MIAMI.- Un hombre fue arrestado el lunes después de interrumpir un servicio religioso el domingo en la iglesia ortodoxa griega St. Andrew, situada en el sector de Kendall, en Miami-Dade, tras supuestamente afirmar que llevaba una bomba en su mochila.
Las autoridades identificaron al sospechoso como Isaac López, de 27 años y origen cubano, quien generó pánico entre los feligreses al concluir la ceremonia, cuando supuestamente gritó "Allahu Akbar" (que significa "Dios es grande" en árabe).
El hombre fue arrestado bajo acusaciones de presunta amenaza terrorista y perturbación de una asamblea religiosa.
Momentos de pánico
El incidente que alteró la paz en la comunidad de St. Andrew ocurrió el pasado domingo. Según el reporte policial, un feligrés notó el comportamiento sospechoso de López, quien llevaba una mochila, y alertó a un acomodador.
Al ser confrontado sobre el contenido de su bolso, López habría respondido tajantemente: "Es una bomba". Luego entregó la mochila al acomodador, quien la guardó en una habitación cercana.
La tensión aumentó cuando una fuerte alarma, similar a una cuenta regresiva, comenzó a sonar desde el interior, lo que interrumpió el servicio.
Testigos relataron que López corrió hacia la habitación, introdujo su teléfono móvil —fuente del sonido— en la mochila y regresó a la ceremonia.
Grito aterrador
El momento de mayor pánico se produjo al finalizar el culto. López se levantó y gritó "Allahu Akbar", "Dios es grande", de acuerdo con las autoridades. Esta acción provocó un temor generalizado entre los asistentes, quienes dijeron haber temido por su seguridad.
La jueza a cargo del caso confirmó la gravedad de la situación durante la audiencia judicial, al señalar que el acusado "dijo dos veces que tenía una bomba", lo que subraya la seriedad de la amenaza percibida por la congregación.
Captura y confesión
Gracias a la colaboración de los responsables de la iglesia, quienes proporcionaron el nombre completo y número de teléfono de López, las autoridades lograron identificarlo rápidamente.
Los investigadores localizaron al sospechoso en una dirección cercana al templo y procedieron a su arresto el lunes sin que opusiera resistencia.
Durante el interrogatorio, los detectives de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade confirmaron que López ofreció una confesión completa de los hechos, aunque los detalles específicos de su declaración no se incluyeron en el informe público.
Graves cargos y consecuencias legales
Isaac López ahora enfrenta dos acusaciones formales: presentar un informe falso sobre la colocación de un explosivo, un delito grave de segundo grado, y perturbar una asamblea religiosa, considerado un delito menor.
La legislación de Florida es especialmente severa en estos casos. El Estatuto 790.163 establece que una falsa amenaza de bomba puede acarrear una pena de hasta 15 años de prisión y multas de hasta 10.000 dólares.
Además, la ley prohíbe la suspensión de la sentencia para este delito, lo que implica que, de ser hallado culpable, López tendría antecedentes penales permanentes.
El sospechoso permanecía detenido en el Centro Correccional Turner Guilford Knight con una fianza fijada en 7.650 dólares.