Antonio Rüdiger pide perdón tras perder la cabeza e intentar agredir al árbitro

Real Madrid fue un digno subcampeón que murió de pie en la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona. Sin embargo, regaló una bochornosa imagen con Antonio Rüdiger como protagonista. Este domingo, horas después de toda la polémica, el defensor alemán pidió perdón por su accionar.

A través de un corto comunicado publicado en la stories de su cuenta de Instagram, Rüdiger pidió disculpas por su comportamiento en el que intentó agredir al árbitro.

“Definitivamente, no hay excusa para mi comportamiento de anoche. Lo siento mucho. Jugamos un muy buen partido desde la segunda mitad”, inició.

“Después de 111 minutos ya no pude ayudar a mi equipo y antes del pitido final cometí un error. Lo siento de nuevo, al árbitro y a todos los que decepcioné anoche”, concluyó.

Rüdiger perdió la cabeza contra el árbitro

El FC Barcelona era peor que el Real Madrid, pero al minuto 116 Jules Koundé aprovechó un balón que se quedó corto fuera del área de los merengues y puso el 3-2 con un trallazo raso desde afuera del área.

Los dirigidos por Carlo Ancelotti lo buscaban empatar in extremis de forma desesperada y al minuto 119 Kylian Mbappé regateó y encaró hacia adentro. Lo próximo que venía era el remate desde afuera del área, pero el árbitro decidió sancionar falta a favor del Barca por un ligero toque del francés al rostro del Eric Gracia.

Era la última jugada del Madrid con peligro para empatar y tras la decisión de De Burgos Bengoetxea se esfumó por completo. En ese momento Rüdiger enloqueció por completo y perdió la cabeza.

El alemán saltó del banquillo y arrojó un objeto hacia el árbitro, pero sin llegar a alcanzarle. Así lo describe el acta arbitral. A Rüdiger se le vio fuera de sí y totalmente lleno de ira. Al menos cuatro personas del cuerpo técnico lo tuvieron que agarrar para evitar que se fuera contra la humanidad de alguno de los silbantes.

En la polémica también fueron expulsados Lucas Vázquez por contantes reclamos y Jude Bellingham por abordar de forma violenta y desafiante al árbitro. No es la primera vez que el alemán se ve envuelto en este tipo de polémicas por su temperamento.