nickelback, de 2013 a 2015. Ambas relaciones fueron altamente mediáticas.
En años recientes, se la vinculó con artistas como Mod Sun y Tyga, aunque prefiere hablar más de música que de amoríos en entrevistas. También manifestó su cercanía con la espiritualidad, reflejo de su crianza cristiana, y su interés en la filantropía.
Una curiosidad que la acompaña desde hace años es la teoría conspirativa que afirma que Avril fue reemplazada por una doble llamada Melissa Vandella tras supuestamente morir en 2002. Aunque ella lo negó públicamente —incluso con humor—, la teoría persiste como una de las más populares en internet.