
Un hombre de 38 años, identificado como José Juárez Vilches, fue arrestado en Hamilton, Ohio, tras ser acusado de espiar a una menor de 13 años y realizar gestos de índole sexual, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Butler (BCSO).
El incidente, que ha generado preocupación en la comunidad local, ocurrió en una residencia ubicada en S. 13th Street, en las afueras noroeste de Cincinnati, y ha puesto nuevamente en el centro del debate la cuestión de la seguridad fronteriza y la aplicación de las leyes migratorias en Estados Unidos.
La investigación comenzó el 11 de junio, cuando la BCSO recibió una denuncia en la que se señalaba que Juárez Vilches había sido visto mirando por la ventana a una adolescente de 13 años mientras realizaba gestos sexuales.

De acuerdo con el comunicado oficial, la situación se agravó cuando se supo que el sospechoso solicitó a la menor acceso a sus redes sociales con el objetivo de enviarle videos de contenido sexual explícito. Esta información llevó a las autoridades a iniciar una investigación inmediata, en la que participaron tanto la policía local como agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU).
El martes siguiente, los agentes ejecutaron órdenes de arresto por allanamiento criminal y voyeurismo en la mencionada dirección de S. 13th Street. Al llegar al lugar, los oficiales localizaron a Juárez Vilches, quien intentó huir de la escena.
Sin embargo, fue capturado poco después, según detalló la Oficina del Sheriff. Durante el procedimiento de arresto, los agentes encontraron a otras cuatro personas en la vivienda. Tras verificar su estatus migratorio, ICE determinó que estos individuos residían en el país de manera ilegal, por lo que fueron detenidos y trasladados a la cárcel del Condado de Butler, donde permanecen bajo custodia de la agencia federal.
Juárez Vilches enfrenta cargos adicionales por resistencia a la autoridad y obstrucción de la labor policial. La gravedad de los hechos y la naturaleza de los delitos imputados han provocado una respuesta enérgica por parte de las autoridades locales.
El sheriff del Condado de Butler, Richard K. Jones, emitió un comunicado el miércoles en el que expresó: “Durante más de dos décadas, he sido un defensor constante de fronteras seguras y una aplicación estricta de las leyes migratorias. El tiempo para el debate ha terminado, el momento de actuar es ahora”.

El caso de Juárez Vilches no es un hecho aislado en la zona. Apenas dos semanas antes, en el mismo condado y en la misma dirección de S. 13th Street, un inmigrante indocumentado que había sido deportado en ocho ocasiones se declaró culpable del asesinato de un hombre en 2024, según reportó Fox News Digital.
Este antecedente ha intensificado la preocupación de los residentes y de las autoridades sobre la reincidencia delictiva entre personas que han ingresado al país de manera irregular y han sido previamente deportadas. La coincidencia de ambos casos en la misma ubicación ha generado interrogantes sobre la vigilancia y el control de viviendas donde residen inmigrantes sin documentación.
El arresto de Juárez Vilches y la detención de los otros cuatro individuos han puesto de manifiesto la importancia de la cooperación entre agencias locales y federales en la lucha contra el crimen y la inmigración ilegal.
La situación en S. 13th Street ha servido como recordatorio de los desafíos que enfrentan las comunidades en la gestión de la seguridad pública y el control migratorio. Las autoridades han reiterado su compromiso de proteger a los menores y de aplicar la ley con rigor, independientemente del estatus migratorio de los implicados.