
El arresto de Cortnie Harris y Corvanntay Baptiste marca un importante desarrollo en la investigación en curso sobre la reciente fuga masiva de una cárcel en Nueva Orleans. El Departamento de Policía del Estado de Louisiana anunció que ambas mujeres fueron detenidos bajo la acusación de ser cómplices después del escape de 10 convictos, un delito grave.
The Washington Post señaló que ambas sospechosas fueron arrestadas debido a evidencias que sugieren su participación activa en ayudar a los reclusos después de su escape. Tras la captura, Harris y Baptiste fueron llevadas al Centro de Detención de Plaquemines, ubicado a unos 48 kilómetros al sur del centro de Nueva Orleans, donde enfrentan cargos que podrían derivar en penas severas.
Según ABC News, de ser halladas culpables de los cargos presentados en su contra, ambas podrían enfrentar una pena de hasta cinco años de prisión, además de una multa de al menos USD 500.
Las acciones de Cortnie Harris y Corvanntay Baptiste, como cómplices en la fuga masiva de la cárcel de Nueva Orleans, revelan una operativa clave que facilitó el escape de los reclusos ahora prófugos. Según las investigaciones llevadas a cabo por la policía estatal, estas dos mujeres desempeñaron roles esenciales al proporcionar apoyo logístico a los presos que lograron evadir la captura inicial.
Antes de que ocurriera la fuga, se descubrió que Harris había mantenido comunicación telefónica con uno de los prófugos que aún sigue sin ser localizado. No solo eso, la mujer también facilitó el transporte de dos de los fugitivos a varias localizaciones dentro de Nueva Orleans, asegurando su movilidad y evasión de las autoridades. Estas acciones apuntan a un nivel de premeditación y coordinación que complica aún más la investigación en curso.
Por su parte, Baptiste fue acusada de mantenerse en contacto a través del teléfono y redes sociales con Corey Boyd, un recluso que logró ser recapturado. La detenida proporcionó asistencia directa al sujeto mientras este se ocultaba en una residencia, gestionando comida para él durante su tiempo en fuga.
Las autoridades han señalado que acciones como la de Harris y Baptiste no solo violan la ley, sino que también comprometen la seguridad comunitaria al permitir que criminales posiblemente peligrosos permanezcan en libertad.

La reciente fuga de diez reclusos de una cárcel en Nueva Orleans desencadenó una compleja operación de búsqueda que involucra a diversas agencias de seguridad, incluyendo el US Marshals y la Policía Estatal de Louisiana. Según ABC News, este escape fue orquestado el viernes 16 de mayo en las primeras horas de la mañana y provocó un estado de alerta a nivel estatal debido a la peligrosidad de los fugitivos, varios de los cuales enfrentan cargos por asesinato o intento de homicidio.
Los presos alcanzaron la libertad a través de un agujero previamente cortado en una pared detrás de un inodoro. Este elaborado escape incluyó pasos precisos: una vez fuera de sus celdas, avanzaron hacia una puerta de un muelle de carga y luego escalaron el muro perimetral usando mantas para protegerse del alambre de púas. Desde allí, tuvieron un camino despejado hacia las vías del tren y posteriormente la interestatal, lo que facilitó su dispersión.
El descubrimiento de la ausencia de los reclusos se produjo a las 8:30 a.m., cuando los funcionarios penitenciarios realizaban un conteo rutinario, marcando un retraso significativo en la activación de la alarma general. Fue hasta las 9:30 a.m. que se le notificó de la emergencia al US Marshals y la Policía Estatal, mientras que la policía de Nueva Orleans recibió el aviso a las 10:30 a.m. Este retraso en la respuesta ha generado críticas debido al tiempo crucial perdido, que pudo haber sido aprovechado para la localización y captura inmediata de los fugitivos.
Cinco de los diez reclusos que escaparon han sido recapturados, incluyendo uno de los más peligrosos que ya cumplía condena por homicidio. No obstante, el paradero de los otros cinco sigue siendo incierto, lo que mantiene movilizadas a las autoridades, quienes trabajan para asegurar que estos individuos no representen un riesgo mayor para el público.