Las intensas tormentas que afectan desde el viernes a distintas localidades de la provincia de Buenos Aires provocaron la evacuación de al menos 2.500 personas, según datos oficiales del gobierno bonaerense. Moreno y Salto concentran el mayor número de evacuados, con 180 personas en cada distrito. En total, hay 30 municipios afectados.
Las áreas bajo alerta roja, que incluyen Campana, Bernal, Exaltación de la Cruz, San Antonio de Areco, Zárate, General Las Heras, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Mercedes, San Andrés de Giles y Suipacha, son parte de lo que los expertos definen como un fenómeno que no ocurre desde hace muchos años.
Los datos duros son contundentes: en estas zonas ya se acumularon más de 400 milímetros de lluvia, y se reportaron cortes totales en el Puente Zárate Brazo Largo, las rutas nacionales 8 y 9, y diversos accesos provinciales. Defensa Civil recomendó evitar la circulación en el norte y el oeste del territorio bonaerense debido a la persistencia del temporal.

Se trata de un evento climático significativo afecta a gran parte de la ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y al sur de Santa Fe y de Entre Ríos desde el jueves 15 y que se prevee hasta el domingo 18.
Según explicó a Infobae Cindy Fernández, comunicadora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en una nota reciente con Infobae se anticipan tormentas fuertes durante este período, con acumulados de lluvia variables en distintas regiones.
La especialista explicó que este comportamiento responde al ingreso de un frente cálido que, al interactuar con el aire cálido ya presente en la región, propiciará la formación de tormentas desde el inicio del evento.

Más adelante, estas lluvias estarán asociadas a un frente frío que influirá en la disminución de las temperaturas. “Al final del período, las lluvias son generadas por un frente frio y estará acompañado por un descenso de temperatura”, dijo Fernández.
Fernández advirtió sobre la variabilidad del acumulado de lluvias, mencionando que no será uniforme en toda la región. “El acumulado de todo el período no va a ser homogéneo”, explicó mientras subrayaba que zonas del centro y norte bonaerense podrían registrar los mayores valores.

A partir del próximo domingo se prevé un cambio marcado en las temperaturas. El descenso será más pronunciado desde el domingo 18, con condiciones propias del invierno que se extenderán durante los días siguientes.
“La semana que viene sería bastante fría. Es posible que en la Ciudad de Buenos Aires se registren mínimas cercanas a los 5 grados y aún más bajas en el Conurbano”, señaló Fernández.
La combinación de lluvias intensas y bajas temperaturas afectará el desarrollo habitual de las actividades cotidianas en el área metropolitana. Este tipo de situaciones, asociadas a variaciones abruptas en el estado del tiempo, son objeto de seguimiento por parte del Servicio Meteorológico Nacional, que recomienda consultar sus canales oficiales para actualizaciones permanentes.

El ingreso de aire más frío podría sumar complicaciones en un contexto marcado recientemente por jornadas templadas.
Si bien la alternancia entre frentes cálidos y fríos es habitual en esta época del año, la interacción entre masas de aire con propiedades opuestas acentúa los efectos del cambio.
- El pronóstico trimestral

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipó que el invierno 2025 podría ser más cálido de lo normal en Buenos Aires, La Pampa y el centro de la Argentina. Se trata de una previsión que responde a modelos estadísticos y simulaciones internacionales.
De acuerdo con el último informe trimestral elaborado por especialistas del organismo estatal, es más probable que las temperaturas medias se mantengan dentro de rangos “normales o superiores a lo normal”.
Esto se traduce en registros que podrían ubicarse hasta 0,5 grados por encima del promedio histórico.

El organismo público recomendó seguir el sistema de alertas y los partes semanales que sí reflejan los cambios de corto plazo.
Existen 4 tipos de alertas meteorológicas: verde, amarilla, naranja y rojo. El verde indica que no se esperan fenómenos meteorológicos riesgosos, mientras que el amarillo señala que pueden ocurrir algunos con capacidad de daño y riesgo de interrupción de las actividades cotidianas.
En cambio, el alerta naranja indica que los eventos pueden ser peligrosos, mientras que la roja es la más extrema: aconseja seguir las instrucciones oficiales ya que se esperan fenómenos con potencial de provocar emergencias o desastres.
“Tenemos alertas para diferentes fenómenos, ya sea por acumulados de lluvia, por vientos intensos y también por tormentas intensas.El sistema de alerta temprana tiene un formato desemáforo. Es verde cuando no hay alerta. Amarillo cuando el fenómeno puede presentar algún tipo de riesgo. Naranja cuando ese riesgo es superior al amarillo. Y también tenemos alerta roja”, explicó a Infobae el meteorólogo del SMN, Maximiliano Vita, en una nota reciente.

Ante la consulta deInfobae, elmeteorólogo Marcelo Madelón, pronosticador en el Aeropuerto de Córdoba y licenciado en Medio Ambiente, explicó que las alertas meteorológicas se emiten “porquelos fenómenos meteorológicos pueden causar inconvenientes, tanto para las personas como para su desenvolvimiento normal. Pueden poner en riesgo la vida y causar daños materiales en edificaciones, construcciones o cualquier otro desarrollo humano”.