
Las autoridades federales de Estados Unidos están ejecutando una campaña intensificada para contener una avalancha de dispositivos de vapeo sofisticados e ilegales que, según los funcionarios, están diseñados deliberadamente para atraer a menores de edad y burlar la supervisión de padres y educadores. ABC News obtuvo acceso exclusivo a un almacén federal donde se resguardan millones de unidades incautadas, mientras funcionarios advirtieron que se trata solo de una fracción del volumen total que circula en el país.
Los dispositivos, en su mayoría fabricados en China, imitan objetos comunes como mochilas, estuches para teléfonos móviles, resaltadores o incluso consolas de videojuegos portátiles. Algunos incluyen iluminación LED, conectividad Bluetooth o compartimentos secretos, lo que permite a los adolescentes usarlos sin ser detectados. “Es muy posible que un niño diga: ‘Quiero estos audífonos, quiero esta consola’, y que los padres sin saberlo estén comprando vapes”, reconoció Eric Everson, oficial de Aduanas y Protección Fronteriza (U.S. Customs and Border Protection, CBP), entrevistado por ABC News.
Las incautaciones de estos productos han crecido de forma vertiginosa: en 2024, CBP decomisó productos valorados en 34 millones de dólares, pero en solo los primeros seis meses de 2025, ese monto subió a 60.3 millones. No obstante, las autoridades admiten que se trata apenas de una pequeña muestra del mercado ilícito total.
Los nuevos dispositivos han sido ideados para ocultarse a simple vista. Al estar integrados en objetos de uso cotidiano o escolar, se convierten en herramientas ideales para el consumo oculto de nicotina entre menores. Según las autoridades, este tipo de presentación no es fortuita: busca precisamente esquivar la atención de adultos, maestros y padres.
Algunos de los cartuchos incautados contienen sabores como “pineapple express” o “killer custard blueberry”, pese a la prohibición federal impuesta en 2020 que prohíbe los cartuchos con sabores distintos al tabaco o mentol. Estos productos siguen siendo ampliamente vendidos en tiendas de conveniencia, locales de vaporizadores y plataformas en línea.
En ciudades como Nueva York, el sargento Michael Thorp del Departamento del Sheriff indicó que encuentran estos dispositivos todos los días. “Es importante, porque hay menores comprando estas cosas. Y no se sabe qué contienen exactamente los productos”, declaró a ABC News durante un operativo en varios establecimientos.

El flujo de estos productos ilegales es en gran medida internacional. La Cámara de Comercio Electrónica de China (China Electronics Chamber of Commerce) indicó que Estados Unidos representa cerca de dos tercios de las exportaciones chinas de dispositivos de vapeo. Solo en 2024, se estima que se vendieron 240 millones de vapes ilegales en el territorio estadounidense, una cifra que supera ampliamente el mercado legal, que también mueve miles de millones de dólares cada año.
La magnitud del problema ha llevado a que las instalaciones de almacenamiento de las agencias federales deban ser ampliadas. En Chicago, por ejemplo, las autoridades mantienen más de 4 millones de unidades incautadas en un solo almacén. “Esto es solo una pequeña fracción”, insistió Everson al ser consultado sobre el porcentaje que representan estas confiscaciones en relación al total que circula ilegalmente en el país.
En el estado de Luisiana, agentes del Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (ATF) han encontrado productos escondidos dentro de cajas fuertes, vehículos y estructuras con compartimientos secretos. La situación ha llevado a estas agencias a colaborar entre sí y con fuerzas estatales para fortalecer los operativos de inspección.
La Encuesta Nacional de Tabaco Juvenil 2024 (National Youth Tobacco Survey) reveló que más de 1.6 millones de menores estadounidenses reportaron haber utilizado dispositivos de vapeo durante ese año. A pesar de que las cifras totales han disminuido en comparación con años anteriores, los expertos advierten que la industria ilegal sigue innovando constantemente para captar nuevos usuarios.
Brian King, exfuncionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y ahora vicepresidente de la organización Campaign for Tobacco-Free Kids, advirtió que la estrategia de captación no solo se basa en sabores atractivos, sino también en la publicidad directa a través de redes sociales populares entre jóvenes. “Sabemos que los sabores son atractivos para los menores, pero también lo es la promoción en canales que les resultan familiares, como las redes sociales”, explicó King a ABC News.
La FDA informó que ha enviado más de 800 cartas de advertencia a comercios que continúan vendiendo productos no autorizados, pero reconoció que la disponibilidad en puntos de venta físicos y plataformas digitales sigue siendo generalizada.

La preocupación por el impacto en la salud juvenil también ha escalado al plano político. En abril de este año, más de 24 fiscales generales estatales enviaron una carta conjunta a la administración del gobierno federal solicitando respaldo federal para frenar la entrada de productos ilegales, en su mayoría provenientes de China. “Aunque hacemos lo que podemos desde los estados, su naturaleza y alcance son internacionales”, advirtieron en la carta.
Según expertos citados por ABC News, algunos dispositivos contienen niveles de nicotina equivalentes a 35 cajetillas de cigarrillos, lo que los convierte en altamente adictivos. La FDA confirma que los cigarrillos electrónicos son actualmente el producto de tabaco más consumido entre los jóvenes.
King, desde Campaign for Tobacco-Free Kids, resumió la urgencia de mantener la ofensiva federal: “No podemos conformarnos. El entorno evoluciona rápidamente y debemos asegurarnos de que estos productos no lleguen a manos de los menores”.