Luego de haber acumulado una victoria y un empate en su participación en el Mundial de Clubes, este miércoles River Plate enfrentará una jornada clave en Seattle. En la previa al partido contra el Inter de Milán en el Lumen Field que se disputará a las 22 horas (hora argentina), los hinchas del Millonario organizaron un banderazo para alentar a los once que definirán el futuro del equipo en la competencia.
Como parte de la tradición de la hinchada roja y blanca, cientos de fanáticos se congregaron en Victory Hall, que se encuentra a tan solo unos metros de distancia del estadio, donde el plantel de Marcelo Gallardo cerrará la llave clasificatoria del Grupo E.
Acompañados por los bombos, platillos, banderas, bengalas y camisetas, la hinchada peregrinó desde el punto de encuentro hasta el hotel The Westin, el cual fue elegido como punto de descanso del club de Núñez. Al ritmo de las clásicas canciones que adornan las tribunas, también hubo lugar para las chicanas contra Boca Juniors por haber quedado eliminado este martes contra el Auckland City (1-1).
No obstante, el banderazo contó con una participación especial, debido a que entre los hinchas también estuvo presente el ex presidente de River Rodolfo D’Onofrio. Vestido con la nueva camiseta que utilizará el plantel en esta temporada, el ex dirigente se tomó varias fotografías con los hinchas. Incluso, hubo quienes expresaron que se trataría de una señal de buena suerte de cara al partido que definirá si el club continúa en competencia o regresa a casa.

Una vez que el gentío se aglomeró en la entrada de la morada millonaria, se concretó la llegada del plantel y el cuerpo técnico. Durante las últimas cuadras el micro fue acompañado por los simpatizantes y sus cánticos. Una vez en la puerta del hotel, los jugadores ingresaron al establecimiento, rodeados de la pasión de sus hinchas.
Tal como en otras oportunidades, el “Muñeco” fue la estrella ovacionada por los fanáticos. Además de haber sido el primero en bajar del vehículo oficial, se llevó el cariño de la gente que coreaba su apodo en admiración al director técnico, que se transformó en una figura histórica, tras haberse consagrado como el máximo ganador de títulos en el club.

Segundos después, el resto de los jugadores fueron alentados por los cientos de hinchas presentes. Desde Franco Mastantouno, Gonzalo Montiel, Facundo Colidio, Sebastián Driussi, Gonzalo “Pity” Martínez, Enzo Pérez, hasta Franco Armani se asomaron a estrechar las manos de los seguidores.

River Plate depende de sí mismo para avanzar a los octavos de final del torneo internacional. Una victoria ante el equipo italiano le aseguraría el primer lugar del Grupo E, lo que lo llevaría a enfrentar al segundo clasificado del Grupo F en Charlotte el lunes 30 de junio a las 16:00 (hora de Argentina). En caso de terminar segundo, River jugaría el martes 1 de julio en Atlanta a las 22.
Un empate o una derrota del Monterrey ante Urawa también clasificaría automáticamente a River, sin importar su propio resultado. En cambio, una victoria de Monterrey y un empate o derrota de River dejarán al club argentino eliminado.
Si Monterrey gana y River empata, la clasificación se definirá por criterios de desempate: primero, los puntos en los partidos entre los equipos involucrados, luego diferencia de goles y después cantidad de goles marcados entre ellos, según el artículo 13 del reglamento.
“Si dos o más equipos del mismo grupo tuvieran los mismos puntos tras completar la fase de grupos, se aplicarán los siguientes criterios, en el orden indicado, para determinar su posición”, aclara la norma, que detalla en el siguiente orden “mayor número de puntos obtenidos en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión”, “mayor diferencia de goles en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión”, y“mayor número de goles marcados en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión”.